El MINI Countryman cobra cada vez más importancia dentro del fabricante inglés -tanto en Chile como a nivel global-. Actualmente es eñ segundo modelo en ventas (representa un 30% de sus colocaciones) tras el Cooper. Esta segunda (llamada F60) generación del crossover compacto tiene muchos elementos del MINI original, pero que está concebido para un uso familiar, debido a su tamaño y al hecho de contar con cinco puertas.
La segunda generación de Countryman tuvo su debut mundial en el marco del Salón del Automóvil de Los Ángeles en noviembre de 2016.. A Chile desembarca actualmente en siete versiones con tres niveles de equipamiento: Cooper Pepper, Cooper S Pepper y Chili y John Cooper Works (JCW), obviamente con algunas variantes con tracción integral All4.
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MINI COUNTRYMAN PRECIOS OCTUBRE DE 2017:
- F60 Countryman Cooper AT Pepper: CLP $19.989.000
- F60 Countryman Cooper ALL 4 AT Pepper: CLP $22.766.40
- F60 Countryman Cooper S AT Pepper: CLP $24.806.400
- F60 Countryman Cooper S ALL 4 AT Pepper: CLP $26.846.400
- F60 Countryman Cooper S AT Chili: CLP $28.206.400 (nuestro test)
- F60 Countryman Cooper S ALL 4 AT Chili: CLP $30.246.400
- F60 Countryman JCW ALL 4 AT: CLP $37.046.400
El nuevo MINI Countryman incursiona en un nuevo segmento que la marca denomina como UKL2, pensado como un auto para toda ocasión o bien como un auto para el uso diario, donde ya está presente Clubman. Pero, ¿Quién es el cliente de MINI y de Countryman? Aparece una persona madura de 48 a 55 años de edad, que gusta de disfrutar de las actividades outdoor, de disfrutar la vida. Busca a aquellos clientes que les gusta vivir la vida.
ESCENCIA MINI
El Countryman sigue teniendo el esencia de los modelos de la marca. A primera vista lo apreciamos como un auténtico MINI, aunque con una carrocería notablemente más grande que la generación previa y eso se nota: 4.299 mm de largo (+202 mm), 1.822 mm de ancho (+30 mm) y 1.557 mm de alto (+10mm). Su batalla aumentó en 75mm, totalizando los 2.670 mm. Recordemos que utiliza la plataforma del nuevo BMW X1.
Analizando su diseño, vemos que desde adelante está centralizado por una grilla generosa con bordes cromados dobles, con entramado interno tipo panal de abejas, además de la monografía S en color rojo del lado derecho del observador. Por los costados vemos sus dos ópticos, que mantienen sus formas ovaladas, además de incorporar de serie proyectores LED. La zona baja del paragolpes considera como elementos comunes a todas las versiones, la presencia de neblineros redondeados y una toma de aire central con diseño distinto, según la versión que se trate.
Por los costados encontramos elementos típicos de diseño de la marca como son: las tres secciones que dividen su carrocería que son: techo, zona vidriada y cuerpo principal. No podemos dejar en el tintero los grandes pasos de ruedas que albergan neumáticos Goodyear Efficient Grip, con llantas de aleación con neumáticos Bridgestone Turanza con llantas de aleación de diez radios en negro piano black.
En la zaga, lo más llamativo es su portón posterior, de grandes dimensiones (tipo van) que le da un gran protagonismo, a los costados dos pequeños ópticos verticales de buen aspecto, pero no demasiado llamativos. Abajo un parachoques parcialmente del color carrocería, puesto que su parte baja va revestida en resina negra, la que recorre todos los bajos del auto, salvo el zócalo de las puertas laterales revestido en gris satinado. Todo ello resalta su aspecto crossover, acompañado de dos grandes salidas de escape cromadas, que le dan a aspecto deportivo y bien marcado.
ADENTRO HAY MÁS ESPACIO, Y TAMBIÉN SE MANTIENE MUY MINI
Sobre su habitáculo, podemos señalar que uno de los principales argumentos a la hora de optar por un MINI Countryman en lugar de hacerlo por un MINI, está en el espacio interior, que realmente sorprende. Actualmente mejoró y mucho, no tiene nada que envidiar en cuanto a espacio al resto de sus competidores. Los pasajeros de las plazas delanteras y traseras pueden acceder de forma cómoda a los asientos gracias a las puertas de gran tamaño, que además ofrecen muy buenos ángulos de apertura. Los ocupantes ganaron 5 centímetros adicionales de espacio disponible.
En general, las terminaciones son finas, correctas, con polímeros blandos en toda la consola. Lo que también se agradece mucho es que hay muchos portaobjetos: portamapas en las puertas delanteras, apoyabrazos delantero central. Resulta algo pequeño, el espacio de los posavasos situados delante de la palanca de cambios. Las plazas traseras tienen la particularidad de poder desplazarse hasta un máximo de 13 cms en sentido longitudinal.
