Renault renovó hace un tiempo en Chile su SUV/Crossover compacto. el Captur 2018, que integra básicamente cambios estéticos menores, tecnologías, materiales e infotainment. A nivel mundial se han vendido más de 900.000 unidades de Renault Captur en más de 70 países y es el crossover urbano líder del mercado europeo. En Chile, la primera llegada de este modelo fue en 2014 y actualmente lo tenemos con precios desde los CLP $11.390.000 hasta los CLP $13.590.000 (con bonos de marca) tanto en versiones bencineras 1.2T de 115 caballos y un 1.5 dCi turbodiésel de 90 caballos, la de esta prueba en Rutamotor. Recordemos que este es uno de los segmentos de mercado más relevante en la actualidad, con modelos como el Peugeot 2008, Citroen C4 Cactus, Ford Ecosport, Hyundai Creta y Honda HRV, entre otros. ¿Su origen?, Valladolid, España.
El Captur salió la luz por primera vez en el marco del Salón de Ginebra de 2013, y deriva directamente del conceptual (desarrollado en 2011) de igual nombre con la finalidad de representar lo mejor de tres mundos: la personalidad y la robustez de un SUV sin su rudeza, la funcionalidad de un monovolumen sin renunciar al diseño y el placer de manejo de un sedán, pero con más espacio. Para la marca es un fiel representante de la segunda parte de su estrategia de diseño organizada alrededor del ciclo de la vida, que denomina Explora.
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RENAULT CAPTUR PRECIOS MAYO DE 2018: (Valores con bonos de marca)
- Captur Life 1.5L dCi 5MT: CLP $11.390.00
- Captur Zen 1.5L dCi 5MT: CLP $11.990.000
- Captur Intens 1.5L dCi 5MT: CLP $12.990.000 (nuestro test)
- Captur Intens 1.5L dCi 5MT Techo Panorámico: CLP $13.290.000
- Captur Intens 1.2T tCe 6AT: CLP $13.390.000
- Captur Intens 1.5L dCi 5MT Adventure: CLP $13.590.000
Dentro de su equipamiento de seguridad de acuerdo a la versión, el nuevo Captur suma airbag frontales y laterales delanteros; Isofix para asegurar la instalación de sillas infantiles en 3 puntos de anclaje; frenos ABS; control electrónico de estabilidad (ESC); asistencia de frenada de emergencia (SAFE); cinturones asientos delanteros regulables en altura; tres reposacabezas traseros regulables en altura; HSA, asistente de arranque en pendientes, donde se mantiene la presión del freno automáticamente durante dos segundos para facilitar la maniobra; sensor y cámara de retroceso; luces en curvas, donde al tomar una curva la luz antiniebla del lado hacia el que se gira, se enciende automáticamente para asegurar un mejor campo de visión; encendido automático de luces y sensor de lluvia; Energy Smart Management, neblineros delanteros, entre otros.
Tras este facelift, Captur integra nuevos colores como la versión con techo gris platino, potenciando sus opciones bitono. Además, está equipado, según versión, con luces delanteras full LED «Pure Vision». Esta tecnología mejora la estética y la seguridad. Además, incorpora luces de día LED en forma de «C», adoptando así la firma luminosa de la marca, siendo visible tanto de día como de noche.
DISEÑO CON RETOQUES QUE MEJORAN
El diseño de Captur evoluciona y refuerza su parentesco con su hermano mayor Kadjar. La rejilla delantera es igual al resto de crossovers de la marca incorporando una moldura cromada. El parachoques lleva nuevos protectores, tanto en la parte delantera como en la trasera. Otro elemento diferenciador del nuevo Captur, según versión, es su techo acristalado fijo lo que mejora la luminosidad general en el interior del vehículo, junto a sus nueva llantas de aleación Emotion 17”, que encontré bastante atractivas.
Sus medidas dan cuenta de un crossover de poco más de cuatro metros de largo, con 4.122 mm de largo, un ancho de 1.776 mm y un alto de 1.566 mm. Su distancia entre ejes llega a los 2.606 mm. Como concepto, el Captur es básicamente un crossover citadino que incorpora varios de los elementos que son comunes en todos los SUV, como un mayor despeje del suelo, barras en el techo, protecciones en las puntas y molduras plásticas por todo el contorno. Por ello, mejor que tenga claro que destaca más por su vocación urbana, más que como todoterreno.
