Rutamotor busca ampliar su comunidad a toda Latinoamérica. Y que mejor con contenido específico y escrito al estilo de cada país. Por ello, hoy debuta nuestro Media Partner peruano, el medio de comunicación Desdeelgarage.com, quien nos mandará todo lo que pase en el país vecino, tanto en lanzamientos, pruebas, rutas y destinos, entre muchos temas más. Queden atentos durante cada semana donde tendrán muchas novedades, ¡que lo disfruten!
======================
Es común unirse al sentimiento colectivo de cólera, frustración y desánimo de las largas colas de autos que debemos enfrentar cada mañana (o tarde), en las angostas avenidas que adornan Lima. Escuchar diferentes dichos populares referentes a nuestra forma de conducción o infraestructura de calles, son solo desaires del estrés diario enfrentado en las principales avenidas, jirones o calles donde autos, camiones, buses y motos compiten -dentro de la jungla de concreto- por quien tiene la preferencia a la “buena” o a la “mala”.
“Desde el Garage”, tuvo la oportunidad de romper con el caos vehicular de una autopista que la mayoría conoce por sus largas colas llenas de “smoke”, “bocinas” y más de cinco filas de vehículos en una autopista de cuatro carriles que motivan día a día continuar con el desorden de la ciudad. Esta vez, tuvimos la oportunidad de disfrutar el camino en la temible vía de Evitamiento, de norte a sur sobre un Toyota GT86, con vía libre, sin foto-papeletas y otros peligros comunes de esta autopista.
El agradable recorrido inició en el recordado puente Trujillo (hoy llamado “Rayitos de sol”), teniendo a nuestra derecha una icónica Lima de antaño que es alumbrada con los faroles de la recordada alameda “Chabuca Granda” que, hasta la fecha es un espacio para paseo y comercio.
Lo bueno inició cuando pasábamos por “Puente Nuevo”, una larga curva en bajada a la derecha con una vía de cinco carriles, seguida de una potente recta de aproximadamente 5 km en ligera pendiente. Pensamos que no sería suficiente espacio para llegar al límite, pero sorprendentemente el auto alcanzó el mencionado corte de fábrica deteniendo la aguja del velocímetro en 226 km/h (140 millas).
Como es de esperarse, terminando la pendiente de 130° inicia otra larga curva en bajada hacia la izquierda llena de “ojos de pez” en la calzada, que alumbraba el camino de manera excepcional. Definitivamente tener una vía libre de calidad como lo posee ese pequeño tramo (Referencia, puente de límite distrital entre El Agustino y Santa Anita), nos hizo recordar las icónicas carreras nocturnas de las principales “Escuderías” de la Fórmula 1 que viven año a año en las calles de Singapur en el “Airlines Singapore Grand Prix”.
“Momento de romper con el corte de fábrica”
Con una larga recta rumbo al renovado “Puente Santa Anita”, el auto se mantenía fijo en el corte de fábrica y fue el último tramo de la cuesta abajo final donde lo llevamos muy rápido; con ello, el final de esa agradable experiencia al mando de un conocido piloto (que no podemos contar quien fue para proteger su integridad), que definitivamente demostró porque tomar largas curvas con una tracción trasera (RWD) es mucho más divertido y amerita volver a repetir la experiencia en otra ocasión. Recordemos que en Lima y muchas partes de Perú, todavía hay muy poco control policial.
