Hyundai Grand i10 Sedán 1.2L 5MT Full 2017: Entrada familiar

por Equipo Rutamotor

El Hyundai i10 es uno de los compactos más vendidos en Chile. En esta nueva entrega el compacto coreano se transforma en uno de los urbanos más sugerentes por su diseño y funcionalidad. Es un modelo 100% nuevo y ahora exhibe un diseño más moderno, un interior con mejores terminaciones. Hoy, las versiones del i10 en Chile se complementaron en 2016 con la llegada del «hermano mayor» de este pequeño urbano, el Grand i10 Sedán, un modelo que llega desde India. Esta variante cuatro puertas del exitoso modelo,aterriza en cuatro versiones, todas con motor de 1.2 litros con 86 hp y caja manual de cinco marchas.

Sus precios parten desde los CLP $6.590.000 (con bonos de la marca) hasta los CLP $7.390.000. En este competitivo segmento tiene duros rivales de la talla del el Renault Symbol, Chevrolet Sail, Great Wall Voleex C30 y en gran medida al Suzuki Swift DZire. T odos los Grand i10 Sedán cuentan con una amplia garantía de 5 años o 100.000 kilómetros, lo primero ocurra. El nuevo Grand i10 Sedán, comparte plataforma con el Grand i10 Hatchback, presentado en nuestro mercado hace poco más de dos años. A primera vista, sus líneas siguen la filosofía de diseño, que Hyundai denomina “Escultura Fluída”. 

HYUNDAI GRAND I10 SEDÁN PRECIOS ENERO DE 2017

    • Grand i10 Sedán 1.2L 5MT GL 2AB: CLP $6.590.000
    • Grand i10 Sedán 1.2L 5MT 2AB AC: CLP $6.690.000
    • Grand i10 Sedán 1.2L 5MT 2AB AC ABS: CLP $6.890.000
    • Grand i10 Sedán 1.2L 5MT 2AB AC ABS Full: CLP $ 7.390.000 (nuestro test)

Se ofrece en dos grados de equipamiento GL y GLS. En todas sus versiones suma cámara de retroceso, radio CD MP3 USB Ipod y pantalla Touch de 7 pulgadas, alarma, apoya brazos central trasero, Bluetooth, defrost vidrio trasero, dirección asistida, espejos exteriores y parachoques del color de la carrocería, salida auxiliar de 12V, tacómetro y volante regulable en altura. Según versión, puede equipar aire acondicionado, alzavidrios y espejos exteriores eléctricos, cierre centralizado de puertas, control de audio al volante, compartimiento bajo asiento del copiloto, guardafangos, neblineros y volante y palanca de cambios de eco cuero.

En materia de seguridad, todas sus cuatro versiones incluyen doble airbag frontal, inmovilizador de motor, carrocería con deformación programada, seguro para niños en las puertas traseras y volante colapsable. Por su parte, las dos versiones más equipadas, agregan frenos con ABS. Los frenos delanteros son de discos ventilados y los traseros de tambor, mientras la suspensión delantera es del tipo McPherson y la trasera de barra de torsión.

UN CITY ESTIRADO

Sus cotas son de 3.995 mm de largo (230 mm más largo que el HB), 1.660 mm de ancho y 1.520 mm de alto (15 mm más alto que el HB), con una distancia entre ejes de 2.425 mm y capacidad de carga del maletero de 407 litros, una de las más destacadas de su segmento. Calza neumáticos 165/65 R14, pudiendo optar a llantas de acero (las de nuestro test) con tapas de ruedas o bien llantas de aleación, según la versión escogida.

Ya más en detalle, veremos que el i10 tiene una parrilla frontal totalmente nueva, con un re-diseño de ópticos, similares al nuevo compacto Eon, aunque por sus tamaño se ve más agresivo y deportivo que el i10 que reemplaza. Se rediseño la parte posterior, dando la sensación de un nuevo volumen, en la que exhibe los toques de diseño de la nueva época que vive la compañía guidos por su diseño «Escultura Fluída», que muestra una parrilla frontal imponente y con focos generosos en tamaño que se han convertido en el carné de identidad de los nuevos Hyundai.

Sus grandes ópticos y neblineros circulares a los costados le dan mucha presencia al frontal. Lateralmente se observan varias líneas que recorren este compacto que terminan atrás con focos verticales en forma de “joya”, con un portalón trasero corto, que le dan una caída violenta a la saga, para mantener sus dimensiones acotadas.

UN MEJOR INTERIOR

Adentro todo luce nuevo, actualizado a los canones actuales de diseño. Los materiales del tablero son de un mejor tacto que antes, con polímeros duros pero de buena calidad. Además hay muchos más lugares que antes donde guardar cosas como abajo de la consola central y atrás de la caja mecánica. Algo que no me gustaba del modelo anterior era su interior, “plano”, sin chispa. En esta nueva generación se le intentó agregar algo de color al interior, que suma varias nuevas tonalidades, pero también debido a que cuenta con detalles mejora calidad y diseño.