Sus líneas se ven estilizadas, con unos focos grandes y muchos detalles cromados que le dan toques de mayor agresividad. Por los lados y atrás también hay más cromados, como en los neblineros que le dan un realce de fineza a las terminaciones. Además, se notan muchas formas ondulantes por donde se lo mire. Y si revisamos aún más en detalles su diseño, veremos que acá priman unas líneas más bien delicadas, equilibradas y fluidas, basado en la plataforma del Clio IV. Adelante, llaman la atención algunas mejoras como las luces delanteras leds de generosas dimensiones, que flanquean la máscara en cuyo centro destaca el logo cromado Renault, cuya parte superior va resaltado por un grueso listón lacado. La parte baja de la grilla lleva un listón con forma de «C» con los leds, además de formar una suerte de «sonrisa» extendida por toda la parte transversal delantera. De costado, el techo da la impresión de que estuviese flotando. Su despeje del suelo es de 170 mm.
Pasando a su zaga, en la parte alta vemos un spoiler cuya parte central va en el mismo tono del techo. Los ópticos traseros son algo pequeños, con muy pequeños cambios en las luces piloto, se mantienen en forma de joya, los que acompañan bien por los costados a un gran portalón. Un gran rombo cromado va ubicado sobre y al centro del generoso listón cromado que lleva el nombre del modelo. Muy discreto, en el costado derecho inferior del portalón va el monograma dCi que da cuenta de su motor 1.5 diesel. El paragolpes va en color negro e integra los sensores de retroceso (acústicos) como las luces reflectantes y de reversa. De fábrica integra neumáticos Michelin Premacy de medida 205/55 R17 con llantas de aleación de diseño Emotion 17” en colores acero y negro.
POSICIÓN DE MANEJO ALTA
Y al pasar a su interior, destacamos desde un inicio su posición de manejo alta, una lograda visibilidad hacia los costados, un mayor espacio en las plazas traseras y un maletero más grande. Otro de sus aspectos diferenciadores es su tapicería, la cual es recambiable y lavable. Llaman la atención también por la variedad de espacios de almacenamiento, los cuales incluyen una guantera tipo cajonera de fácil acceso tanto para el conductor como para los pasajeros, con una enorme capacidad de 11 litros. Lo anterior se complementa con los compartimientos detrás de los asientos delanteros, sobre el panel de control y una butaca trasera deslizante con respaldos abatibles para dejar un mayor espacio en el maletero de doble fondo.
El interior mejoró en algunos materiales específicos, sumando más cromados. Los materiales del volante agregan cuero en los topes de gama, además de ser regulable en altura y profundidad. La palanca de velocidades también adopta un renovado estilo. Los asientos ahora son más altos y envolventes con fundas desenfundables y nueva tapicería fija acompañados de un apoyabrazos central. El asiento del conductor es regulable en altura de 70 mm. Por su parte, los espacios son más amplios y accesibles cuenta con un cajón Easy Life de fácil acceso de 11 litros que sirve para pequeños y grandes objetos, más portaobjetos rediseñados que mejoran su integración.
La posición de manejo es 10 mm más alta que la de un Clio IV. Conseguir la mejor ubicación al volante no es complicada ya que el volante puede regularse en altura y profundidad. Los rejoles del tablero integran un gran display central con el velocímetro, a los costados los relojes analógicos para estanque de combustible y tacómetro, los que con el facelift cambiaron levemente su tipografía, son casi iguales. Arriba un pequeño computador abordo con todas las funciones clásicas (consumo instantáneo, promedio, entre otros. En la consola central una pantalla multifunción que informa las funciones de la radio y GPS. Abajo de esta un climatizador (de botones más bien pobres) pero que son bastante intuitivo de usar.
El sistema multimedia R-Link Evolution incluye una pantalla táctil de 7” con GPS y sistema Bluetooth, lo que permite sincronizar las funciones y contactos del teléfono celular con el sistema de manos libres, así como la reproducción de música de un dispositivo móvil, iPod y USB a través de conexión por audio streaming o entrada auxiliar, con una calidad de audio solo regular. Incluye Android Auto que con una interfaz sencilla e intuitiva replica las principales aplicaciones de tu teléfono en la pantalla, funciona bastante bien con un concepto intuitivo. Más abajo encontramos los mandos del sistema de climatización unizona (idéntico al del Symbol), el botón de arranque (no usa llave convencional) y la ranura para insertar la tarjeta manos libres. En la consola que va entre los dos asientos delanteros, van dos comandos: el ECO, que modifica la aceleración, la gestión del torque y la potencia, el funcionamiento del sistema de climatización. El manejo se vuelve más suave con aceleraciones más largas. El otro comando es el del regulador/limitador de velocidad (o control crucero).
