Volkswagen Bora 2.0 TDI DSG6 Highline: Señor autonomía

por Equipo Rutamotor

Desde marzo que tenemos en Chile la nueva gama turbodiesel de los modelos de Volkswagen, Golf y Bora. Este último modelo es el que presentaremos para probar la nueva gama TDI presente en el país. Los modelos llegan fabricados desde la planta de Puebla, México.


Llegan acompañados por cajas mecánicas de seis velocidades y de doble embrague DSG6, estos motores entregan un mayor rendimiento – que llega a 22 km/l promedio. La versión probada por Rutamotor es la tope de gama llamada Volkswagen Bora 2.0 TDI 150 CV DSG6 Highline (CLP$15.490.000).

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VOLKSWAGEN BORA TDI PRECIOS JUNIO DE 2017:

  • Bora 2.0 TDI 6MT Advance: CLP $13.490.000
  • Bora 2.0 TDI DSG6 Advance: CLP $14.490.000
  • Bora 2.0 TDI 6MT Highline: CLP $14.490.000
  • Bora 2.0 TDI DSG6 Highline: CLP $15.490.000 (nuestro test)

Antes de entrar a sus detalles, el Bora TDI integra un equipamiento adicional respecto a las versiones 1.4 TSI, enfocadas en mejor conectividad y confort para el conductor, como los delanteros calefaccionados, APP Connect y Control Voz en el sistema de Infotainment y cámara de retroceso  En materia de seguridad, esta versión agrega seis airbags (frontales, laterales delanteros y de cortinas), ABS, Sistema de regulación del motor (MSR), ESC, Control Electrónico de Tracción (ASR) y Bloque electrónico del diferencial (EDS), entre otros.

Recordemos que en sus versiones bencineras en Bora/Vento participa en un segmento muy competitivo. Entre las alternativas podríamos considerar bastantes sedánes como el Chevrolet Cruze, Ford Focus, Honda Civic, Hyundai Elantra, Kia Cerato, Mazda3, Nissan Sentra, Subaru Impreza, entre otros, pero en diésel no tiene competencia (que recordemos).

CON EL ADN ACTUAL

El nuevo Vento viene con un frontal alineado con el actual ADN de diseño de Volkswagen. Este modelo partió en 1979, teniendo nuevas generaciones en 1984, 1992, 1998, 2005 y la última en 2011. Mide de 4.659 mm de largo, 1.502 mm de alto, 1.778 mm de ancho y una distancia entre ejes de 2.648 mm. Tiene un diseño muy sobrio, con una parte delantera que con el tiempo se fue diferenciando cada vez más frente a su hermano cinco puertas, el Golf. Es mucho más tradicional, tanto al frente como atrás. Estas versiones tienen en el lateral de los focos delanteros unas luces de posición naranjas, que integran los autos que llegan al mercado estadounidense y atrás también. Donde también cambió es en las llantas, ahora bicolor, y con un dibujo que antes no teníamos en el Bora.

Adelante esta versión full destaca por sus faros bifocales de halógenos con luz de marcha diurna. Se aprecia moderno, aunque le falta ser más jugado. Mantiene sus aires “tranquilos”, continuista, sin mayores jugadas estilísticas. Acá la marca alemana no apostó por un cambio radical. Destaca su  generoso pilar C, la larga línea del techo y la típica línea de las ventanas.

Visto de costado, por debajo de los tiradores de las puertas se integró una llamativa línea de carácter, que sólo es interrumpida por los pasos de ruedas, desplazando “visualmente” el centro de gravedad del auto hacia abajo, otorgándole un aspecto más sólido. Atrás, destacan las luces posteriores, seccionadas en dos por el portalón trasero, con luces de formas rectas y horizontales muy en los costados de la maletera (de generosos 510 litros), bastante atractivos.


ESPACIO DENTRO DEL PROMEDIO, DE UNA BUENA CALIDAD

El espacio interior está dentro del promedio del segmento. Es lo suficientemente amplio y cómodo para cuatro adultos, con una correcta relación tamaño-espacio interior. En las plazas delanteras tiene el confort de siempre del grupo VAG, y detrás buenas plazas para dos en ancho y alto, poco menos en largo.