El cuadro de instrumentos combina relojes de muy fácil lectura con un fondo blanco con una pantalla central posterior que indica del computador abordo (con un fondo azul). Este muestra consumo instantáneo (lo malo es que mide en litros cada 100 kms o l/100 kms), consumo promedio, lo que queda en kilómetros del estanque, cronómetro y la función ECO, que indica el mejor momento para pasar los cambios en el mismo display (muy práctico).

En su habitáculo se anuncian cuatro centímetros extra para las piernas de los pasajeros de las plazas posteriores. En general, lograr una buena posición de manejo es bastante fácil. El puesto de conducción es intuitivo, todo está cerca y tiene un volante que sólo tiene regulación en altura y no en profundidad. El asiento del conductor es cómodo, pero no tiene regulación de altura. Adelante hay mucho espacio sobre todo en alto y ancho, en donde se nota el salto en dimensiones (cuatro centímetros) respecto al anterior i10, aunque es bastante grande, no sobra. Ahora, si el conductor de adelante no supera los 1.70m el viaje será cómodo, eso si consideramos la buena altura disponible, sobre la media, y que permitirá llevar con holgura a las personas atrás.

El equipo de audio (puesto en Chile) es una radio china que tiene de todo y suena bien. Bien en bajos y alto menor en los agudos, con una radio que tiene para CD, USB, MP3, Bluethooth, de todo y lo bueno que en todas las versiones. A ello suma otro punto positivo, los controles de radio al volante. Como probamos la versión tope de gama mecánica, esta agrega airbags para conductor y pasajero como en todas las versiones, sin embargo, los frenos ABS solo están disponibles en las dos últimas versiones más equipadas, un elemento impresentable que todavía se mantenga como una «opción» en nuestro mercado, todos y cada uno de los autos nuevos del mercado deberían tenerlo, ¿o no?.

UN EXCELENTE 1.2L

Bajo el capó mantiene el propulsor bencinero de 1.2 litro MPI DCVVT de 16 válvulas, que entrega una potencia máxima de 86 HP a las 6.000 rpm, y un torque de 12,3 Kgm (112 NM) a las 4.000 rpm, asociado a una caja de transmisión manual de cinco velocidades, que le entregan un manejo bastante ágil. Esta nueva planta motriz logra los 0-100 km/h en 11.2 segundos y unos 175 km/h de velocidad máxima. El consumo que logramos fue de 14,1 km/l mixto. Según el 3CV el i10 con motor 1.2L. Nosotros logramos un promedio de 13,5 km/l.

Si  lo apuramos, igualmente recupera bastante bien, se siente un motor alegre, ágil, bastante elástico sobre las 3.000 RPM, permitiendo una dinámica de manejo silenciosa si lo llevamos tranquilo. El desarrollo de los cambios es muy largo, sobre todo en la segunda y tercera marcha, privilegiando la suavidad y el consumo contenido. Al manejarlo se siente un comportamiento dócil, sin nervios, lineal e intuitivo. Tiene movimientos predecibles, la dirección tiene el feeling justo, aunque estas direcciones eléctricas pecan de no entregar tanta información del camino al conductor, pero con el tiempo nos fuimos acostumbrando. En carretera este i10 sedán reacciona bastante bien como en tránsito urbano debido a su agilidad para desenvolverse donde mejor lo hace, en el tránsito citadino y las carreteras dentro de la ciudad.

El hábitat natural de este modelo es, lógicamente, la ciudad. Ahí agradecerá la suavidad de su dirección eléctrica, que está muy desmultiplicada y tiene 3,5 vueltas entre topes. Si sale de la ciudad y se circula a más de 100 km/h, descubrirá que la insonorización del habitáculo es muy buena pese a que el motor es un poco «ruidoso».

La suspensión y la puesta a punto no es tan blanda, como muchos esperarían. Y lo mismo ocurre con los asientos, que presentan un mullido duro pero no incomfortables para viajes largos. Claro, pensemos eso si que se trata de un compacto que no está pensado tanto para realidad viajes de varias horas. Se siente bastante estable en caminos con curvas y creo que a muchos les gustará el aplomo, su andar se siente a uno de mayor volumen, permitiendo promedios sobre 100 km/h sin problemas.

En suma, el novedoso Hyundai Grand i10 Sedán 2017 suma puntos por su renovado diseño, espacio interior y por el salto de calidad. Además el motor 1.2 litros es muy silencioso y bastante vigoroso. Ahora, hay varios faltantes de equipamiento para lograr una mejor relación precio-equipamiento, sobre todo en elementos de seguridad como ABS y más airbags (laterales en los full por ejemplo). ¿Qué opinas?

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