Alfa Romeo Giulia Veloce 2.0T 280 cv Q4 – El italiano esperado

por Gabriel Baeza

En un mercado tan surtido de modelos en todos los segmentos como el chileno, son pocos los modelos que realmente causan un revuelo a su llegada, como lo ha sido el lanzamiento del Giulia y Stelvio de Alfa Romeo, dos modelos que representan la nueva generación de la marca italiana, y que se demoraron bastante en llegar a Chile, pero más vale tarde que nunca.

Precios Alfa Romeo Giulia Septiembre 2020

  • Alfa Romeo Giulia 200cv $26.990.000
  • Alfa Romeo Giulia Veloce 280cv Q4 $31.990.000 (modelo probado)
  • Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio 510cv US120.000

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Para los que no lo conozcan, el modelo Giulia es un sedán de cuatro puertas, que reemplazó al modelo 159 y se estrenó mundialmente en el año 2015, pero comenzó sus ventas en el 2016. Se trata de un modelo muy importante para la marca, junto con el Stelvio, puesto que es un modelo pensado para relanzar la marca a nivel mundial y posicionarse como una opción a las marcas Premium tradicionales alemanas.

La marca no solo retoma fuerzas en Chile este 2019, sino que espera recuperar su espacio en un mercado muy competitivo, pero que está abierto a ofrecer nuevos modelos en segmentos nicho, como los sedanes y SUV deportivos. Así que vamos a conocerlo. Comenzamos por el Giulia, que llega a competir con tradicionales modelos como el Bmw serie 3, Audi A4, Mercedes Benz clase C y Volvo S60.

Diseño inconfundible italiano

Desde que lo vemos estacionado, se aprecia que su mayor virtud son las hermosas líneas de diseño. Las líneas vienen de la mano de un ex diseñador de Pininfarina, Lorenzo Ramaciotti, que destacan en la calle y hacen que sea muy llamativo, aunque el color blanco no es donde más destaca, siendo el rojo un verdadero imán de miradas.

Sus líneas destacan entre el tráfico, con su máscara frontal muy llamativa, con una forma de triángulo, que tiene su logo en la parte superior central, con una malla tipo panal de abeja, que se repite en las tomas inferiores de aire, de grandes proporciones y que al lado del pasajero, se complementan con el gran radar de su sistema de seguridad activa. Los focos principales también destacan, con un diseño muy estilizado, que se funde con el paso de rueda y que integra luces completamente LED.

El lateral es muy agresivo y hace olvidar por completo que se trata de un sedán. Sedán deportivo, sí, y con unas líneas que parecen esculpidas con el viento. Se siente muy cerca del suelo, pero por su diseño y sus llantas de 18 pulgadas, ya que tampoco anda topando en todos lados. Las llantas son de un diseño muy reconocible de la marca, de cinco rayos dobles, calzan neumáticos 225/45 de buen perfil.

La parte trasera también está hermosamente esculpida, siendo relativamente corta si se mira de lado, pero con hombros musculosos, un alerón que forma parte del maletero y unos hermosos focos traseros con luces LED en forma de V acostada, donde la parte más larga cruza hasta el maletero, mientras que la parte puntuda se funde en el paso de rueda trasero, dándole una fluida continuidad. Cierran este sector, dos escapes, uno a cada lado, con un difusor bajo, que le dan un aire más deportivo.

Sus dimensiones son algo mayores de lo que parecen, con un largo de 4.643 mm, un ancho de 1.860 mm y un alto de 1.436 mm, con una distancia entre ejes de 2.820 mm. Su peso en vacío alcanza los 1.530 kg, con un buen coeficiente aerodinámico de 0.25. Su maletero puede llevar hasta 480 litros, aunque la forma de la boca de entrada no es tan amplia que digamos.

Interior simple y deportivo

Al igual que ocurre con su exterior, el interior demuestra que las líneas pueden ser simples y atractivas, sin necesidad de sobrecargar nada. Desde su deportivo volante forrado en cuero, calefaccionado, con unas formas muy agradables para tomarlo, con un centro pequeño, tres rayos, que los horizontales integran los mandos del sistema multimedia, velocidad de crucero, botón de encendido y apagado del motor a la izquierda abajo, que recuerda a un volante de Fórmula 1 (aunque nunca me sentado en uno la verdad). Tras este, vemos unas espectaculares levas para su caja automática, de aluminio y formas realmente racing.

El tablero de instrumentos es deportivo y muy al estilo de la marca italiana, con dos grandes relojes, un tacómetro a la izquierda (curiosamente con la zona roja a solo 5.500 rpm) y un velocímetro a la derecha, con medidores digitales de temperatura de refrigerante y nivel de combustible respectivamente.  Al centro vemos una pequeña pantalla multifunción, que nos entrega información importante. Los materiales en general de su interior son buenos, que aunque no se sienten totalmente Premium, si se sienten como deportivos- Premium, algo que va muy de la mano de su concepto.

Al centro, nos encontramos con una pantalla de 8.8 pulgadas, que se encuentra muy bien integrada con el tablero donde apenas se aprecia su marco negro. Bajo esta, están las salidas de aire, comandos del climatizador bizona, dos portavasos y el comando de su caja automática, los modos de manejo de su sistema DNA (Dynamic, Natural y Advance Efficiency) y el comando de su sistema de multimedia, junto a otra perilla giratoria para el volumen, adelantar/retroceder y apagar el sistema de audio.

