Hace un tiempo Peugeot introdujo cambios en la gama 307, que afectaron principalmente a la carrocería y equipamiento. Dentro de estos retoques, el más visible fue en el frontal, que pasaron a tener rasgos semejantes a los de un Peugeot 407, principalmente en la forma de la entrada de aire y el capó, de aluminio, es más corto. A consecuencia de estos cambios, el nuevo 307 es 8 mm largo (4,21 m en total).
Además los faros son completamente distintos en estética y funcionalmente. Están enmarcados por un cerco cromado y tienen tres luces separadas: las de posición abajo, los intermitentes arriba y, en el centro, las luces cortas y largas. Abajo en la parrilla ahora van los neblineros. Por su parte, los pilotos son de forma distinta y hacen parecer que tienen diodos en lugar de lámparas para algunas de las luces, aunque realmente no es así. Los intermitentes laterales tienen una cubierta de plástico completamente transparente. En esta oportunidad Rutamotor testeó el Peugeot 307 X-Line 1.6 cc, vehículo que tiene un precio de CLP $8.290.000.
LEVES CAMBIOS EN SU INTERIOR
Como otros 307, el X-Line da una gran sensación de amplitud en las plazas delanteras, aunque con escaso espacio en las traseras. El acceso a las plazas traseras es más cómodo de lo normal por la altura libre que hay. En las plazas delanteras el 307 da una gran sensación de amplitud, especialmente por anchura, altura y por lo lejos que queda la base del parabrisas. En las plazas traseras, en cambio, no hay tanto espacio aunque la altura libre es buena.
Frente a la versión presedente,las modificaciones interiores son principalmente decorativas (colores, estampados y tipografías). El tablero, la consola y la distribución de los distintos mandos es prácticamente igual a la que había antes. El puesto de conducción es satisfactorio. El asiento no es blando y posiciona bien el cuerpo, tanto las piernas como la espalda. Las posibilidades de ajuste permiten dar con la posición más conveniente.
El número, forma y tamaño de los huecos alrededor del conductor son apropiados. Destaca el tamaño de la guantera (17,5 l) que, además, está refrigerada. La carrocería tiene cualidades que la hacen cómoda de utilizar: el techo es alto, las puertas amplias y, además, da mucha sensación de espacio y luminosidad. El único inconveniente práctico es que necesita un espacio más bien amplio para maniobrar, dado su tamaño.
En la carrocería de cinco puertas, el acceso al interior es satisfactorio porque las puertas (incluido el portón trasero) son grandes, de formas regulares y tienen un ángulo de apertura amplio. La anchura en las dos filas de asientos también es de las mejores entre los autos de sus características. Los asientos tienen un relleno de espuma más bien blando con un tapiz negro con toques de color gris.
LEVES CAMBIOS EN SU INTERIOR
Como otros 307, el X-Line da una gran sensación de amplitud en las plazas delanteras, aunque con escaso espacio en las traseras. El acceso a las plazas traseras es más cómodo de lo normal por la altura libre que hay. En las plazas delanteras el 307 da una gran sensación de amplitud, especialmente por anchura, altura y por lo lejos que queda la base del parabrisas. En las plazas traseras, en cambio, no hay tanto espacio aunque la altura libre es buena.
Frente a la versión presedente,las modificaciones interiores son principalmente decorativas (colores, estampados y tipografías). El tablero, la consola y la distribución de los distintos mandos es prácticamente igual a la que había antes. El puesto de conducción es satisfactorio. El asiento no es blando y posiciona bien el cuerpo, tanto las piernas como la espalda. Las posibilidades de ajuste permiten dar con la posición más conveniente.
El número, forma y tamaño de los huecos alrededor del conductor son apropiados. Destaca el tamaño de la guantera (17,5 l) que, además, está refrigerada. La carrocería tiene cualidades que la hacen cómoda de utilizar: el techo es alto, las puertas amplias y, además, da mucha sensación de espacio y luminosidad. El único inconveniente práctico es que necesita un espacio más bien amplio para maniobrar, dado su tamaño. En la carrocería de cinco puertas, el acceso al interior es satisfactorio porque las puertas (incluido el portón trasero) son grandes, de formas regulares y tienen un ángulo de apertura amplio. Los asientos tienen un relleno de espuma más bien blando con un tapiz negro con toques de color gris.
UN BUEN MOTOR 1.6, AUNQUE ALGO LENTO
En esta versión del 307 los kilómetros pasan apaciblemente. Su motor es muy suave en cualquier circunstancia y tiene un consumo muy bajo. La suspensión absorbe bien las irregularidades del suelo. El eventual ruido provocado por el aire es reducido incluso cuando va deprisa.
El motor 1.6 que otorgan 110 caballos da un buen resultado en el 307, hasta el punto que lo convierte en una opción muy interesante en modelos de este tamaño, precio y potencia. Tiene un buen nivel de prestaciones y no gasta mucho. El principal inconveniente del motor es un ruido un poco alto sobre las 3.500 revoluciones. Sin embargo, el motor nos parece bueno. Tiene fuerza a todo régimen, buen tacto de acelerador y —si es preciso— alcanza un régimen alto. Pasa más desapercibido de lo normal porque hace poco ruido (incluso en frío) y apenas vibra.
El 307 es un vehículo cómodo y fácil de conducir. Su carrocería no se mueve mucho lateralmente en curva y la suspensión aísla convenientemente a los pasajeros de la carretera. Por la forma en que entra en las curvas, parece más pesado que otros modelos. Sin embargo no es un auto difícil de conducir porque, al sobrepasar sus límites, no reacciona con brusquedad. En carretera a 120 km/h mantiene bien la trayectoria y no se mueve mucho cuando está sujeto a una aceleración transversal fuerte.
Como decíamos anteriormente, el 307 es un automóvil muy cómodo por la suavidad de su suspensión y lo bien aislado que está el interior del ruido de su motor. También es silencioso por aerodinámica. En estos tres aspectos no es fácil encontrar algún competidor que sea mejor. La suspensión absorbe bien las irregularidades y es confortable, pero no blanda en exceso; su carrocería no tiene movimientos lentos o pesados, como algunos monovolúmenes. Sus frenos tienen una resistencia al calentamiento escasa para un uso intenso. En resumen, el Peugeot 307 X-Line 1.6 es un auto particularmente interesante para quien aprecie por sobre todo, la comodidad y la amplitud. Y si a ello le suma un motor vigoroso y económico, la mezcla es altamente eficiente.
Cualidades que lo tienen como uno de los modelos más vendidos de la casa gala en Chile y el mundo.
