En el salón de New York (o de los crossovers, nombre que se ha ganado en internet) Toyota estrenó la nueva generación del RAV4, uno de los 3 grandes del segmento crossover (junto al Subaru Forester y Honda CR-V) que aparece con una apariencia totalmente renovada, para darle un aspecto algo más robusto y menos de soccer-mom.
¿Han visto cuando un niño se pone tatuajes temporales y chaquetas de cuero para verse más rudo? Es algo parecido este caso. El frontal está derivado del 4Runner, el SUV «de verdad» que Toyota tiene disponible unos segmentos más arriba, pero que tiene un resultado al menos curioso cuando es aplicado en el RAV4.
La quinta generación del RAV4 está fabricado sobre la plataforma TNGA K de la marca, que utilizan también la Avalon y el Camry, y que según Toyota lo hace un 57% más rígido que la versión actual. Es prácticamente de iguales dimensiones al modelo saliente, pero la distancia entre ejes aumenta en 3 cm para acomodar de mejor forma los elementos internos. Además será el primero en utilizar esa plataforma y tener doble tracción disponible.
Bajo el capot acomoda un motor de 4 cilindros y 2.5 litros acompañado de una transmisión automática de 8 marchas para todas las versiones, excepto en el híbrido que será ayudado por un motor eléctrico y una transmisión CVT. La versión de tracción total en el mayor nivel de equipamiento tendrá además torque vectorial, y será capaz de enviar hasta el 50% del torque al eje trasero.
La nueva RAV4 comenzará su venta en Norteamérica a fines de este año, para luego expandirse a otros mercados.
