Exclusivo: Te mostramos en detalle el Lada NIVA E5 4×4 2015 que ya se vende en Chile

por Equipo Rutamotor

A petición de varios de nuestros lectores, y siempre movidos por nuestro apetito por la actualidad y el saber «motor», nos trasladamos hasta la Casa matriz de Lada Chile, ubicadas en el núcleo empresarial Enea en Pudahuel. Fuimos recibidos por el Encargado del Área técnica (Claudio Rivano, a quien le damos nuestros agradecimientos por darnos todas las facilidades). Recordemos que el Lada 4×4, es conocido mundialmente como Niva, vocablo ruso que alude a los campos de trigo.

Cuando Lada desembarcó en nuestro país, durante el primer trimestre de 1988, llegó con la premisa de ofrecer autos de precios bajos que estuviesen al alcance de la clase media. Sin embargo, Rivano nos señaló que el Niva no estuvo dentro de los modelos más demandados en ese tiempo, debido a su precio, que en marzo de 1988, llegaba a los $ 2.490.000. Lada Chile no tiene entre sus planes inmediatos comercializar la versión cinco puertas del 4×4. Actualmente disponen de un stock de 30 ejemplares en colores blanco, azul marino y burdeo. Su precio con IVA incluido es de CLP $7.723.000.

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Dentro del line up que la marca ofrecía en esos años: 2105, 2104SW y Samara HB, sobresalía un todoterreno rudo: el Niva, concebido hace casi cuatro décadas como un 4×4 barato y confiable, con tracción integral permanente, carrocería autoportante y suspensión delantera independiente.

Inicialmente llegó en versiones equipadas con un motor bencinero carburado de 1.568 c.c. de desplazamiento, que entregaba 80CV, acoplado a la tradicional caja de cinco marchas. Por aquella época, el nicho de 4×4 estaba limitadísimo a poquísimos participantes, entre los que se encontraban: Chevrolet Trooper 2.3, Dacia 4×4, Daihatsu Rocky, Suzuki SJ 413 y por la parte alta el Nissan Terrano 2.4 y Mitsubishi Montero 2.6.

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Pero desde el 1 de septiembre de 1992, con la entrada al mercado de los autos catalíticos, se produjo la transición hacia una versión catalizada, cuyos datos al cierre de esta nota, aún no he podido escudriñar.

Rivano nos explicó que el nuevo Lada 4×4 llega en su versión MY15 manteniendo su carrocería monocasco de tres puertas de dimensiones compactas. Su diseño se mantiene prácticamente sin grandes modificaciones desde que el primer modelo fuese presentado en 1977. Su frontal exhibe una máscara de resina plástica negra con el logo cromado del fabricante al centro. A ambos lados encontramos los ópticos halógenos redondos empotrados en dicha pieza.

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En la parte superior del capó encontramos ópticos semirectangulares que cumplen una doble función: luz de posición (blanca) y señalizador (naranjo). El paragolpes, muy en el estilo de los autos de fines de los setenta y comienzos de los ochenta, va separado del resto de la carrocería, con esquinas recubiertas en uretano y una banda de resina que recorre todo el centro. Las unidades comercializadas en Chile contarán con winche de arrastre, también de instalación local.

Lateralmente vemos un clásico todoterreno de dos volúmenes, donde se advierte la influencia de FIAT en su diseño, sobre todo en detalles como la manilla de las puertas, que recuerdan al 125 y 147 o el contorno de las puertas. Un repetidor lateral se ubica en el extremo lateral delantero. La antena que vemos en esta unidad, nos explicaron, es instalada en Chile, junto con el sistema de audio JVC. Se advierte una cintura alta.

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El zócalo va recubierto en pintura negra de alta resistencia a golpes de piedras u otros objetos. Monta nuemáticos de origen ruso (Kama 232) de medida 185/75 R16 con llantas de acero. Otro elemento que ha permanecido intacto en el modelo son las aletas que hacen las veces de guardafangos.

Comparándolo con las primeras unidades, las diferencias radican en la posición de la antena, que antes iba recta, casi en la unión del pilar A, mientras que los espejos exteriores, de tamaño pequeño, tipo banderín fueron reemplazados por otros integrados, que otorgan una mejor visual al conductor, siempre con comando manual desde el interior. La clásica aleta deflectora de aire, de los vidrios laterales delanteros fue reemplazada por la pieza de vidrio completa. Otros cambios muy sutiles son la decoración del vierteaguas que antes era cromada, al igual que los sellos de los parabrisas delantero y posterior, que llevan realces cromados.

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En la zaga, comparándolo con el modelo de 1988, el portalón llegaba hasta la zona de la patente y los ópticos, que iban dispuestos de manera horizontal. Ahora el portalón abarca hasta el parachoques trasero y las luces cambiaron su diseño por uno vertical, al igual que su distribución en el óptico. La designación «Niva 1600» que iba puesta al costado derecho, fue reemplazada por la de Lada 4×4 en el cubrepatente.

Una manilla en la parte baja del portalón permite abrirlo y cerrarlo. Curiosamente no lleva chapa alguna, para abrirlo, cuenta con un curioso sistema de apertura desde el interior, muy poco funcional para el conductor, puesto que se acciona desde una manilla ubicada en el panel interior del asiento posterior.

