Durante el evento de lanzamiento del nuevo Chevrolet Prisma, sobre el que les informamos oportunamente, tuvimos oportunidad de tener una breve toma de contacto, en un recorrido que comprendió desde las oficinas centrales de General Motors Chile en la comuna de Huechuraba, hasta el sector de Santa María de Manquehue en Vitacura, donde pudimos poner a prueba su desempeño en condiciones de autopista y calles citadinas.
Actualmente, Chevrolet está presente en este segmento por medio de su modelo Sail, en sus versiones Classic 1.4 y Sail 1.5, donde se dan la presencia de dos peaks: aquellos modelos con precios bajo los ocho millones de pesos, pero al tomar la otra mitad con precios superiores a esa cifra, donde hay competidores de peso como Hyundai Accent, KIA Rio4, Renault Symbol y Toyota Yaris, que es precisamente el subsegmento (segmento B notchback) al que llega a marcar presencia Prisma con precios que van desde los CLP $8.490.000 a CLP $9.990.000. (nuestra toma de contacto).
CHEVROLET PRIMA PRECIOS NOVIEMBRE DE 2016:
- Prisma 1.4L 5MT LT: CLP $8.490.000
- Prisma 1.4L 5MT LTZ: CLP $9.090.000
- Prisma 1.4L 6AT LTZ: CLP $9.990.000 (nuestra toma de contacto)
Al igual que el Onix, se trata de un modelo desarrollado en Brasil, que está presente en dicho mercado desde 2012, cuando el desaparecido Celta dio paso al Onix. Chevrolet señala que esta pequeña berlina, de la que se han comercializado sólo este año más de 55 mil unidades en su mercado de origen, se aleja de la idea de ser un mero tres volúmenes, señalando que el modelo es poseedor de características y tecnologías que le dan una personalidad propia, aunque a simple vista, las diferencias empiezan al apreciar su pilar C. Tienen las mismas puertas traseras, pero este sedán es 34 cms más largo, con un tercer volumen dado por un maletero que luce bastante armónico dentro del conjunto.
Sus líneas son obra del trabajo conjunto de los estudios de diseño de GM Corea y Brasil, los que se encargaron de su exterior e interior respectivamente. Haciendo un somero análisis de su propuesta estética, les contamos que exhibe un frontal que va en directa sintonía con lo visto en la nueva gama de productos de Chevrolet (Sail 1.5, Cruze, por citar algunos) con ópticos de generoso tamaño (que en el LTZ llevan luces de posición LED).
Una cintura ascendente
De perfil se aprecia una cintura ascendente, con espejos parcialmente en el color de la carrocería (nos hubiese gustado ver repetidores de los intermitentes en la carcasa o al menos en los pasos de ruedas delanteros). El zócalo en la sección de las puertas traseras tiene un particular pliegue que le aporta cierta dosis de deportividad al conjunto.
Sus dimensiones alcanzan los 4.282 mm de largo; 1.964 mm de ancho (con los espejos sin plegar) y 1.478 mm de alto, mientras que su batalla llega a los 2.528 mm. En cuanto a volumetría, su portaequipajes, se alza como uno de los más amplios de su segmento, con 500 litros de capacidad, siendo superado sólo por Renault Symbol.
Plásticos mejorables
Al momento de ponernos tras el volante, entendimos que ambos modelos presentan una postura de manejo alta, que puede resultar algo incómoda para personas de estatura alta. Procedimos a regular la altura hasta la más baja, por medio de la rueda situada del costado izquierdo del asiento. La regulación de los espejos exteriores se realiza desde un pequeño comando situado en el pilar de la puerta.
La materialidad de los recubrimientos internos, tanto de las puertas como del tablero son idénticos a los del Onix, duros y carecen de acolchados, algo que sus competidores presentan de manera más elaborada. El puesto de manejo es un fiel representante de lo que Chevrolet inauguró con el Cruze en 2009, el “Dual Cockpit”. El volante, recubierto en cuero, sólo dispone de regulación de altura por medio de una palanca situada del lado izquierdo de la columna. Dispone de un comando satélite para regular el volumen y emisora sintonizada, además del sistema Bluethooth que nos permite realizar y contestar llamados.
Los asientos, tapizados en tela, con diseño entramado al centro, le otorgan un aspecto más conservador al habitáculo. El asiento posterior es fijo (no abatible) y carece de reposabrazos central. Un detalle de ergonometría que nos llamó la atención, es la peculiar ubicación de los comandos de los alzavirios posteriores, en una posición más baja que la del apoyabrazo, que en parte dificulta su operación de manera cómoda.
El cuadro de instrumentos, presenta una entrega de información que se asemeja al de una motocicleta, presidido por un gran cuentavueltas, mientras que del lado derecho encontramos un recuadro digital (gráfica celeste sobre fondo azul) que informa sobre nivel de combustible, velocidad, computador de abordo y cuentakilómetros/odómetro. Extrañamos la presencia de un marcador de temperatura de refrigerante del motor.
Pero para todos los amantes de la tecnología, que no pueden pasar un minuto sin estar conectados en esta aldea global, es que Chevrolet dotó al Prisma con el sistema de infotainment MyLink, incorporándolo en este modelo y exclusivo en su segmento, permite reproducir videos, fotos, música e interactuar con el celular de manera segura , por medio de una pantalla táctil de 7 pulgadas. Con la integración de Apple CarPlay y Android Auto, los conductores podrán estar conectados con el mundo digital, pero siempre manteniendo la vista en el camino.
Motor con cambios
El Prisma es movilizado por un motor bencinero de 1.4 litros, con 4 cilindros y 8 válvulas, con 97 caballos a 5.800 vueltas y un torque máximo de 128Nm a escasas 2.800 vueltas, que en el caso de nuestro test iba asociado a una caja automática de seis relaciones con modo manual. En carretera, se aprecia la falta de torque y el alargue excesivo entre cambio y cambio (con una evidente rumorosidad), pero que al manejarlo en ciudad acciona con una suavidad notable. La dirección a alta velocidad se vuelve demasiado asistida.
Una particularidad es que este motor fue reformulado. Si abrimos el vano motor, encontramos la leyenda SPE/4 (Smart Performace Economy 4 Cylinders), puesto que experimentó mejoras como una nueva tapa de válvulas, nueva gestión electrónica y una reducción de su peso en dos kilos.
Su rendimiento, según las mediciones efectuadas por el 3CV, alcanzan, para el Prisma MT los 11 km/l en ciudad; 18,4 km/l en carretera y un promedio de 14,7 km/l mixto, mientras que sus emisiones llegan a los 161 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Para la variante automática (nuestra toma de contacto), su rendimiento en ciudad llega a los 10,7 km/l en ciudad; 17,7 km/l en carretera y un mixto de 14,3 km/l. Sus emisiones alcanzan a los 165 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