Toda la consola se aprecia bastante moderna (de hecho tiene unas terminaciones plásticas tipo notebook y que son brillosas negras en gran parte de la consola central), con unos plásticos que mejoraron bastante frente al modelo previo. La textura de los plásticos son en parte ahora blando, otros duros, pero bastante mejorados, era uno de sus puntos débiles. En general veremos mucho espacio en alto, largo y ancho para ser un crossover compacto. Atrás dos irán muy tres no. El portaequipajes del Captur, admite entre 377 (contra 300 del Clio IV) y 455 litros, ello depende de si desmontamos o no su piso. Si se abaten los asientos traseros, el espacio disponible llega a los 1.146 litros.
LOS MISMOS Y RENDIDORES MOTORES
Llega en una versión Intens turbo a gasolina con motor 1.2 lt con transmisión AT de 6 velocidades y tres versiones (Life, Zen e Intens) para su motor turbodiésel dCi de 1.5 lt. MT de 5 velocidades. La primera con una potencia de 115 CV y la segunda de 90 CV, ambas a 4.000 rpm, las de este test de Rutamotor. Adicionalmente, mantiene su sistema Stop/Start que detiene el motor si el vehículo está en reposo y en neutro, permitiendo mayor rendimiento y una reducción importante de gases. Estos factores permiten que Captur diésel, por ejemplo, logre un consumo de hasta 30,5 Km/l en carretera (27.6 km/l mixto y 23,7 urbano) y una de las más bajas emisiones de CO2 del segmento (95 g/Km).
Según el 3CV (Consumo Vehicular) el Captur turbodiésel logra un rendimiento de 23,7 km/l en ciudad, de 30,5 km/l en carretera, generando un mixto de 27,6 km/l. En Rutamotor logramos un promedio de 24,7 km/l, un rendimiento excepcional. Debe ser de los vehículos más eficientes de nuestro mercado. Además, tiene una de las más bajas emisiones de CO2 del segmento (con 95 g/Km).
Este motor es tan eficiente porque aquí la marca del rombo prestó especial atención en desarrollar un motor de alto rendimiento a través de la minimización del peso, mejoras aerodinámicas y elementos como la función ECO MODE que reduce el consumo de combustible, modificando la aceleración, la gestión del torque, potencia y climatización. Adicionalmente, agregó el sistema Start/Stop que detiene el motor si el vehículo está en reposo y en neutro, permitiendo mayor rendimiento y una reducción importante de gases.
Bajo el capó esconde un propulsor conocido en la marca francesa, el 1.5 dCi 90 Su desplazamiento es de 1.461 c.c. y entrega 90 caballos de fuerza a 4.000 revoluciones, mientras que su par máximo alcanza los 220 Nm disponibles desde las 1.750 vueltas. La potencia del motor es enviada al eje delantero (no hay versiones con tracción integral) mediante una caja manual de cinco marchas.
En el test del Captur pudimos comprobar que este motor 1.5 turbodiésel (dCi) no es en exceso rápido, es más bien equilibrado, no tan lento en las salidas, mejor en la zona baja de las revoluciones (hasta los 1.500 RPM) y poco torquedor arriba de las RPM. SI lo sabemos llevar bien, lograremos una correcta performance, para ello recomendamos llevarlo siempre sobre las 2.000 RPM para tener un buen torque disponible y no sentir la falta de potencia, para ello utilice marchas cortas, como segunda o tercera. La cuarta y quinta son netamente para ahorrar.
En general las vibraciones están bien contenidas. Aquí, lo que faltó y mucho es una sexta marcha lo que hubiera contribuido mucho más a reducir el consumo. En autopista las cinco marchas de la caja de cambios se acaban pronto y obligan a llevar el motor arriba de revoluciones. Sin embargo, ello repercutirá en que llegue algo de sonido al habitáculo (bajo ese régimen el motor casi no se siente). La suspensión está bien afinada lo que permite que el Captur entre en las curvas con mucha precisión, sin balanceos excesivos. En general la conducción es bastante relajada y sencilla.
En resumen, este «retocado» Captur 2018 en su versión turbodiesel es un producto con espíritu más bien citadino, que puede ser llevado fuera de camino en desafíos «light». Su principal característica es su extraordinaria economía, que incluso pueden superar los 1.000 kilometros con sólo un estanque. Ello permite viajes largos con total y absoluta soltura y autonomía. Un crossover/SUV ideal para viajes en carretera con la familia, sin preocuparse mucho de mirar cuantos nos queda de combustible. ¿Qué te pareció el nuevo Renault Captur 2018?, coméntanos.
