Como una adicta a las cirugías, la Captiva 2017 ya va por su tercer facelift. En su nuevo retoque, esta conocida SUV de Chevrolet llega desde hace unos meses al país con importantes novedades en infotainment y equipamiento. En total suma siete versiones, agrando una nueva AT bencinera. Se trata de cuatro unidades gasolineras, con el mismo 2.4L de 165 CV y 230 NM, en versiones FWD y AWD y cajas 6MT y 6AT. La turbodiesel repite el 2.2 TD de 181 CV con un toque máximo de 400 NM entre 1..750 RPM a 2.750 RPM, en tres versiones, dos mecánicas y una AT full LTZ, que es la que probaremos para Rutamotor.
Esta reconocida SUV de la marcar del corbatín llega casi diez años de comercialización en Chile, y recordemos que la competencia -KIA S0rento, Hyundai Santa Fe, Mazda CX-5, Ford Explorer, entre otras- se renovó completamente, siendo la Captiva la única que no cambió de generación, prometiendo en este tercer retoque un mayor equipamiento en infoentretenimiento y seguridad. Los precios desde los CLP 15.390.000 hasta CLP $21.490.000.
CHEVROLET CAPTIVA VERSIONES Y PRECIOS NOVIEMBRE DE 2016:
- Captiva 2.4L LS 6MT FWD: CLP $15.390.000
- Captiva 2.4L LS 6AT FWD: CLP $15.990.000
- Captiva 2.4L LT-SA 6AT FWD: CLP $16.990.000
- Captiva 2.4L LT Full 6AT FWD: CLP $19.990.000
- Captiva 2.2 TD LS 6MT FWD: CLP $16.990.000
- Captiva 2.2 TD LT 6MT AWD: CLP $19.590.000
- Captiva 2.2 TD LTZ 6AT AWD: CLP $21.490.000 (nuestro test)
Esta tercera renovación integra un nuevo sistema de información y entretenimiento que permite reproducir música, recibir direcciones y acceder a la tecnología de integración con smartphones, para usar aplicaciones e integrarlas en la pantalla del Chevrolet MyLink, compatible con Apple Car Play y Android Auto. Este sistema también le permite a los usuarios conectar sus teléfonos inteligentes mediante conexión USB o Bluetooth para acceder a sus listas de reproducción favoritas desde cualquier asiento.
Entre sus novedades en el item seguridad suma alerta de tráfico cruzado, la alerta de punto ciego, al igual que la cámara de visión trasera, que avisan cuando otros autos se aproximan por la derecha o la izquierda al ir en reversa. Por otra parte, esta nueva edición ofrece hasta seis airbags, dependiendo de la versión, dentro de la cabina, frontales, laterales y tipo cortina. Las características adicionales suman también asistente de arranque en pendientes, asistente de estacionamiento en reversa, y el sistema de control de descenso en pendientes.
Pequeños cambios estéticos
Chevrolet es consciente de que el mercado de los SUV es uno de los segmentos que ha experimentado mayor crecimiento en Chile y en el resto del mundo. Con estos datos la marca que inventó el todoterreno urbano en 1935 con el Suburban Carryall no podía pasar por alto lanzar una atractiva oferta en un segmento lleno de exponentes. En la Captiva, GM sintetiza su larga experiencia de más de 50 años en la producción de vehículos 4×4 de uso familiar. El diseño exterior de la carrocería es muy semejante al del prototipo S3X, que mostró Chevrolet en el Salón de París de 2004.
Captiva es un modelo orientado claramente hacia la ciudad y carretera, como la casi totalidad de los SUV de la “nueva camada”, ya que está demostrado que la mayoría de los clientes apenas utiliza este tipo de vehículos fuera del camino. También su capacidad ha sido un aspecto diferenciador e importante, con una configuración interior de siete plazas.
Estéticamente ofrece leves cambios en su diseño, agrega retoques cromados en la grilla frontal y luces con bordes leds adelante (atrás se mantiene igual), además de llantas bicolor 19» para la versión LTZ turbodiésel, la de esta unidad de pruebas. Revisándola más en general, vemos que sus líneas se combinan visualmente la robustez de un todoterreno y la apariencia de una SUV de lujo familiar. El perfil lateral está remarcado por los tapabarros con molduras y llantas de cinco rayos bicolor de 19 pulgadas en donde destaca una elegante línea central. En sus cambios, me gustaron los retoque es sus faros “los leds achinados” y la rejilla con bordes cromados que abarca tanto la parrilla como la sección inferior del parachoques, como una gran toma de aire. A esa altura se encuentran instaladas las luces antiniebla.
En la versión LTZ que testeamos se ven muy interesantes los intermitentes integrados en los retrovisores exteriores, y la silueta remarcada por los accesorios típicos de los verdaderos todoterreno. En la zaga los dos escapes cromados le dan un toque muy deportivo y de robustez. Los ópticos traseros son los mismos, pero la solución empleada es la correcta, ¿para que cambiar algo que estaba bien?, claro, pero igualmente el tiempo pasa, y este debería ser su último facelift.
