En Maserati tenían todas las esperanzas puestas en el Levante, el primer SUV de la compañía, que esperaban se transformara en una máquina de hacer dinero, tal y como ha sucedido en casi todas las otras marcas que se atrevieron a entrar al segmento.
Pero no ha sido tan así. Después de un impulso inicial, lentamente ha decaído la demanda por el modelo gracias a algunas fallas de diseño y curiosidades dignas de ingeniería y diseño automotriz italiano, que incluso ha llevado a parar la producción temporalmente para bajar el stock disponible. Esperan revertir esta situación con la llegada del modelo GTS, de 523 hp.
Con un motor de 3.8 litros twinturbo, el mismo que ocupa el Quattroporte GTS y es fabricado por Ferrari, quieren darle el alma deportiva que aún no refleja el modelo. De esta forma se posicionaría como una alternativa interesante al Porsche Cayenne Turbo, el líder del segmento deportivo de los SUV premium para arrancar primero del mall.
El Levante GTS debería ser presentado a mediados de este año, para luego presentar una versión híbrida del LEvante, que compartiría plataforma con la minivan Chrysler Pacifica híbrida (sí, aún fabrican minivan).
