En Rutamotor queremos dominar las dos ruedas y ahora fue el turno de este servidor para asistir a un entretenido y sobre todo didáctico curso de BMW Motorrad. La gama estaba compuesta por modelos GS desde la 650, 700 y 800 cc, unos monstruos. Todas con un gran nivel de equipamiento de seguridad y confort y que además pesan en promedio, sobre los 200 kg.
Partimos el curso desde cero, desde como colocar los pies, manos, como doblar, como acelerar suave, paso de cambios, frenos, etc. Es un mundo nuevo y había que dominarlo bien. Ahora les contaremos.
PARTIENDO DESDE CERO
Para muchos, que no estamos tan inmersos en el mundo de las dos ruedas, pensar en manejar una BMW era por decirlo menos, lejano. Probablemente algunos manejado una pequeña scooter, con motor de 125 cc, cambio automático y un bajo peso, por lo que al menos la sensación de conducir dos ruedas ya estaba. Pero pasarse a una moto más grande, que pesa fácilmente el doble de nuestro peso, con sobre 50 hp, no sería fácil sin la correcta instrucción.
Por lo mismo, nada mejor que una entretenida y útil invitación por parte de BMW Motorrad a participar de un curso de instrucción en manejo de motos, especialmente dedicado a la prensa automotriz. Esta invitación consistió en una actividad durante el día, comenzando en la casa BMW de la Dehesa, donde temprano nos reunimos y partimos en varias unidades de BMW en dirección al campo en el sector de El Noviciado (antes conocida como La Ciudad Azul, el que cuidó por muchos años el Burrito Luis Miguel), y que hoy utiliza la marca alemana para realizar estos cursos.
EN UN TERRENO MUY GRANDE
El lugar es un gran terreno de cerca de 150 hectáreas, en donde existe diversos recorridos en donde se puede practicar desde un nivel principiante hasta muy avanzado, con bastante seguridad y en un ambiente controlado. La infraestructura es mínima, pero la suficiente para el tipo de actividad que realizaríamos. Lo más importante es el apoyo de los instructores profesionales y con mucha experiencia en la marca.
Al llegar, nos esperaban cerca de siete motos de diferentes características, comenzando por la más «pequeña», una BMW GS650, siguiendo por una F700 y una F800, todas de la línea GS. Ahí nos distribuimos en dos grupos, los principiantes y con más experiencia.
Como no entendí del tema, partí con los principiantes, por dos razones. Primero, porque claramente mi experiencia en motos es bastante baja, y segundo, porque quería ver cuales eran las etapas y las metodologías que se utilizan para enseñar a conducir una moto, de ese tamaño y peso. Lo primero fue una explicación de todos los componentes básicos de la moto, como frenos (delantero y trasero), embriague, acelerador, botones de partida y detención de motor, y pata para cambios. Esto último era de vital importancia para algunos que nunca habían manejado una moto con cambios.
Ya en esta etapa, cada uno se debía subir a la motor, encenderla, comenzar a sentir su acelerador, mantener un nivel de aceleración, hacer los primeras partidas (con la rueda trasera en el aire eso si), pasar un cambio, frenar con la rueda trasera y hacerlo nuevamente. Un ejercicio muy útil, sobretodo para poder coordinar ambas manos y pies.
EN LA LOMA
Luego de esto, nos trasladamos a un lugar donde había una pequeña loma, y comenzamos con ejercicios de mover la moto solo a base de soltar el embriague. Esto ya es el primer acercamiento a mover la motor, tener que equilibrarla, pero todo en un ambiente controlado, ya que gracias a la loma, en caso de acelerar no se «arrancaría» la moto, simplemente se detendría en la subida.
Después, nos trasladamos a otra loma, un poco menos inclinada, pero más larga, en donde el primer objetivo era comenzar a tratar de subir, solo a base de embriague. En caso de que se parara el motor, también era parte del ejercicio realizar una bajada controlada, mirando hacia atrás, bajando enganchada en el motor (detenido) o freno trasero. Repitiendo esto varias veces, a medida que íbamos mejorando, comenzamos a acelerar levemente para darle un poco más de fuerza al motor y que no se calara.
Logrando esto, el paso siguiente sería hacer lo mismo en plano, y avanzar un tramo de unos 100 metros, siempre controlado, en primera velocidad, sin acelerar y frenando con la rueda trasera al finalizar. Repetimos esto un par de veces, lo que nos entregó de a poco más confianza y sensación de control en la moto. Nos detuvimos unos minutos para un break reponedor, donde nos hidratamos y comimos algo, dado que las actividades anteriores nos dejaron algo cansados (algunos mas que otros).
Por último, llegó el momento de poner en práctica todo lo aprendido, y partimos en grupos de a cinco dar vueltas en una ruta con conos. Con un recorrido de unos 20 minutos. Luego nos salimos del camino, y pudimos sentir la moto en varios terrenos, desde tierra compactada, tierra suelta, piedras y algunas zanjas. La velocidad siempre controlada, pero dependiendo de nuestro control, podíamos ir en segunda o tercera velocidad.
Cada vez sentimos mayor confianza, aunque algunos también comenzaban a manifestar algunas señales de cansancio, ya que cometían algunos errores producto de esto. Pero como siempre se busca la seguridad, no ocurrió nada grave, solo algunas caídas de la moto para el lado cuando se estaba dando vuelta o esperando detenidos.
La experiencia fue realmente entretenida, muy didáctica y novedosa. Fue un buen aprendizaje y sirvió para sacarse prejuicios sobre las motos más grandes y pesadas. Además, pudimos apreciar los que manejamos varios modelos distintos, las diferencias de manejo entre las monocilindricas (G650) o bi-cilíndricas, donde estas últimas demuestran su mayor refinamiento y suavidad de manejo. Todo gracias a BMW Motorrad.
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