Durante los últimos meses de 2005 Peugeot le efectuó algunos cambios a la gama 307 que afectaron principalmente a la carrocería y equipamiento. En Rutamotor probamos el considerado como el ‘Top de línea’ de la gama 307, el «Féline», modelo que acapara sin duda acapara miradas y diseñado para lograr un alto nivel de performance, gracias a su motor de 2.0 de 180 caballos.
El resultado es óptimo. ¿su precio?…$13.490.000, versión que viene con un extenso equipamiento y confort de primera calidad. Como decíamos, esta versión viene equipada de manera abundante, acá destaca la presencia de cuero color castaño en los asientos y tablero, además de una serie de dispositivos electrónicos que hacen del viaje una aventura grata y muy segura.
Sin embargo, las modificaciones interiores son principalmente decorativas (colores, estampados y tipografías). El tablero, la consola y la distribución de los distintos mandos se mantiene es prácticamente igual a la que había antes, salvo en el caso de los del climatizador. El 307 Feline es muy cómodo por la potencia de su motor y lo bien aislado que está el interior del ruido. También es silencioso por aerodinámica. En estos tres aspectos no es fácil encontrar algún competidor mejor.
POTENCIA Y RAPIDEZ
El Feline viene con la misma planta motriz del 206 RC (World Rally Championship), o sea un motor a gasolina de 2 litros y 180 caballos y 16 V, que despliega interesantes cifras de performance. Con este motor el 307 Féline es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos, y logra una velocidad máxima sobre 220 km/h.
En materia de respuesta dinámica, el 307 Féline nos obsequia unas reacciones instantáneas y temperamentales. En la ciudad se siente a gusto, para lograr buenas cifras de aceleración es necesario ‘jugar’ con los cambios de la caja de 5 velocidades para lograr la performance deseada. Este motor pasa más desapercibido de lo normal en autos con enforque deportivo, hace poco ruido a pesar de su escape deportivo y su motor preparado para otorgar 180 caballos, además apenas vibra.
En esta versión del 307 los kilómetros pasan apaciblemente. Su motor es muy suave a pesar estar preparado para ‘correr’.La suspensión absorbe bien las irregularidades del suelo. Los frenos son precisos pero sensibles al tacto pero muy eficientes e infatigable. La suspensión de serie absorbe bien las irregularidades y es confortable, pero no es blanda ni dura en exceso; su carrocería no tiene movimientos lentos o pesados, como algunos monovolúmenes.
EQUIPADO COMO POCOS
El habitáculo despliega zonas amplias y bien perfiladas, las puertas son amplias y el cristal se presenta en buenas dimensiones. En su interior es un auténtico ejemplar deportivo, equipado con todos los accesorios que lo elevan a esa categoría. En primer lugar dispone de butacas frontales, pedalera de aluminio, un atractivo instrumental con fondo blanco, y aplicaciones metálicas en pomo de la caja manual. Ello es sin duda que uno de los principales atributos de esta versión, con el cuero color castaño que cubre los asientos, tablero y una porción de las puertas.
La carrocería tiene cualidades que la hacen cómoda de utilizar: el techo es alto, las puertas amplias y, además, da mucha sensación de espacio y luminosidad. La volumetría es más que aceptable, con un excelente trabajo de configuración del habitáculo. Además destaca su ergonomía, la que consideramos perfecta, pudiendo ya que el piloto puede acceder a cada uno de los controles con sólo estirar las manos y sin necesidad de apartar la mirada del camino
Lo mejor de la carrocería de cinco puertas del 307 es que tiene un acceso cómodo, el interior da mucha sensación de espacio y tiene muchos huecos para depositar objetos. Lo menos favorable es que necesita mucho espacio para maniobrar. En la carrocería de cinco puertas, el acceso al interior es satisfactorio porque las puertas (incluso el portón trasero) son grandes, de formas regulares y tienen un ángulo de apertura amplio.
Dentro hay muchos huecos para colocar objetos. Entre los asientos y en la parte central de la consola hay seis; la guantera es muy grande y también lo son las bolsas de las puertas. Otros elementos de equipamiento nuevos son un climatizador de dos zonas (izquierda y derecha), una nueva gama de equipo de audio, un sistema de ayuda al estacionar más eficaz y distintas posibilidades para configurar funciones del auto.
LOOK FELINO
La parte frontal exhibe un aerodinámico capó que se conecta con un parabrisas recostado y bastante amplio que permite un excelente perfil aerodinámico, que redunda en mucho silencio al rodar a altas velocidades. Como decíamos en está nueva versión del 307, los faros son completamente distintos en estética y funcionalmente. Están enmarcados por un cerco cromado y tienen tres luces separadas: las de posición abajo, los intermitentes arriba y, en el centro, las luces cortas y largas.
En la zaga los elementos de la versión anterior son muy similares, el donde se destacan el portalón grande y las luces de posición bañadas en una carcasa de color rojo intenso. Esta versión Féline está equipada con llantas deportivas de 17 pulgadas. El nuevo Peugeot 307 Feline sorprenderá, y ello no es poco al estar inmerso en uno de los segmentos más competitivos del mundo, razón de sobra para destacar su calidad y el sello característico de la merca gala, y que lo distingue por cierto del resto. Un auto particularmente interesante para quien aprecie, sobre todo, la comodidad, performance y la amplitud. Y el Feline como su nombre lo dice, un felino escondido, pero que sorprende al provocarlo.