Sus asientos delanteros son realmente envolventes y deportivos, calefaccionados, con ajustes eléctricos y con memoria, están forrados en cuero. También encontramos pedales de aluminio, techo corredizo eléctrico doble, sistema de audio Harman/Kardon, guantera refrigerada, puertos USB delantera y trasera, y un curioso cargador inalámbrico, que no permite cargar ningún teléfono de los modernos, ya que si tamaño es muy pequeño y por ende, no alcanzan a tocar el fondo del cajón central.

Tren motriz eficiente

Su plataforma, denominada Giorgio,  está diseñada para un motor delantero longitudinal tracción trasera o total, en este caso se trata de la segunda y se denomina Q4. Equipa un motor de cuatro cilindros, 2.0 litros turbo con inyección directa, que alcanza los 280 Cv a 5.250 rpm y un torque máximo de 400 Nm a 2.250 rpm. Se acopla a una caja automática ZF de ocho velocidades, con opción de manejo secuencial por las levas o por el comando al piso.

Alcanza unas prestaciones muy buenas, con una velocidad máxima de 240 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5.2 segundos. Su consumo homologado es sorprendente para su potencia, con 11,1 km/l en ciudad y hasta 20 km/l en carretera, números homologados por el 3cv. Posiblemente estos números son en un manejo muy cuidadoso, ya que si sacamos esos 280 caballos, este consumo sube notablemente.

La suspensión es independiente en ambos ejes, con un sistema de paralelogramo deformable en ambos trenes, que le permiten ofrecer una excelente estabilidad y capacidad de copiar el terreno, sin afectar el confort de marcha. Sus frenos son de disco en las cuatro ruedas con ABS, de 330 mm de diámetro adelante y 320 mm atrás, con muy buena capacidad de frenado.

Su equipamiento de seguridad es bastante completo, comenzando con airbags frontales, laterales y de cortina, control de tracción y estabilidad, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, cámara trasera, alerta de punto ciego, asistente de cambio de luces automático, alerta de cambio involuntario de carril, aviso de colisión frontal con frenado de emergencia, con el que ha logrado cinco estrellas en choque en pruebas de la Euro NCap.

Manejo muy directo

Y llegó el momento de probarlo por fin. Encendemos el motor desde su volante y cobra vida rápidamente. Conectamos nuestro Smartphone al sistema multimedia y nos disponemos a manejar. Engranamos D y empieza la diversión. La posición de manejo es buenísima, con un volante de tamaño perfecto, unos asientos que realmente te abrazan y una visibilidad buena en todas las direcciones. Sorprende lo directa y comunicativa que es la dirección, que nos ayuda a sentirnos como si fuera un guante en pocas cuadras.

Su chasis está muy bien ajustado, ya que se siente super ágil en maniobras de cambio de pista, curvas, pero ofrece a la vez una suavidad poco común en un modelo deportivo (o como pensábamos que sería) el Giulia, copiando lo que ocurre bajo nuestro con sorprendente facilidad, que nos hace olvidarnos que vamos sobre unas llantas de 18 pulgadas. Este ajuste de suspensión será posiblemente del agrado de todos, ya que manteniendo la suavidad, no pierde capacidad de reacciones.

El motor empuja muy bien, con una aceleración excelente para ser solo un 2.0, y su sistema de tracción en las cuatro ruedas nos ayuda a que no pierda tracción en ningún momento. Es de hecho “demasiado” eficiente, ya que no transmite sensación de velocidad ni de que vamos circulando rápido con esfuerzo, todo lo contrario.

La aislación es igual de buena, y a medida que ganamos velocidad, tendremos que mirar muy bien su velocímetro, ya que apenas sentiremos la velocidad real a la que viajamos. La aerodinámica juega un papel primordial, ya que apenas hay ruidos y el viento pasa por él sin apenas moverle un pelo.

El espacio en la cabina no es demasiado generoso, adelante si, pero en los asientos de atrás tendremos un túnel de transmisión que se mete bastante y roba espacio para las piernas, así como un techo que baja y resta espacio para la cabeza. La verdad es que se siente bastante justo para tener 2.8 metros de distancia entre ejes, aunque posiblemente la mayoría de los que viajen en los asientos traseros sean niños de talla pequeña o mediana.

Su consumo puede ser muy eficiente, especialmente en carretera, pero si sacamos provecho de su motor, este se ve afectado mucho y bajará la autonomía de manera apreciable. Pero tampoco creo que muchos de sus conductores busquen sacarle el máximo provecho deportivo.

Bueno, buscándole los puntos bajos, ya mencionamos el espacio interior y para dejar objetos pequeños, algo que no sobre en el interior de Giulia. Otro detalle que se nota es que su diseño ya tiene algunos años, con un tablero que se siente algo anticuado si lo comparamos con varios de sus principales competidores, que ya albergan muchas pantallas y mayor tecnología en su interior.

Pero lo que más encontré mejorable, y es una apreciación totalmente personal, es que para lo deportivo que es su diseño exterior e interior, y las buenas prestaciones que anuncia, no se siente ese espíritu deportivo ni sangre italiana que esperaba. Su motor apenas suena (puede ser muy positivo para la mayoría de sus dueños), pero yo esperaba un cambio de su carácter al colocar el modo dinámico, quizás un mayor sonido de su escape y algún pop&bang al pasar cambios. Posiblemente sea necesario buscan un sistema de escape aftermarket para mejorar esto.

Como conclusión, este esperado Giulia se presenta como un excelente producto, que ofrece un diseño hermoso y distinto a casi todo lo presente en el mercado actual, que sin ofrecer ni el mayor equipamiento, ni tecnología, si entrega un manejo ágil y una sensación de manejar un producto con alma italiana, aunque le falte algo de espíritu más deportivo. Una buena opción de tener algo diferente y de muy buen manejo sin esfuerzo.

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