Adentro cambia muy poco
Adentro, y como antes, destaca por sus tres corridas de asientos para llevar a la familia y silla de pasajero abatible en una proporción 60/40. Además, las nuevas características interiores cuentan con ajuste de temperatura con climatizador dual y asiento con control electrónico de 8 posiciones, así como el Smart Key, sistema de entrada y encendido del vehículo sin llave, además de freno eléctrico.
Su interior es acogedor con una atmósfera moderna con detalles que combinan diferentes materiales, tales como el cuero en el volante, asientos y los paneles de aluminio en la consola central que le dan un aire de deportividad, todo ello sin perder de vista la conveniencia entre lo práctico y lo deportivo, lo lujoso y lo elegante. El interior en general está bien terminado. El puesto de conducción es cómodo y no cuesta nada adaptarse a él, con un volante que se mantiene sobredimensionado, aunque ahora es algo menor y de tres rayos (la dirección da 3,3 vueltas de volante entre topes, lo que no es especialmente rápido), con unos mandos que en general se encuentran alcance de la mano. El tablero sinóptico es el mismo, con las tradicionales esperas para velocímetro, tacómetro y el de temperatura motor y estanque. Al centro un computador central con un display pequeño, poco legible y con una despligue de información que pudo ser mejor.
Hay muchos espacios para depositar cosas, como en puertas, respaldos de los asientos delanteros, posavasos, apoyabrazos central delantero, consola central, etc. Hay muchas configuraciones para los asientos, desde siete plazas a una sola. Todos se pueden abatir, quedando una superficie de carga prácticamente plana. Hay bastante espacio para todos los ocupantes –incluidos los de la última fila- aunque el acceso atrás no es muy cómodo.
Los asientos son algo duros pero cómodos y no tienen mucha sujeción lateral. En la segunda fila hay buen espacio para las piernas y permite viajar con suficiente comodidad a tres ocupantes. En la última corrida es más bien para dos que para tres. La visibilidad trasera a través del retrovisor interior no es buena, aunque queda compensada parcialmente gracias a unos grandes retrovisores exteriores. Por su parte, el maletero con las siete plazas llega sólo a 100 litros, 490 litros con los 5 asientos y 890 litros con las dos filas de asientos abatidas.
Motor y caja conocidos y eficientes
Como antes les contamos, los motores de la Captiva 2017 son los mismos casi desde inicio, es decir un 2.4 litros de 165 caballos, asociados a las mismas cajas mecánicas de seis marchas y una automática de también seis relaciones. Los diesel son los mismos de hace un tiempo, es decir un 2.2L de 181 caballos, asociados a tracciones simples y dobles, con mismo tipo de transmisiones mecánicas y automáticas de seis marchas.
Su motor es enérgico y recupera bien. Tiene homologado por el 3 CV (Consumo Vehicular) una consumo en ciudad de 9,3 km/l, de 14,5 km/l en carretera y un mixto de 12 km/l. En Rutamotor no pudimos superar los 10 km/l, con una unidad que estaba prácticamente nueva, tenía 20 kilómetros al retirarla. El motor muestra unas cifras de potencia y torque bastante satisfactorias (con un toque máximo de 400 NM entre 1..750 RPM a 2.750 RPM), incluso mejores que las de la mayoría de sus rivales. La caja de cambios automática de seis marchas es bastante suave y funciona excelente en modo secuencial, aunque es un modo que pocos de sus clientes elegirán. Su motor turbodiese tiene una rumorosidad algo fuerte a alto régimen, más alto que las SUV turbodiesel de nueva generación.
En su dinámica, la Captiva está en su mejor habitat cuando la llevamos por carretera, es una verdadera «mata kilómetros». Sus movimientos son suaves y bastante predecibles. Una batalla bastante larga y una configuración de suspensiones independientes (McPherson delante y multibrazo detrás) permite que los desplazamientos de la carrocería sean progresivos y muy tranquilos.
La probamos por más de 500 kms y siempre mostró un notable comportamiento en carretera. Nos dejó un buen gusto por sus recuperaciones y suavidad de rodado. Su estanque de 65 litros permite que no fuera necesario rellenarlo dado su autonomía de 870 kilómetros. En promedios cercanos o sobre 120 km/h es muy agradable (como casi todo motor diesel en carretera) con una excelente respuesta desde bajas revoluciones, empuja con fuerza suficiente para mantener elevados ritmos de crucero. Los frenos de discos ventilados son potentes y con buena resistencia al cansancio, tienen sistema ABS.
El sistema es de tracción total es conectable automáticamente, con un control electromagnético que determina el grado de arrastre de las ruedas traseras. En condiciones normales funciona como un tracción delantera; si las ruedas delanteras patinan, las traseras pueden impulsarla. Es ágil (velocidad máxima de 180 km/h), y no es necesario anticipar algunas maniobras, como adelantar.
A pesar de ya ir por su tercer facelift, la Captiva 2017 se mantiene como un buen producto, simple, espacioso y bien equipada. Su motor turbodiesel a pesar de ya estar en su último ciclo de vida, no tiene que envidiar en lo que a respuesta se refiere. Un producto atractivo con casi 1o años de «lucha» ininterrumpida. ¿Qué opinas?, coméntanos.
