Para esta semana les traemos un test drive de un modelo bastante querido y anhelado en nuestro país, y no es nada menos que un flamante BMW 118i, el hermano bencinero más potente del conocido 116i, el que básicamente varia la potencia de su motor, obteniendo unos muy interesantes resultados.
Para los que desde siempre han querido entrar al mundo BMW, el nacimiento de la Serie 1 allá hace justo 10 años (2004) significó la puerta de entrada al mundo deportivo de la marca, con un modelo que llegó a competir con otros compactos y que sólo contaba con uno premium como rival, Audi A3.
En esta ocasión, gracias a la gentileza de BMW Santiago, tuvimos la oportunidad de colocarnos a los mandos de un 118i con motor a gasolina, kit deportivo M y caja automática de 8 velocidades. Este modelo se posiciona por sobre el 114i y 116i y por debajo de su hermano mayor, el 135iM, cuando hablamos de motores a gasolina.
El precio de la versión probada es de CLP $20.990.000, mientras que este mismo modelo en versión de tres puertas baja a los CLP $20.490.000. Desde su lanzamiento, su planteamiento de “grande” lo hizo un referente gracias a su tracción trasera, motores deportivos, su calidad de rodadura y su nivel de equipamiento disponible. A nuestro país llegaron sus distintas versiones, dejando a su versión de entrada, el 116M como todo un éxito de ventas.
LA GENERACIÓN DE LA TECNOLOGÍA
Pero le llegó el momento de renovarse y fue en el 2011 cuando apareció la segunda generación, que guardaba muchos parecidos a la primera, pero que sin embargo significaba un profundo cambio a nivel mecánico y de tecnología disponible. La nueva generación cuenta con nuevas tecnologías en todas las versiones, como lo son el sistema TwinPower Turbo o el sistema de conducción adaptable con distintos modos de conducción efficient-dinamics.
Esta versión cuenta con un motor turbo bencinero de 1.598 cc, que entrega una potencia de 170 hp a 4.800 rpm y un torque de 250 nm entre las 1.500 y las 4.500 rpm, lo que le permite alcanzar los 100 km/h desde cero en 7.5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 222 km/h.
Cuenta además con el sistema START&STOP, el que puede apagar y encender el motor en cada detención en un semáforo para ahorrar algo más de combustible. El consumo llega a unos 14.1 km/l en ciudad y hasta unos 21.7 km/l en carretera, siempre en condiciones de homologación, mientras que en condiciones normales, alcanza unos valores cercanos a los 12 km/l en ciudad y unos muy buenos 18 km/l en carretera.
Exteriormente el diseño básico podría calificarse de sobrio, ya que no tiene ningún rasgo muy único, más bien pareciera un Serie 3 en versión hatchback y a escala. Su frontal nos recuerda claramente que es un BMW, con sus dos grandes aberturas centrales, que se acompañan por unos lindos grupos ópticos dobles, que en esta versión con kit deportivo M, cuentan además con los característicos “Angel Eyes” de tecnología LED de la marca, que sirven de luces diurnas y unos eficientes focos de Bi-xenón, con regulación automática de altura.
Tenemos que destacar el gran poder de iluminación nocturno de este sistema, ya que lo pudimos probar en condiciones muy extremas y el sistema ilumina realmente de manera sobresaliente.
En su parte inferior, podemos ver también como las formas son mucho más agresivas, nuevamente de la mano del kit deportivo M, con lo que parecen aletas a ras de suelo, con una a cada lado, junto con una rejilla tipo panal de abeja y con sus respectivos neblineros.
LÍNEAS ATRACTIVAS
Su línea lateral esta presidida por sus preciosas llantas aro 18 muy bien calzadas en neumáticos de gran pisada (sección 245/35 atrás y 225/40 adelante), de 5 rayos dobles, que dejan ver el conjunto de frenos de disco en las 4 ruedas. Cuenta con un faldón que lo hace verse un poco más bajo, mientras que su línea de ventanas queda bastante arriba, dando la sensación de tener mucho musculo y zonas con paneles de carrocería. Si abrimos los seguros de noche, notaremos que sus manillas se encuentras iluminadas, un detalle de agradecer cuando estamos en un lugar muy oscuro.
Finalizando su parte posterior, es quizás la zona menos lograda, ya que se siente muy vertical (sin serlo), con una luneta trasera lisa, dos focos bien cerca de los extremos que tampoco tienen mucha personalidad, aunque encendidos mejoran un poco gracias a su tecnología LED. Su parte baja cuenta con un plástico negro de formas simples, que podrían haber mejorado con algún difusor de aire o un sistema de escapes dobles (cuenta con uno simple al lado del conductor). Cuenta con sensores de retroceso, pero no con cámara, aun contando con una gran pantalla central.
Ya ingresando a su interior, podemos ver que el tratamiento M también ha pasado por ahí, partiendo por unos fabulosos asientos deportivos de alcántara, con diversas regulaciones manuales y una eléctrica, para abrir o cerrar los laterales del asiento. El volante de esta versión es el nuevo volante de la línea M, de menor tamaño, excelente grip y exquisito diseño deportivo, sin olvidar sus múltiples controles al volante, en este caso, de la radio y del limitador de velocidad.
