Peugeot 307 CC: 2.0 AT 2006: Viento fresco

por Gabriel Baeza

29/5/2006

Este felino del fabricante francés es un vehículo deportivo y al mismo tiempo elegante. Seduce gracias a su original estética y a sus excepcionales cualidades de descapotable y coupé.

Los fabricantes de automóviles están agudizando el ingenio hasta límites insospechados. Cada vez hay más y mejores modelos de automóviles. Y actualmente encontramos en el mercado chileno vehículos para todos los gustos y necesidades, orientados al ocio y tiempo libre y, en general, a que las personas disfruten. Además por historia, los descapotables siempre han llamado la atención de muchos.

Si usted es de esas personas que gozan el conducir un automóvil descapotable, sentir el viento, la sensación de libertad y recibir el calor del sol cuando se conduce el Peugeot 307 CC le entregará gratificaciones. Pero entremos en detalle. EL modelo que hoy nos convoca es un poco distinto, un vehículo diferente, es decir, acá encontrará un coupé o descapotable con sólo “un click”. O toda esta transformación se realiza de forma automática al apretar un botón en un poco más de 20 segundos (24 segundos para ser exactos).

En esta oportunidad testeamos el 307 CC (Coupé Cabriolet) 2006 con motor 2.0 y 143 CV, un modelo que poco tiene que ver con esos aquellos descapotables que conocimos hace más de una década. No sólo por su versatilidad y comodidad de uso, sino por su rigidez estructural y su excelente comportamiento dinámico.

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ÁGIL, PERO NO TANTO

Esta versión del 307 CC viene equipada con un motor 2.0 de cuatro cilindros. Con una potencia de 143 CV acoplada una caja automática de cuatro relaciones. La velocidad máxima es 204 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 10, 3 segundos.

Este motor fue lanzado al mercado en el año 1999 con ocasión de la remodelación de la gama 406, y anteriormengte la conocimos también en 206, 307. Se trata de un cuatro cilindros con doble árbol de levas en culata y cuatro válvulas por cilindro.

El motor desarrolla una potencia considerable, pero la transmisión no ayuda ya que el escalonado es muy largo y poco adecuado para un auto con ciertas pretensiones deportivas. La opción secuencial ayuda, pero de lo logra lo suficiente para extraer el máximo partido a este motor de 143 caballos.

En el apartado suspensión no se muestran importantes diferencias de comportamiento respecto al 307 “tradicional”. De hecho, circulando sobre pavimentos en malas condiciones no sentimos crujidos o ruidos sospechosos sobre la falta de rigidez, a pesar de que la suspensión es firme. En curvas es muy rápido y la dirección permite elegir la trayectoria sin titubear, con buen tacto y notable precisión. A nuestro parecer, da igual que el techo se encuentre abierto o cerrado, pues la rigidez estructural se mantiene en valores elevados.

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La suspensión trabaja de modo neutral, y más que transmitir sensaciones ásperas, típicas de un deportivo, manifiesta una interesante capacidad para absorber las imperfecciones del terreno. Los frenos actúan como toda la línea 307, de una manera notable, y sin titubear.

UN INTERIOR DEPORTIVO

Peugeot ha reforzado el aspecto deportivo del modelo con la inclusión de algunos elementos de aspecto “racing”, como los embellecedores de color aluminio alrededor de la consola central, tiradores de las puertas, salidas de aireación y detalles en el volante, así como la utilización de un pedalier metálico y pomo de la palanca del cambio de marchas en aluminio.

También destacan los instrumentos analógicos con fondo blanco, que otorgan un toque deportivo y elegante a los marcadores. También su gran consola central en la que se encuentran los mandos de la climatización bizona y su excelente equipo de audio con cambiador de CD, considerado de serie.

También destaca el amplio equipamiento tecnológico y de confort, con elementos como el sensor de lluvia y de luminosidad, un regulador automático de velocidad, un innovador sistema de ayuda al estacionamiento, entre otros.

