Prueba Honda WR-V EXL 1.5 CVT 120 Hp – Oferta correcta

por Gabriel Baeza

Para comenzar esta semana, les traemos una prueba de un SUV que no pretende ganarse ningún concurso de tecnología, eficiencia ni diseño, sino que todo lo contrario. Se trata del pequeño Honda WR-V, el modelo de entrada  la gama, y que en su versión EXL ofrece todo el equipamiento disponible en la línea, con el respaldo de calidad de la marca japonesa.

Precios Honda WR-V Julio 2019 (precios incluyen bonos marca y Marubeni credit):

  • WR-V 1.5 LX 5MT Smart: CLP$ 9.990.000
  • WR-V 1.5 LX CVT Smart $11.090.000
  • WR-V 1.5 EX 5MT $11.190.000
  • WR-V 1.5 EX CVT $12.090.000
  • WR-V 1.5 EXL CVT $13.190.000 (nuestro test)

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El WR-V nace como el hermano más pequeño de la gama SUV, por debajo del estilizado HR-V, donde sus siglas vienen de “Winsome Runabout Vehicle”  (Vehículo Utilitario Alegre), y nace para el mercado latinoamericano, diseñado y fabricado en Brasil, tomando como base al anterior Fit, que no cuadraba tanto con su concepto mini monovolumen en un mundo donde los SUV siguen dominando.  Compite en un nicho de los small SUV con el Nissan Kicks, Ford Ecosport, Renault Duster  y Toyota Rush, por mencionar algunos.

Diseño familiar

Hablar de un SUV de Honda es hablar de una marca que fue pionera en el segmento, con el CR-V lanzado en su primera generación en el año 1995, junto con el Rav4 de Toyota, siendo los primeros modelos de este segmento. Luego se sumó el HR-V, Pilot y el último en sumarse fue el WR-V, presentado en el 2016 y lanzado el 2017 para los mercados de Latinoamérica e India.

Su diseño se reconoce inmediatamente como un Honda, comenzando por su gran máscara cromada con su Solid Wing Face, que conecta ambos focos halógenos con luces diurnas LED, una de las pocas señas de modernidad de este modelo. La parte baja es de un negro brillante y ofrece neblineros y una zona baja algo más robusta.

El lateral cuenta con unas formas bien redondeadas y que recuerdan bastante al Fit, con un capot corto y bastante inclinado, un parabrisas que se funde con el techo, barras longitudinales color aluminio, una amplia zona vidriada y unas llantas de 16 pulgadas con detalles grises, calzadas en neumáticos Pirelli en medida 195/60, de buen compromiso entre suavidad y look.  La parte baja es terminada con un plástico negro, que le entrega mayor sensación de robustez, especialmente en la unidad de color blanca probada.

Su parte trasera es curiosa, que puede gustar o no, con una buena luneta, luces traseras con forma de C que se funden en el portalón trasero y que bajan hasta su parachoques, nuevamente con una terminación que se ve algo más reforzada.  El equipamiento principal que encontramos, fuera de lo ya mencionado, son sus manillas del color de la carrocería, cámara de retroceso, espejos del color de la carrocería con señalizadores, y listo. Nada muy destacable la verdad.

Las dimensiones son más compactas de las que parecen a primera vista, con un largo de apenas 4.000 mm, un ancho de 1.734 mm y un alto de 1.599 mm, con una distancia entre ejes generosa de 2.555 mm, con un despeje del suelo de 180 mm.  El diámetro de giro es de 5,3 m, con un estanque de 45 litros y un maletero de generosos también 363 litros.

Interior desfasado

Desde que entramos a su interior, nos encontramos con un diseño que denota el paso del tiempo, que siendo ergonómico y muy amplio (ahondaremos en esto), no puede ocultar el paso de los años al compararse a sus principales competidores. Los materiales tampoco ofrecen ninguna sorpresa por su calidad, pero si se aprecian como muy bien ensamblados, fáciles de limpiar y que sin duda durarán muchos años.

El volante está forrado en ecocuero, con tres rayos y controles muy simples para su velocidad de crucero y manejo del sistema multimedia. Su tablero de instrumentos adolece de lo mismo, con un gran velocímetro central, un tacómetro a la izquierda con indicador de en qué cambio vamos y un muy simple computador a bordo a la derecha, con económetro y nivel de combustible. Lo único que podría llamarse “moderno” es que muestra colores que cambian entre azul y verde, este último cuando conducimos de manera más Eco.

