Ésto es útil para todos aquellos que van a comprar un auto usado, o cuando llevan a reparar el auto por un panel roto de la carrocería. Cuando vayan a revisarlo, lleven un imán en el bolsillo, para así revisar si alguna parte del panel ha sido arreglada con masilla o fibra de fidrio. Esto es especialmente útil para autos viejos o que sean de la zona costera, donde el óxido es pan de cada día.
Obviamente esto se aplica sólo a los paneles metálicos, ya que en las partes plásticas o de aluminio el imán no se pegará. Con uno de esos que se usan en el refrigerador basta. ¿Tienes algún otro tip para compartir? déjalo en los comentarios.
Fuente: lifehacker