La posición ideal de manejo es bastante fácil de lograr, ya que cuenta con regulaciones en alto y largo para el asiento y volante. La visibilidad es excelente, ya que se maneja desde una buena altura, muy de crossover. Además las plazas traseras son muy amplias, tanto en ancho como en la distancia para las piernas. El tamaño del maletero se incrementó en 100 litros, totalizando los 450 litros, que con los asientos abatidos llega hasta los 1.390 litros.
Todos los Countryman Cooper S disponen como equipo de norma el sistema de apertura del portalón con sistema manos libres. Otro cambio es la sustitución de la tradicional palanca de freno de estacionamiento por un interruptor de accionamiento eléctrico. De serie las otras versiones disponen de la pantalla a color de 6.5″.
BOTONES Y TECNOLOGÍA POR TODOS LADOS
En el interior, en la consola central, ya no se da prioridad al velocimetro, como existía en todos los anteriores Cooper. El cambio automático lo encontramos con una palanca al piso y como “paletas” al volante. El velocímetro y el tacómetro, así como otros elementos que informan sobre datos de relevancia para la conducción, se encuentran en el tablero de instrumentos de nuevo diseño, montado sobre la barra de la dirección. El característico instrumento central (opcionalmente puede incluir una pantalla de color de hasta 8,8 pulgadas), ofrece, entre otros, informaciones sobre el estado dinámico del automóvil y sobre la activación de numerosas funciones que puede activar el conductor. Estos datos se pueden controlar mediante el botón de control MINI Controller que se encuentra en la consola central. Algunas de las informaciones se resaltan con un anillo luminoso de LEDs, para que se perciban con mayor claridad.
En general y a pesar de la gran cantidad de botones y pulsadores, se logra una óptima posición de manejo y no costará mucho superar el agobio de tanta tecnología. Este Countryman integra la opción MINI Driving Modes ofrece la posibilidad de realizar un reglaje personalizado del vehículo, modificando las líneas características del acelerador y de la dirección, pero también cambiando la sonoridad del motor, y se nota bastante.
También se puede disfrutar de una luz ambiental que varía según los modos de conducción activados. Además, los modos inciden también en las indicaciones que aparecen en el instrumento central, modifican la velocidad de los cambios de marcha de la caja automática e influyen en el reglaje del sistema de control dinámico de la amortiguación, un equipo opcional que se ofrece por primera vez para estos modelos. Además del modo estándar MID, el conductor puede activar los modos SPORT y GREEN. Está equipado con una caja de cambios automática, al activar el modo GREEN se puede conducir en modo de propulsión por inercia, cuando se desacopla el conjunto propulsor.
LA OFERTA MECÁNICA Y LA PRUEBA DEL COUNTRYMAN COOPER S
En cuanto a la oferta mecánica, llega con tres alternativas de motorizaciones, todas ellas bencineras y turboalimentadas. Los Cooper emplean el 1.5 litros tricilíndrico, que eroga 136 caballos y genera un par de 220 Nm, acoplado al cambio manual o steptronic (automático) de seis marchas en cada caso. Los Cooper S (los de este test) pasan a un cuatro cilindros de 2.0 litros con 192 caballos y 280 Nm de torque, que puede ir asociado a una transmisión manual de seis velocidades o automática de ocho. La cúspide de la oferta, la representa el Countryman JCW con su motor de 2 litros, 231 caballos de fuerza y un par de 350 Nm, acoplado únicamente a la caja automática de ocho relaciones.
Respecto a las sensaciones al volante, afírmece a su asiento porque de verdad este Countryman Cooper S es 100% deportivo, con un motor de gran performance y una estabilidad realmente notable. Su conducción se siente más sofisticada, mucho mejor que el modelo anterior, más directo, más deportivo. A pesar de crecer en tamaño, el Countryman también se siente como buen MIN como un «cohete de bolsillo» con una facilidad que sorprende para ir a altas velocidades y las recuperaciones son ágiles desde muy bajas RPM. Tiene homologados por el 3CV (Consumo Vehicular) unos 11 km/l en ciudad, 17,1 km/l en carretera y un mixto de 14,2 km/l, En Rutamotor logramos un promedio de 12,8 km/l.
El 2.0T tiene grandes prestaciones y gran capacidad de respuesta que se transmite en una aceleración excepcional. En cuanto pise el acelerador, tanto en bajo como medio régimen, obtendrá una respuesta enérgica e inmediata. Los datos de su performance lo indican: 0-100 km/h en 7,4 segundos y llega a los 225 km/h. A pesar de ser familiar, e disfruta en cualquier tipo de carretera, con una suspensión muy bien equilibrada, aunque igual se siente algo áspera.
Acelerar a fondo en las primeras velocidades hace trabajar al control de tracción en las curvas cerradas y las frenadas en curva provocan un inicio de reacción del tren trasero, típico de los MINI, una delicia, aunque a varios asustará un poco. El frenaje es impecable, estable y aplomado, incluso en curva. Un aspecto que también mejoró son las reacciones de la caja automática tanto al sumar como rebajar marchas.
En concreto, el nuevo Countryman es mucho mejor que el anterior, en todos aspectos. Los principales: espacio, diseño, tecnología y sensaciones. Es superior en todo, y sus buenas ventas grafican el buen recibimiento tanto en Chile como mundialmente. ¿Qué opinas?.