CON EL NUEVO VOLANTE
El tablero de instrumentos es bastante simple, con dos relojes principales, con el velocímetro a la izquierda, que incorpora el indicador de nivel de combustible, y el tacómetro a la derecha, sin el clásico caudalimetro de Bmw, que nos entregaba el consumo instantáneo según la presión sobre el acelerador. Todo esto se puede visualizar en una pequeña pantalla a color abajo y al centro de estos dos relojes, donde nos informa de lo más importante que ocurre, como en que cambio nos encontramos, la autonomía de viaje, consumo promedio, consumo instantáneo, velocidad promedio, incluso en el modo ECO-PRO, nos muestra cuantos kilómetros vamos sumando a la autonomía cuando manejamos más eficientemente.
Su consola central, por otro lado, esta coronada por una pantalla multifunción que nos permite manejar y visualizar la mayor parte de las funciones del automóvil. Hay que destacar que no solo es muy completo, sino que se puede ver con claridad prácticamente en todo momento, incluso a pleno sol. Aquí podremos ver además en qué modo nos encontramos de su sistema de manejo adaptativo efficient-dinamics, el que cuenta con 4 diferentes posiciones de manejo que se seleccionan con un botón al lado de la caja de cambios: ECO-PRO, Comfort, Sport y Sport+.
Ya colocando en marcha su motor con el botón correspondiente (no es necesario insertar la llave, podemos mantenerla en nuestro bolsillo), podemos notar rápidamente que no se aprecian mayores diferencias con un 116i, con el que comparte cilindrada, hasta que se acelera con decisión. Para comenzar la marcha, debemos mover la palanca tipo joystick hacia la posición D o R, apretando el botón de desbloqueo en su lado izquierdo.
El sistema de manejo adaptativo siempre se encuentra en modo comfort cuando encendemos el vehículo, por lo que podremos elegir si queremos cambiar esto o también podremos desconectar el sistema Start&stop a voluntad. Dependiendo de que buscamos, las diferencias estarán en si buscamos mejorar la eficiencia o buscamos sacarle el máximo partido al motor.
UNA PUESTA A PUNTO MUY EQUILIBRADA
Partimos y seleccionamos el modo ECO-PRO para ver que conlleva esto. Lo primero que notamos es como la eficiente caja de cambios de 8 velocidades pasa rápidamente cambios y sin darnos cuenta nos encontramos en 6ta, 7ma o hasta 8va si es que el transito nos permite. Esto ya que el sistema trata de privilegiar la circulación en cambios largos, aprovechando el buen torque disponible en bajas rpm´s, unos interesantes 250 nm a solo 1.500 rpm hasta las 4.500 rpm, muy superior a lo que podríamos esperar de un motor de 1.6 litros.
También algo que notamos es que el pedal del acelerador esta calibrado muy largo, o mejor dicho, muy poco sensible, para que el manejo sea más pausado y suave. Al llegar a los semáforos, el motor se detiene y cuando debemos retomar la marcha, al levantar levemente el pie del acelerador, el motor vuelve a ponerse en marcha. En este modo, la pantalla que está en el tablero nos mostrara como vamos aumentando la autonomía si es que manejamos de manera eficiente, en números azules, los que cambian a color gris si es que estamos acelerando más de lo necesario.
Si volvemos al modo Comfort, lo primero que notamos es que el acelerador se vuelve un poco más corto y que la caja de cambios está un poco más despierta, pero nada preocupante. Aún nos encontramos a los mandos de un auto confortable y suave. Ahora, si lo que buscamos es exprimir más el tren motriz, basta cambiar al modo Sport y notaremos los cambios.
En este modo, el acelerador se vuelve más sensible, con menor recorrido para acelerar a fondo, la caja de cambios se muestra mucho más viva, manteniendo los cambios por más tiempo, rebajando cambios si es necesario y cambiando de velocidad en un menor tiempo. La dirección también se endurece, lo que nos ayuda a sentir lo que ocurre bajo las ruedas delanteras. Definitivamente en este modo Sport, el 118i saca a relucir que aunque sea una versión con motor 1.6, sigue siendo todo un BMW. con una agilidad muy destacable para acelerar, recuperar velocidad y llegar rápido a velocidades por sobre las máximas permitidas sin darnos cuenta.
Por último, nos queda el modo Sport+, el que parece exprimir aún más la personalidad deportiva del pequeño serie 1, y una muestra de esto es que coloca el sistema de control de estabilidad en un modo especial, el que nos permitirá jugar con el tren trasero, y colocarlo algo más en las curvas, aprovechando su tracción trasera. En estas situaciones sentiremos la extra potencia sobre el motor del 116 (136 hp), ya que es más fácil hacer derrapar el tren trasero y la aceleración se siente con mayor contundencia. Igualmente su chasis se siente capaz de asimilar tranquilamente unos 50 o 100 hp más sin grandes cambios.
En resumen, nos encontramos ante un gran producto, con solo algunos faltantes de equipamiento, pero que por otro lado, nos entrega un nivel de tecnología unida a una alta eficiencia, que nos permitirá viajar largas distancias, sin notar cansancio y solo obligados a detenernos a cargar combustible, eso sí, después de recorrer muchos kilómetros.
