Chevrolet LUV D-Max 3.0 TDI 2009: Una robusta trabajadora

por Equipo Rutamotor

Chevrolet conoce de camionetas. Tras un período sin mayores novedades, salió a la luz la nueva D-Max, ahora desde Ecuador, y luego que cesara de fabricarse en nuestro país. En especifico proviene de la planta de General Motors en Quito, Ecuador, y en Chile se comercializa desde enero en dos versiones 4×2 y en una versión 4×4 full, a un precio que parte en los $10.022.400 más IVA, la versión que testeamos.

En este nuevo facelift llega sólo con el motor 3.0 litros petrolero. Se dejaron de lado las versiones 2.4 bencinera y una 3.5 V6. En esta nueva generación el frontal es más robusto, tiene un equipamiento interior renovado y además se extendió la garantía a un inédito 120.000 kilómetros ó 5 años, único en la industria.

Esta camioneta es la segunda más vendida del país y cuenta con cuatro años de trayectoria en Chile. Sus ventas acumulan cerca de 13.000 unidades durante 2008. Principalmente la nueva Chevrolet D-Max tiene modificaciones en su frontal. Ahora es de mayor altura y con una parrilla más ancha y focos delanteros más pronunciados y agudos. Con este facelift ofrece una apariencia mucho más robusta y moderna. Abajo tiene nuevos neblineros redondeados, ubicados sobre un parachoques también más amplio e imponente. A ello se suma a las innovaciones introducidas al pick up, que ahora está reforzado en sus uniones, permitiéndo un mejor desempeño en situaciones de sobrecarga.

Chevrolet DMAX 3.0 TDI 2009 Retrotest Rutamotor-5

ROBUSTA, SIEMPRE ROBUSTA

Los nuevos focos verticales, sumado a una gran marcara hacen «rejuvenecer» a la D-Max. Estos nuevos elementos no son simples detalles, ya que le otorgaron la frescura a un modelo que consta de varios años en el mercado, sin duda un facelift efectivo. En su interior cuenta con un total rediseño de su panel, además de un nuevo manubrio, tapiz y asientos. El habitáculo es más agradable, pero con una ausencia de elementos decorativos que busquen «conquistar» a sus conductores. Es simple, muy simple, pero nada hace falta. Quizás lo que más echamos de menos es la falta de portaobjetos donde guardar cosas, que nos aconsejan que estamos en frente de una camioneta puramente de trabajo.

Los asientos son muy cómodos. Adentro sobra el espacio longitudinal y vertical, pero la falta de espacios donde guardar cosas le restan funcionalidad. Las terminaciones mejoraron y se ven materiales más duraderos y desaparecieron otros que producian desgaste prematuro, como los elementos plásticos a los costados de los asientos que siempre se desgastaban o salían.

ETERNA FUENTE DE PODER

La D-Max presenta equipada con una planta motriz turbodiésel de 3 litros, capaz de entregar 130 caballos de potencia, e interesantes 280 Nm de torque a escasas 2.000 revoluciones; la transmisión es mecánica de cinco marchas. Su sistema de suspensión es denominado “Hi-Ride”, que otorga una mayor altura y despeje desde el suelo, favorece además su desempeño en terrenos de difícil acceso.

La fuerza sobra, parte lento como cualquier camioneta y las vibraciones y ruidos se hacen sentir, pero sobre la tercera marcha brota una inagotable entrega de potencia o torque. Está claramente destinada a labores de fuerza o trabajo, no espere reacciones «nerviosas» o deportivas, este no es su fuerte. Aca destacan desde un inicio un andar consistente, parejo y neutro, desprovisto de adorno y elementos tecnológicos de productos de un ADN más nuevo.

Chevrolet DMAX 3.0 TDI 2009 Retrotest Rutamotor-4

La suspensión lo soporta todo, aguanta todas las irregularidades, eso si la notamos «rebotona», debido a la configuración de su tren frontal. En tierra anda bien, eso si a velocidades un poco más elevadas en tren trasero tiende a derrapar o perder su línea, lo que se corrige con leves correcciones del volante. La dirección es bastante precisa y entrega buen feeling al conductor.

Su tacto en general es bastante duro, doblar, conducirla, insertar sus cambios no es para nada suave. Hay que tener mano firme para insertar los cambios y pedales.. Esta es una pickup de trabajo y no se está al volante de las nuevas y refinadas camionetas de ultima generación. Acá el objetivo es otro: Trabajo. Su motor al estar pensado en grandes faenas productivas incluye mejoras técnicas como filtro ciclónico y otras, que evitan la saturación por acumulación de partículas.

En suma una camioneta fiel, robusta, carente de elementos decorativos y de confort, pero plagada de fuerza, torque y confiabilidad. Para los que gustan del trabajo duro, sin artilugios.

LO BUENO:

  • Motor potente
  • Andar en carretera y gravilla
  • Capacidad de trabajo y carga
  • Feling de la dirección

LO MALO:

  • Tren delantero «reboteador»
  • Falta de espacios donde guardar cosas
  • Extrema simpleza de su interior.

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