Cruzar la meta con la bandera a cuadros debe ser una de las mejores sensaciones para cualquier piloto de carreras, y es a lo que todos apuntan: ganar la carrera. Incluso si se termina de forma extravagante.
El Grand Prix de Macao, circuito callejero conocido por sus rápidas y angostas pistas, fue el anfitrión para una fecha de FIA GT World Cup. La carrera terminó de forma bastante abrupta tras el accidente de Laurens Vanthoor en su Audi R8 LMS, quien volcó y se arrastró sobre el techo por varios metros, hecho que motivó la bandera roja para detener la carrera.
A pesar de que el accidente fue después de que había sido adelantado por un vehículo Porsche, como no se dió reinicio a la carrera se hizo el conteo de vueltas y posiciones, declarando como ganador a Vanthoor, a pesar del accidente. Y Aunque Porsche hizo el reclamo respectivo, la excusa fue se había penalizado previamente al mismo piloto con 5 segundos de retraso, por una maniobra anterior en la carrera, razón por la que quedó finalmente en cuarto lugar.