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Además, comparte los mismos elementos de seguridad que otras carrocerías 307: airbags frontales adaptativos, airbags laterales cabeza-torax, asientos delanteros activos, cinturones de seguridad con tres puntos de anclaje y limitadores de esfuerzo. A lo que se unen los frenos de disco con ABS, el control dinámico de estabilidad (ESP) la ayuda al frenado de urgencia y el encendido automático de luces de peligro en caso de deceleración importante, todo de serie.

Las plazas delanteras son amplias y cómodas, con unos asientos que sujetan perfectamente el cuerpo en las curvas, si bien las traseras no son su punto fuerte, no tanto por la anchura –apta para dos personas- ni por el espacio para las piernas pero aceptable para un convertible. Las dos plazas traseras encuentran bastante limitada en términos volumétricos; recordemos que el 307 CC es un automóvil de tipo 2+2, es decir, sólo provisto de cuatro plazas efectivas.

Cuando el techo está desplegado, el maletero tiene 350 litros de volumen, nueve más de los que tiene el 307 de tres puertas. Cuando está plegado, el volumen del maletero queda reducido a 204 l, un tema negativo para un auto de esta naturaleza y calidad. Se ha optado por inclinar el parabrisas con la intención de proteger mejor a los ocupantes del viento cuando se circula con el techo plegado, aunque se ha procurado no prescindir de gran parte de la superficie acristalada con la intención de mantener un alto índice de luminosidad en el interior del habitáculo.

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VIDA AL AIRE LIBRE

El techo destapotable es controlado por un ejército de sistemas hidráulicos, soportes, ejes, bielas y travesaños que sostienen, animan y fijan todas las piezas de manera totalmente organizada. Una central electroneumática situada en el maletero se encarga de administrar la presión suficiente al circuito (150 bares) para que actúe de forma automática.

Lo primero que ocurre al actuar sobre el botón es que se bajan automáticamente las cuatro ventanillas. Una vez que se han bajado, comienza a articularse el techo en dos mitades basculando la parte central, que se pliega sobre la cara interna de la luneta trasera para situarse en la zona más alta del maletero y así ocupar menos espacio en él. Mientras se está realizando esta operación, la tapa del maletero, que posee doble articulación, comienza a cerrarse para dar por finalizada la operación.

Como sistema de seguridad, una cortinilla deslizable se encarga de verificar que hay espacio suficiente para que el techo se pueda alojar en el maletero, por lo que es necesario que se encuentre extendida y sus extremos actúen sobre los contactos que verifican la correcta posición. Si no se encuentra desplegada la cortinilla, el sistema no permitirá la apertura o cierre del techo. La carrocería presenta una longitud de 4,34 metros, lo que proporciona una gran habitabilidad. Lógicamente ha sido necesario efectuar una serie de modificaciones en el bastidor para permitir una rigidez estructural que permita prescindir del techo.

Se han situado nuevos refuerzos en el piso del suelo, en los largueros laterales, en la mampara que separa el maletero y se ha reforzado considerablemente el pilar A, el que soporta el parabrisas, con la intención de actuar como arco de seguridad en caso de vuelco.

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ESTÉTICA DE LÍNEAS FLUIDAS

La estética de este modelo se distingue por sus líneas fluidas, aerodinámicas y al mismo tiempo muy elegantes, con amplias ópticas y un gran parabrisas que le da un aire muy deportivo y al mismo tiempo aporta una gran luminosidad en el interior. Sin duda que el encanto de este automóvil parte desde el frontal en el que visualizamos unos faros de aspecto netamente “felino”, muy característico de la marca y que también ayuda la arqueada línea del techo.

Para no romper radicalmente con la línea del modelo, muy redondeada en su parte delantera y central, sus diseñadores han optado por la inclusión de un tercer volumen muy original, con suaves curvas y elementos específicos, como los particulares pilotos posteriores formados por baterías de diodos LED (algo exagerados en su tamaño), que proporcionan una curiosa iluminación a base de puntos independientes.

Como conclusión, podemos afirmar que el Peugeot 307 CC es un vehículo completamente apto para el uso diario, permitiendo un comportamiento muy dinámico tanto con el techo abierto como cerrado. Sin duda, un modelo para los que gustan llamar la atención y con capacidad para costear su valor, $16.190.000. Sin duda un automóvil para darse un gusto, y con posibilidad de usarlo todos los días.

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