Uno de los modelos que Nissan tiene con un gran éxito a nivel mundial es el Qashqai, su crossover urbano de procedencia inglesa (fabricado en la planta de Sunderland), que a lo largo de más de una década ha comercializado más de 3.3 millones de unidades en 99 países alrededor del mundo, además de tener a su haber más de 80 reconocimientos. En Chile lleva ya un buen tiempo compitiendo con modelos «peso pesados» como Hyundai Tucson, KIA Sportage, Subaru XV, Renault Koleos, Ford Escape, Mazda CX-5 y Toyota RAV4, entre otros.
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Actualmente Qashqai llega con un sólo motor 2.0L de 142 caballos, asociados a cajas mecánicas de seis marchas y una automática CVT. Sus precios (sin bonos de marca y crédito) parten desde los CLP $14.300.000 hasta los CLP $19.390.000, con el modelo llamado Qashqai 2.0 Exclusive CVT AWD, y que probamos esta vez para Rutamotor.
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NISSAN QASHQAI PRECIOS DE LISTA (SIN BONOS) JUNIO DE 2018:
- Nissan Qashqai 2.0 Sense MT: CLP $14.300.000
- Nissan Qashqai 2.0 Advance MT: CLP $15.690.000
- Nissan Qashqai 2.0 Advance CVT: CLP $16.690.000
- Nissan Qashqai 2.0 Exclusive CVT AWD: CLP $19.390.000 (nuestro test)
Dentro de la región, Qashqai ha tenido un crecimiento constante a lo largo de los últimos cinco años. Cumplió el 2017 diez años de historia a lo largo de sólo dos generaciones: 2007- 2013 y 2014 hasta ahora, en la que presenta un rediseño exterior y algunos cambios en tecnología y equipamiento que ahora veremos.
APARIENCIA CONTEMPORÁNEA
Las modificaciones de Qashqai hiciero que aumentara su longitud total en 17 mm., con lo cual pasa de 4,377 a 4,394 mm. De igual forma, el vehículo se hizo 5 mm más alto, pasando de 1,590 a 1,595 mm, mientras que el ancho (1,806 mm) se mantuvo igual. Y si pusiéramos al frente al modelo anterior y a esta versión 2018 veríamos que el modelo actual trae un capó y parachoques delanteros que fueron rediseñados para buscar darle una apariencia más robusta y deportiva, ya que al modelo anterior le faltaba mayor «empuje estilístico», era muy plano. Hoy, la máscara se acentuó con el característico V-Motion. Los ópticos delanteros tienen nuevo diseño en forma de boomerang y neblineros con diseño similar a los de Kicks, X-Trail y Pathfinder, que me gustaron mucho más que antes, le dan una mejor presencia.
Én la zaga presenta un nuevo diseño de luces traseras con empleo de bombillas LED, también con forma de boomerang, antena corta tipo aleta de tiburón y un rediseño del paragolpes trasero, es más agresivo y las luces leds ayudan bastante. Esta versión tope de gama llega con llantas aro 19, con un nuevo diseño en bicolor, bastante atractivas y que viste bastante a esta Qashqai.
UN INTERIOR CON UNA CALIDAD MEJORADA
La mejorada calidad se aprecia claramente. Vemos una mucho mayor combinación de deportividad, diseño y mejoras en la materialidad que le entregan una calidad que creo lo elevan hacia lo mejor del segmento. En ello destacan los polímeros de la consola, cuero, plásticos delanteros, en los costados y puertas, todo de una excelente calidad. El resto, plásticos y revestimientos, están también a la altura.
Sobre sus dimensiones interiores, son óptimas para llevar a cuatro pasajeros en todas sus cotas, para cinco es más limitado, ya que el pasajero del centro irá más incómodo. Un punto muy alto son sus excelentes asientos, con una suavidad del cuero, y que entregan una dureza justa para viajes largos, son esas butacas que no cansan y que todo se puede regular (y más aún cuando son eléctricas, como en esta unidad de pruebas, pero sólo la del pasajero).