Su plancha central ofrece un sistema multimedia original que parece instalado localmente, debido a lo anticuado de su display, aunque integra una cámara de retroceso de tres modos y navegación. Bajo esta, encontramos los comandos de un climatizador táctil, que algo de modernidad traen a su interior. Si seguimos bajando, encontramos una toma de corriente de 12v, junto a dos enchufes para el Smartphone.

Esta versión EXL ofrece unos asientos tapizados en ecocuero negro, con costuras rojas, que le dan un acabado más elegante, y que serán de gran utilidad en los viajes con niños pequeños, dado lo fáciles que son de limpiar. Su espacio disponible es realmente bueno para lo que nos imaginamos desde su exterior, ofreciendo espacio para cuatro y hasta cinco adultos sin problemas.

Una de las grandes ventajas de este WR-V versus la mayoría de sus competidores, es que al estar basado en un monovolumen, cuenta con un espacio interior y versatilidad de uso, difícil de igualar, con sus asientos ULT (Utility – Long – Tail o Utilitarios – Largo –Alto). La primera posición utilitaria, se consigue si bajamos los asientos traseros, obteniendo una gran superficie de carga. La posición Larga se logra al bajar el asiento del copiloto, y la alta, al subir el cojín del asiento trasero, permitiendo utilizar todo el espacio desde su piso plano hasta el techo.

Equipamiento correcto

El equipamiento  si bien es completo desde sus versiones de entrada, no ofrece ningún ítem que si disponen algunos de sus competidores más actuales, como tablero digital, iluminación ambiental, sunroof, botón de encendido y acceso sin llave, por mencionar algunos detalles cada día más comunes.

La seguridad viene de la mano de sus seis airbags,  frenos ABS con EBD, asientos con anclajes Isofix, inmovilizador, alarma perimetral, además de los esperables cinturones de tres puntas en todos los asientos y sus correspondientes apoyacabezas. Falta el control de estabilidad y alguna ayuda activa, que aunque no disponible en todos sus competidores, si sería un punto a favor en un modelo que ya cuenta con años a cuesta.

Manejo simple y probado

El Honda WR-V ofrece un motor a gasolina de cuatro cilindros, 1.5 litros con tecnología i-VTEC, que entrega una potencia de 120 Hp a 6.600 rpm y un torque de 145Nm a las 4.600 rpm, que se acopla a una caja automática del tipo CVT, y transmite la potencia al eje delantero. La caja no ofrece un modo manual ni paletas en el volante, por lo que solo nos queda la posición S o L, si buscamos un manejo algo más deportivo o que se quede a mayores rpm´s.

La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, con un buen compromiso entre confort y estabilidad, algo que se agradece en manejo por calles en mal estado o en caminos con curvas. El consumo homologado esta en torno a los 12,8 km/l en ciudad y hasta 18,6 km/l en carretera, homologados por el 3CV.

El manejo en ciudad es muy agradable, y como suele ocurrir en los productos Honda,  basta subirnos para sentir que lo hemos conducido por años. Es muy fácil de manejar, se agradece su tamaño compacto, buena altura y visibilidad, el tacto de la dirección y la respuesta de su motor.

Su motor empuja de manera correcta, sin ser deportivo, pero es correcto en su potencia. Si queremos llevarlo al límite, el ruido si será bastante elevado, sin venir acompañado de una aceleración fuerte, así que la recomendación es a llevarlo sin apuro. El consumo en condiciones normales ronda los 11 km/l en ciudad y cerca de los 16 km/l en carretera.

Lo mejor por lejos es su suavidad y sensación de espacio interior, donde supera sin problemas a casi todos sus competidores, pero se queda atrás en temas de diseño, equipamiento de confort y sobretodo, tecnología. Su precio no es malo, y entrega todo el respaldo de la marca japonesa Honda, aunque sea fabricado en Brasil.

Como conclusión, el Honda WR-V ofrece un producto correcto, de buen y suave manejo, pero que dista de sentirse moderno o tecnológico. La verdad es que su mejor argumento es su espacio, calidad de ensamblado y el respaldo de marca, pero a los que busquen un producto más actual, existen mejores opciones dentro de un competitivo segmento que crece permanentemente.

 ¿Qué te parece el Honda WR-V 2019? Coméntanos…

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