A pesar de que la escalada de potencia la ganó Dodge con el Challenger SRT Demon y sus descriteriados 840 hp para un coupé no superdeportivo, Ford igual quiere entrar a la pelea de la potencia desatada con el último Mustang Shelby GT500, que será el vehículo de calle Ford más potente lanzado hasta ahora.
Gracias a la ayuda de su supercargador, el motor 5.2 V8 que equipa generará 760 hp y 847 Nm de torque, que según Ford lo dejan como «el motor V8 de producción más denso en potencia y torque en el mundo». Esto llegará exclusivamente al eje trasero, a través de una nueva transmisión automática de doble embrague y siete marchas, reforzada para manejar ese torque. La potencia lo deja entre el Dodge Challenger SRT Hellcat y Hellcat Redeye, de 707 y 791 hp, ya que al más potente Camaro, el ZL1 2019, lo supera por 110 hp.
Por ahora Ford no ha querido revelar las cifras de aceleración, pero se sabe que estará limitado electrónicamente hasta los 290 km/h, porque la principal meta de la marca era un vehículo con una gran aceleración, y no necesariamente que pudiese llegar a una velocidad final muy alta, ya que además necesitaría una mejor aerodinámica, que difícilmente se podría lograr con la carrocería típica del Muscle Car, por mucho que se tapara en alerones y difusores.