Presenta nuevos acabados, nuevas rejillas de ventilación delanteras, que le dan una sensación de mayor refinamiento. Destaca su nuevo volante con base chata en forma de D, que hace más fácil el ingreso, nuevo diseño de tela, y nuevo diseño de la palanca selectora de cambios. Nuevos asientos deportivos estilo “Monoform” que son más cómodos y lucen más deportivos y lujosos. A ello agrega una nueva pantalla táctil de 7” con GPS incorporado en las versiones Exclusive. El sonido es realmente excelente, pero lo que no me gustó para nada es el display, muy pobre, poco jugado, considerando lo que ofrece hoy su competencia, con mejores presentaciones y display.
Otro detalles de su equipamiento que hay que resaltar son sus luces delanteras adaptativas, alerta de punto ciego, alerta de frenado que funciona de la siguiente manera: cuando vamos detrás de un auto, el sistema detecta que estamos en peligro de chocar, alertando de manera acústica y visual, sumado a la presencia de un asistente de frenado. Cámara de 360º y alerta de tráfico cruzado, que predice cuando un auto va a pasar por detrás de nosotros. De serie son los sensores de proximidad delanteros y traseros, cámara de reversa para las versiones Advance, control de tracción y estabilidad de serie.
Me gustó bastante su nuevo volante que tiene una empuñadura excelente. Al centro de el vemos el clásico display Nissan, que varía muy poco entre modelo y modelo (a diferencia del Kicks que si es distinto a los demás). Al centro veremos un display color que indica las funciones del computador abordo, Como novedad adicional, el nuevo Qaghqai incorpora un freno de estacionamiento electrónico, el que ayuda mucho a reducir espacio en la consola con el sistema «Auto Hold» que ayuda mycho en los tacos, y funciona bastante bien.
2.0L + CVT = CUMPLE
Bajo el capó, se implementaron una serie de mejoras para buscar una mejor sensación de manejo, con menos vibración y más silencio interior. Conserva el motor de 2.0L con 142 hp y 200 Nm torque, así como una transmisión CVT con modo manual y opción 4WD (sólo en esta versión). Esta versión 2018 agregró además el modo “ECO Mode Driving”, en la que el computador asiste al conductor para manejar de una forma que contribuya a mejorar la eficiencia del combustible. Ello permiten que este modelo logre un consumo en ciudad de 10,4 km/l, de 16,7 km/l en carretera y un mixto de 13,7 km/l. En Rutamotor logramos un promedio de 12,6 km/l.
Sobre su dinámica, es bastante «predecible», anda bien y es muy simple de manejar, sin movimientos bruscos o que nos sorprendan. El conjunto motor/caja anda bien, pero en las versión mecánica de seis marchas mucho mejor. Acá la caja automática CVT, igualmente mejoró bastante la relación de marcha y peso, entregando una mejor aceleración, performance y ahorro de combustible. Las sensaciones son correctas (para lo aburrida que son las CVT), no tanto al sumar marchas, es mejor al restar cambios, ya que simula muy bien el modo manual (sin paddle shift) de una “tradicional”. Se notan las evoluciones en este aspecto y permite un manejo entretenido, pero todavía está lejos de las versiones mecánicas, en lo que a respuesta se refiere.
Lo que no me gustó, más allá de su excelente aspecto exterior, es las llantas aro 19. Le quitan mucha absorción al camino. Al tener poco neumático con el aro 19 la Qashqai se siente algo dura ante las imperfecciones del camino. Considerando la regular o mala calidad de los caminos en Chile y en Santiago, donde se desarrolla esta prueba, es un punto importante a considerar. Fuera de camino tiene a patinar por este motivo, los neumáticos son netamente para caminos pavimentados.
Ahora, si el camino es bueno, Qashqai permite viajes largos por carretera con una alta comodidad. Se sienten casi nulas vibraciones en el volante, piso y asientos, lo que ayuda y mucho al comfort de marcha. Frena muy bien, dobla excelente, con poca inclinación en curvas, a pesar de tener una suspensión bastante seteada para el comfort abordo, es poco rígida.
En resumen, el renovado Qashqai básicamente mejora en los aspectos que la anterior versión de 2014 le faltaba cambiar. Es decir, se fortaleció hacia un vehículo altamente tecnológico que logra elevar su estándar. Hay mejoras en motor (aunque nos gustaría uno turbo, para que fuera mejor, porque la caja CVT le quita mucha emoción). Suma mucho a favor su interior de gran calidad, ¿Qué opinas?
