El olvidado Juan Zanelli, único chileno que ganó un Grand Prix

por Equipo Rutamotor

Cuando hablamos de los rostros del automovilismo chileno, rápidamente pensamos en un desaparecido Carlo de Gavardo, «Chaleco» López, Ignacio Casale, o un Eliseo Salazar. A pocos les sonará el nombre de Juan Zanelli, un «gentleman driver» chileno, que a pesar de ser prácticamente un desconocido, ha sido el único en ganar un premio Grand Prix.

Claro que tampoco los podemos culpar, ya que no es un contemporáneo. Juan Zanelli permaneció mucho tiempo perdido en el anonimato chileno, hasta que fue «redescubierto» gracias a la investigación realizada por el autor del libro «Coche a la vista», Rodrigo Velasco, quien le dio el reconocimiento que se merece.

Zanelli, nacido en 1903, estudió en Suiza y terminó como cónsul en Niza, donde gracias al cargo se pudo codear con la aristocracia europea, y fue eso lo que finalmente le permitió adquirir un Bugatti de segunda mano, con el que tras una serie de reparaciones, pudo entrar a competir en un mundo donde la mayoría eran corredores aficionados, pero con un bolsillo suficientemente grande como para pagarse esos lujos, los conocidos «Gentleman Driver».

Así fue como a partir de 1929 comenzó su carrera en el Grand Prix (lo que después evolucionaría a ser la Fórmula 1 que conocemos hoy). Sus primeros logros le permitieron cambiar su auto de competición por uno nuevo, con el que llegó a su consagración el año 1933, cuando ganó el Grand Prix de Penya Rhin de Catalunya, sobresaliendo por los pilotos destacados de la época. Sin embargo no fue su único triunfo, ya que también fue campeón del Campeonato Europeo de Montaña en 1931, un equivalente al campeonato de rally actual, y otras carreras de Grand Prix.

Pero en ese tiempo las noticias no se transmitían rápidamente ni eran baratas, por lo que se seleccionaba con pinzas lo que llegaba a este lado del Atlántico. En una época marcada por las grandes guerras, una noticia así no parecía tan importante, y en Chile se supo solo por una pequeña nota en el diario El Mercurio.

Lamentablemente el final de Zanelli no estuvo marcado por sus logros ni reconocimientos, sino que murió casi en el anonimato. Cuando la Alemania Nazi invadió Francia, Zanelli, quien era opositor reconocido del régimen fascista, se unió a la Resistencia Francesa, y durante un enfrentamiento en 1944 en la ciudad de Toulouse, murió en combate.

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