Para el año 2022 habrán nuevas reglas en el Campeonato Mundial de Rally WRC. La más notoria hasta ahora es que se implementará un sistema semihíbrido en los vehículos, medida que será de transición entre los años 2022 y 2025 para llegar a ser completamente híbrido, o con mayor respaldo eléctrico.
La idea de esto es que los vehículos puedan movilizarse con el respaldo de baterías durante sus cruces por las ciudades, y tener un golpe extra de potencia durante la carrera, algo así como sucede en la Fórmula E. Esto además les servirá como apoyo en algunas etapas cuando alguna pieza del motor falle (por ej. reviente un turbo, falle transmisión, etc) y el vehículo podrá volver a pits por sus propios medios.
Otra de las medidas que llama la atención es que congelarán el desarrollo de neumáticos entre 2021 y 2024, para evitar una escalada en la guerra de fabricantes de neumáticos, bajando así los costos. Y también permitirán a los fabricantes «escalar» el tamaño de los vehículos utilizados en el campeonato, para que no solamente tengan que usar sus modelos compactos, permitiendo la entrada de nuevos modelos (o fabricantes) al campeonato, quienes se verán tentados al entrar con sus vehículos medianos más populares.
