El Toyota RAV4 ha logrado buenas apreciaciones en su última generación, donde ha logrado consolidarse como uno de los referentes en el segmento, gracias a la mejora general de construcción, materiales, presencia, equipamiento, y disponibilidad de motores y tecnología. Como la mayoría de los vehículos nuevos populares, fue sometido al temido Test del Alce (Moose Test) de la revista Teknikens Varld, donde no le fue muy bien.
Los resultados fueron de un «comportamiento peligroso» por parte del RAV4, a pesar de tener más controles de tracción y una suspensión mejorada con respecto a la versión anterior. Según la fuente, el control electrónico de estabilidad tuvo una respuesta muy tardía, por lo que la versión a gasolina y la versión híbrida fallaron en la prueba al momento de girar por segunda vez el volante, donde (estando a la capacidad máxima de carga) varias veces quedaron con dos ruedas en el aire.
Teknikens Varld recordó que no es el primer fallo de Toyota en esta prueba, ya que en el 2007 probaron la Hilux, donde apenas pudo pasar la prueba a 57 km/h, y estuvo cerca de darse vuelta, lo que hizo que Toyota suspendiera un tiempo la venta para mejorar la suspensión y agrandar los neumáticos.