La altura es correcta incluso para personas altas. Estas no tocarán arriba, que en este caso se ve limitado por el techo eléctrico, y si no tiene este techo gana en altura disponible. La calidad de los materiales es óptima (polímeros blandos en la consola y puertas), con un aspecto más bien minimalista, en donde veremos pocos botones (incluso el display digital del climatizador es demasiado chico) en donde se le dio mayor énfasis a la pantalla touch central, que controla la radio, teléfonos y algunos parámetros del auto. Los asientos son muy cómodos, con buena sujeción lateral y un respaldo bastante blando. No son calurosos y el nuevo material de tela es bastante agradable.

Todos los plásticos tienen un muy buen tacto. La postura al volante en cómoda y los mandos están al alcance de la mano, bastante intuitivos (con una botonera de nuevo diseño, con luces de fondo blancas). Otro aspecto atractivo son los relojes del tablero, los que son muy legibles tanto en días de sol como nublados. Lo que no me gustó es el display monocromático del centro, es muy antiguo, con los logitipos antiguos y que si tienen las versiones TSI del Golf. Estos se complementan con el blanco de los botones del interior, los que le dan un toque más elegante.

Integra un sistema nfoentretenimiento con pantalla táctil con 8 parlantes. Tiene preinstalación para teléfono (Bluetooth) y un puerto USB, ahora, ubicado abajo de la radio, en la consola central, delante de la palanca de cambios. Además, tanto ésta como el freno de mano van revestidos en cuero. El audio de la nueva radio del grupo VW es bueno, con unos bajos y agudos definidos. Es fácil navegar en las carpetas, y no hay que entrar mucho a los display de la radio para lograr la canción que queremos o cambiar el setup de otras funcionalidades.

UN DIÉSEL EFICIENTE

Todas las unidades turbodiésel que llegan al país integran el motor 2.0 litros TDI, que entrega 150 caballos (desde 3.500 a los 4.000 RPM) los  y un torque máximo de 340 NM entre los 1.750 y los 3.000 RPM, logrando, de paso, una máxima alcanza los 220 km/h y logra los 0-100 km/h en 8,9 segundos. En particular, este Bora TDI tiene un consumo homologado por el  3CV (Consumo Vehicular) de 13 km/l en ciudad, de 22,2 km/l en carretera y un mixto de 17,6 km/l. En Rutamotor logramos un mixto de 16,3 km/l.

El comportamiento del motor 2.0 TDI es excelente. Pero atentos, no hay que imaginar un vehículo muy rápido, diría que es más bien ágil, con mucha fuerza. No es tan rápido en las partidas, es más bien excelente en las recuperaciones. Acá es donde se siente que tuviera más de 150 CV, sobre todo desde las 2.000 RPM en adelante. Si lo llevamos en una aceleración constante, es muy fácil llegar a velocidades sobre 120 km/h. Sorprende lo poco que se siente la velocidad a regímenes elevados.

Acá es donde la caja doble embrague DSG hace su trabajo (lamentamos que no tuviera paletas al volante, uno de los puntos pendientes). El paso entre cambio y cambio es rapidísimo y el buen escalonamiento ayuda bastante. Si lo llevamos en «D» el paso es a bajas revoluciones, privilegiando el consumo. Ahora, en «S», Sport, es bastante más arriba, pasando las marchas casi en la zona roja, lo que también repercute en mayores vibraciones hacia el interior, y un sonido del motor más intenso.

En general, si lo llevamos «tranquilo», el andar es bastante aislado, con un feeling de manejo bastante logrado, que entrega total seguridad a cualquier velocidad. La suspensión aguanta prácticamente cualquier bache del camino, con un tacto algo áspero, no tan blando, ni tan duro, con una puesta a punto típica de los autos alemanes.

En suma, el nuevo Bora TDI entrega a la gama lo que le faltaba. Un motor de un consumo y autonomía excendida (más de 1.000 kilómetros)  y respuesta excelentes y que llega a llenar un espacio bastante poco explorado por las marcas. Ahora, el gran consumo de los nuevos motores turbo de baja cilindrada bencineros (el caso de los TSI en VW) tiene «en las cuerdas» a estos también excelentes plafaformas petroleras. ¿Qué opinas?

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