Pimp My Ride fue uno de los programas que marcaron una tendencia en parte de la industria de personalización (para bien o para mal) durante la primera década del 2000, con diseños y añadidos extravagantes a vehículos a mal traer. Pero como en todo show televisivo, había mucho de la historia que no contaron.
En este video del canal Looper de Youtube cuentan algunos detalles que no salieron al aire, dados por algunos que no quedaron muy contentos con los resultados. Por ejemplo, el proceso de reparación no era tan corto como se mostraba en el show; en un caso demoraron hasta 7 meses en los trabajos, tiempo en que al dueño del vehículo le pagaron solamente dos meses el arriendo de un vehículo.
Si bien se enfocaban en la pintura y equipamiento extravagante (cortesía de los auspiciadores) muchos dueños de vehículos reclamaron que los problemas del auto antes del programa los mantuvieron; es decir, reparaciones mecánicas no hubo. La pintura era de mala calidad, y algunos de los añadidos eran tan ridículos (como una máquina para hacer algodón de azúcar o un brazo robotizado para tocar un triángulo) que terminaban siendo una molestia y nunca los ocuparon.
Y como se trata de un programa de televisión, algunos autos los empeoraban para que la historia inicial sea más interesante. Uno de los participantes con sobrepeso dijo que su auto se lo llenaron de barras de chocolates y dulces, haciendo ver que los tenía tirados sobre el asiento por si manejando le daba hambre. Y también la primera reacción (cuando Xzibit golpeaba la puerta de la casa) la filmaban varias veces de ser necesario, si es que el participante no la hacía con mucho entusiasmo.