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SUS MEDIDAS

Sus cotas alcanzan los 3.740mm de largo; 1.680mm de ancho y 1.640mm de alto. Su batalla llega a los 2.200mm. Su despeje es generoso con respetables 314mm, ideal para manejar despreocupadamente en días de lluvia.

Al abordarlo, parece que experimentamos un viaje en el tiempo a los años setenta. El recubrimiento interno de las puertas da cuenta de una auteridad y cero pretención de sofisticación. Destila simpleza y rudeza en sus terminaciones. El pituto del seguro de la puerta nos recuerda su herencia italiana. Bienvenida la manilla para subir y bajar el vidrio. El tablero si presenta una cierta evolución que lo pone más a la altura de un auto noventero.

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De partida el volante es de cuatro rayos acolchado (antes era de dos). La información del cuadro de mandos es básica: indicadores análogos de temperatura del motor, tacómetro, velocímetro y nivel de combustible. Novedades son la inclusión de un reloj y odómetro digitales. Hay testigos luminosos de reserva de bencina, recordatorio del cinturón de seguridad, del bloqueador de diferencial y de la reductora.

Al darle giro al motor, me recuerda al Peugeot 504, que llevaba la chapa de encendido al costado izquierdo de la columna de dirección. Al derecho, en una ubicación algo compleja de accionar con celeridad, está la de los intermitentes. Las luces e intermitentes son accionadas mediante dos telecomandos, al igual que el limpiaparabrisas. De serie viene equipado con un inmovilizador de fábrica, que emite una curiosa alarma audible que va «in crescendo» al accionarse, semejante al pitido de una tetera al hervir.

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Las viseras cuentan con portadocumentos y son pivoteables. El retrovisor interior no cuenta con función día/noche o atenuador de encandilamiento posterior. Otro cambio visible respecto de los primeros Niva llegados a Chile son las rejillas de ventilación de la consola central, que antes eran circulares y ahora son rectangulares. Dos aireadores adicionales, hacen mérito menor en ambos costados del panel.

Más abajo encontramos las palancas para regular el sistema de calefacción/ventilación que regula los flujos y la botonera que permite controlar el lavador del vidrio posterior, ventilador de tres velocidades, desempeñador y antiniebla trasero. El sistema de audio va localizado justo bajo estos elementos.

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La consola central inferior alberga un pequeño espacio para dejar objetos menores, donde lleva un aviso en ruso acerca de la operación de la transmisión manual. Más atrás encontramos dos palancas de menores dimensiones que permiten controlar la reductora y bloqueo de diferencial. Un cenicero y encendedor dan por terminada esta área del Lada 4×4.

En el túnel central que va entre ambos asientos delanteros, encontramos el freno de mano y los aseguradores de los cinturones delanteros. El piso va recubierto en plástico. Las plazas posteriores no disponen de reposacabezas y tienen cinturones para dos ocupantes. En rigor alberga hasta cuatro pasajeros. El respaldo puede ser abatido. Su maletero puede albergar entre 265 y 585 litros de equipaje.

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Los asientos van tapizados en tela con estampado de entramado múltiple, con ciertas zonas recubiertas en tela plástica, presentan buen acolchado y al parecer están diseñados para dar una buena sujeción a los ocupantes (al menos los delanteros). Son regulables en posición y reclinación del respaldo. Se extraña que la banca trasera no contase ni siquiera con apoyacabezas fijos. La iluminación del habitáculo del Lada 4×4 está garantizada por dos luminarias ubicadas, una a cada lado, en el pilar B, accionadas por contacto al abrir las puertas.

REVISEMOS SU MOTOR

Al abrir su capó, este se abre de manera inversa (otra herencia de FIAT), donde lo primero que nos llama la atención es la presencia de la rueda de repuesto y que está listo para instalarle snorkel (para aquellos que gustan hacer exploraciones anfibias). Este Lada 4×4 es propulsado por un motor bencinero de 1.690 c.c. de desplazamiento, con sistema de inyección multipunto, cuatro cilindros en línea, que entrega 83 CV de potencia a 5.000 vueltas y un par motor de 129Nm disponibles cuando el tacómetro llega a las 4.000 vueltas.

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Va asociada a una caja que es toda una joya: transmisión manual de cinco marchas, la que se acopla con el grupo reductor/diferencial central (con mecanismo de bloqueo manual), del que nacen dos árboles motrices que se acoplan con los diferenciales delantero y trasero.

Dispone de un sistema de 4×4 permanente, donde las marchas reductoras sacrifican velocidad por torque, lo que le permite circular por caminos trabados y pendientes díficiles. Además, el sistema de bloqueo del diferencial central que va a la caja de transferencia, distribuye la fuerza del motor en proporción 50:50 entre ambos ejes. Si una rueda patina o queda en el aire, las ruedas que están en el piso, traccionan más.

Logo Lada

Una particularidad de este modelo, es que es muy raro que se vuelque al tomar una curva con velocidad. Lo anterior debido a la especial configuración de sus sistema de suspensión: delantera independiente y trasera rígida, lo que asegura dos cosas: la perpendicularidad de las ruedas traseras al suelo y el paralelismo entre ambas. Como novedad esta versión estrena sistema antibloqueo de frenos (ABS) con sistema de asistencia al frenado de urgencia (BAS) con frenos de discos delanteros y tambores autoajustables atrás.

¿Qué te pareció el Lada NIVA 2015?, coméntanos.

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