La geografía de Noruega tiene algo que no ayuda mucho en la planificación y construcción vial: muchos fiordos, canales, ríos y archipiélagos. La solución a eso es construir muchos puentes, lo que tampoco es la solución más eficiente o económica.
Buscando una solución llegaron a una alternativa innovadora, arriesgada y probablemente no más económica que un puente, pero sin duda será llamativa y podría sentar precedente para el futuro de la construcción vial: túneles submarinos flotantes.
Aunque aún el proyecto está demasiado verde (esperan abrir el primero para el año 2035) ya se está trabajando en lo que serán los mecanismos de flote de toda la estructura, que tiene que ser capaz de resistir temporales sin sacudirse demasiado, al igual que la estructura misma del túnel, que deberá mantener la estanqueidad con los cambios de marea o violentos movimientos en el mar.
