Si se pudiera definir esta actual versión del Focus 2006 sería como «más adulta». Es que el Ford Focus 2005-2006 esta lejos de ser una novedad. Después de todo, lleva un tiempo en el mercado nacional. Si, porque la versión Mercosur del modelo Focus a perdido en parte peso con el paso ineludible paso del tiempo y ha visto diluir su éxito de antaño con la llegada de algunos rivales provistos de un diseño y tecnología de punta.
No obstante, la ausencia de una renovación estética profunda, Ford ha sabido inyectarle un segundo aire al modelo por medio de una deportiva versión automática con una ecuación que siempre gusta, «precio-equipamiento». Esta unidad fabricada por Ford Motor Argentina (planta de Pacheco) de tres volúmenes es derivada directamente de la versión hatchback. Sin embargo, esta versión no presenta desequilibrios entre sus partes; la trompa, el habitáculo y, sobre todo, el baúl conservan una simetría digna de imitarse en productos de otras latitudes.
Podríamos definirlo en un modelo parecido notablemente a su hermano mayor, el Mondeo, por no es un modelo «a escala». De hecho, en su momento, la prensa especializada felicitó esta semejanza, probablemente porque por alguna curiosa razón el resultado de compactar al Mondeo es particularmente atractivo. En concreto el Focus 2005 tiene una apariencia más adulta y definitivamente menos vanguardista, aunque hace falta ser muy detallista para distinguir los sutiles cambios en este modelo nuevo.
En cuanto a su diseño, el Ford Focus es un automóvil de líneas muy suaves. Un auto con estilo y elegancia. Este modelo se enmarca dentro de la línea «New Edge» desarrollada por Ford hace algún tiempo en sus otros productos.
LEVES CAMBIOS
La modificación que más se advierte está en la máscara, que ahora es cromada y más grande. Otros nuevos detalles son los faros delanteros reformados con ópticas transparentes y un nuevo frontal que incorpora una toma de aire ancha, más baja. Pese a que las principales dudas giraban en torno a su calidad de terminación, no hay una gran diferencia frente a las unidades europeas. Se nota el esmero puesto en su construcción.
Los diseñadores modificaron más los interiores que el exterior. Se ha conservado su gran espacio interior, teniendo en cuenta lo compacto de su tamaño y su altura interior brinda gran espacio para la cabeza. La consola central alberga la palanca de cambios, espacios para bebidas, el freno de mano. Se hecha de menos un espacio más generoso debido a que no es muy logrado el diseño de la grilla donde aloja la palanca de cambios; además de pequeña posee dos portavasos escasamente elegantes.
El volante es grueso y de aro acolchado, muy grato de «grip». Los instrumentos ofrecen una apariencia bastante deportiva gracias al fondo blanco de los discos analógicos, aunque hace falta una renovación mayor en su diseño.
DESTACA POR SU MOTOR
La unidad que Ford nos entregó es el Focus 2 litros y 130 caballos. Lo que destacamos es su transmisión automática de cuatro marchas, que considera además un sistema de «overdrive» o sobremarcha de excelente desempeño con una velocidad máxima, según el fabricante, de 180 km/h. El motor no es una novedad en así mismo. Pero es silencioso en ralenti y de aceleración progresiva. Aunque el propulsor rinde por encima de las 4000 rpm. Por debajo de ese régimen es perezoso y le cuesta reaccionar, aunque lejos está de quejarse.
El sistema overdrive lo hace despertar al momento de requerirlo. Esto le da una gran agilidad para el uso urbano y por otro lado para maniobras de adelantamiento en las carreteras. Este excelente motor no destaca eso si por su consumo de combustible. Ahora andando en él con moderación esto no debiera ser un ítem de preocupación. Además hay que recordar que este motor es el tope de gama, por lo que el que quiera desaprovechar un propulsor más económico, debe irse a las versiones inferiores (1.6).
Sin embargo nuestra recomendación es elegir la 2.0 ya que no tiene casi nada que envidiarle a los autos de corte europeo de mucho más valor. Su suspensión independiente es bastante estable y acompaña a la dinámica del automóvil incluso presionándolo al límite en curvas, donde su comportamiento es bastante bueno pese a no tener un control de estabilidad.
Cabe señalar que las suspensiones fueron modificadas por los técnicos argentinos para adaptarlas a las necesidades del Mercosur. Si bien fueron levantadas y su dureza es menor, los especialistas no cambiaron el tradicional comportamiento equilibrado del Focus. Sus frenos de disco en las 4 ruedas son potentes situaciones de riesgo permiten mantenerlo bajo control total.
CONCLUÍMOS
Primero que el Focus Sedán es un modelo que tal vez no ha tenido las ventas que debiera. Dos que se maneja y se siente muy bien. La amplitud del habitáculo, sumado a unos mandos muy ergonómicos, permiten una conducción de primer nivel. Además cuenta con un gran volumen del maletero 490 litros, con la posibilidad extra de abatir los asientos traseros.
Ahora por el precio ($9.240.000) me atrevería a decir que es una de las mejores compras tanto por su comodidad, seguridad (doble air bag), llantas de 15 pulgadas, amplio equipamiento eléctrico y performance. Sus rivales coreanos no lo superan. Lo malo: sus sistema de aire acondicionado, lento y con escaso enfriamiento, especialmente para esos días que uno quiere «aislarse» del calor de Santiago.
En resumidas cuentas un vehículo bastante urbano que cuenta con todas las herramientas para el día a día. Un modelo elegante y deportivo que se resiste con fuerza a cambiar, pese al ineludible correr del tiempo.
