Las marcas evolucionan, y lo hacen presentando nuevos modelos, diseños y tecnologías. Uno de los ejemplos más destacados es el nuevo Mazda CX-9 2017, el buque insignia de la casa japonesa y que presenta como gran novedad, además, un inédito motor bencinero turbo 2.5 litros Skyactiv, que es exclusivo para este modelo. Esta SUV de grandes dimensiones compite de dentro de un mercado amplio y lleno de modeos de calidad como la nueva Honda Pilot, Toyota 4Runner, Nissan Pathfinder, Ford Explorer, entre otras.
Sus precios iniciales parten en los CLP $25.490.000 hasta los CLP $29.990.000 en tres versiones, todas automáticas de seis marchas, mismo motor y tracción integral. Con esta nueva llegada, se completa la gama de la sexta generación de autos de la marca, que integran las tecnologías Skyactiv, el diseño Kodo, el sistema Mazda Connect y toda la seguridad de i-Activesense.
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MAZDA CX-9 PRECIOS JULIO DE 2017:
- CX-9 2.5T 6AT AWD R: CLP $25.490.000 (USD $38.430)
- CX-9 2.5T 6AT AWD GT: CLP $27.490.000 (USD $41.450)
- CX-9 2.5T 6AT AWD GTX: CLP $29.990.000 (USD $45.220) (nuestro test)
Entre su equipamiento de seguridad suma el sistema de advertencia al mantenimiento de carril (LAS), Monitoreo de Punto Ciego (BSM), Sistema de frenado de emergencia en ciudad delantero y trasero (SCBS), Alerta de tráfico cruzado trasero (RCTA), Sistema de advertencia de salida de carril (LDWS), Sistema de advertencia en caso de cansancio del conductor (DAA). También cuenta con 6 airbags, sistemas de frenos anti bloqueo (ABS) con distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD) y Control Dinámico de Estabilidad (DSC), entre otros.
SE COMPLETA LA GAMA KODO
Mide 5,075 mm de largo, 1.960 mm de ancho, 1.747 mm de alto con una distancia de ejes de 2,930 mm. Su nuevo diseño está inspirado en el lenguaje Kodo (alma del movimiento) y se enfoca en todos los puntos de contacto que el conductor y sus seis ocupantes tienen con esta SUV de tres corridas de asientos, desde la vista, el manejo, las sensaciones al tacto y la insonorización del habitáculo. También presenta una importante reducción de peso gracias a la nueva plataforma SKYACTIV que permitió ahorrar 120 kilos en relación con su predecesora.
Al revisar sus formas, veremos que está basada en el trapecio –más ancho en la base y más angosto en el techo- que es la forma geométrica que otorga mayor estabilidad. Acá destaca su prominente parrilla delantera que le da una mejor profundidad y continuidad del ala, firma característica de los vehículos Mazda, creando una sensación de mayor poder.
Tiene ahora un frontal más afilado y una carrocería que se mantiene musculosa, llena de curvas y aristas, muy a la tendencia actual del mercado marcada por los japoneses, que cambia y fluye en el auto desde el frontal a la maletera. Por los costados la zona vidriada es alta con una línea de cintura superior que recorre todo su entorno. Atrás, presenta unos ópticos más afilados, agresivos, muy en la línea de la nueva CX-9, que le suma un toque más deportivo.
La marca japonesa indica que en su nueva estética todo es más refinado y equilibrado, donde “menos es más”, predominando las líneas más horizontales y suaves, que enmarcan «los reflejos de las luces y sombras». Acá los pilares A se retrasaron 35 mm, dando mayor sensación de fluidez. Los focos son incluso más delgados que antes, al igual que los neblineros, la parrilla apuesta por un diseño 3D, donde el Signature Wing y el logo Mazda acentúan una mayor impresión de profundidad, que encuentro le dan un aspecto agresivo y moderno. Y por ello, a pesar de sus dimensiones, mejoró y fortalece ese equilibrio entre deportividad, lo familiar, que ningún modelo de su competencia ha logrado (por ejemplo la Pilot se mantiene muy cuadrada). Su diseño no pasa desapercibido, ya que en esta segunda generación mantiene ese «equilibrio justo».
UN INTERIOR COMPLETO Y MINIMALISTA
Adentro entrega detalles como la decoración en cuero de sus paneles, una consola central más ancha y alta para asegurar mayor comodidad, terminaciones de aluminio ejecutadas con especial atención e inspiradas en cuchillos o katanas japonesas, detalles cromados, asientos con cuero negro de doble costura y perforaciones para mejorar acústica, dependiendo de la versión, entre muchas otras características. Integra el sistema multimedia MZD Connect, que permite acceso a audio, comunicación, navegación GPS, personalización de funciones del vehículo e internet a través del smartphone.
Al centro vemos una pantalla táctil TFT de 8” se encuentra ubicada en la parte superior del panel de instrumentos, de tal forma que reduce en gran medida la necesidad de bajar el ángulo de visión, y sus gráficos están diseñados para una legibilidad instantánea. Todo esto pensado para eliminar distracciones en el conductor, de tal forma que se minimicen sus esfuerzos y se aumente la concentración para disfrutar la conducción al máximo.
Este sistema de infotainment ya lo habíamos visto en otros modelos de Mazda, funciona bastante rápido en todas las funciones que comparte en los distintos modelos. Nos podemos mover entre los íconos con una perilla abajo de la caja automática, bastante intuitiva de usar. Lo que agrega el CX-9 es que agrega GPS, también de un funcionamiento útil y práctico y al centro un HUD (display central que despliega la información en el vidrio) con datos de velocidad, GPS y el sistema de aleta de cambio de carril, que no me encuentro mayor utilidad, pero luce bastante.
Al centro los típicos el tablero sinóptico agrega los típicos nuevos relojes circulares de Mazda, legibles y en fondo blanco. Al costado derecho un display digital con toda la información necesaria del computador abordo, radio, entre otros, que ahora es color y no monocromáticos como antes. A ello agrega un notable sistema de sonido Bose con 12 parlantes (incluida en esta versión, y de una definición realmente espectacular, digno de alta gama) y una notable insonorización en la cabina, que sorprende por lo bien lograda, minimizando las vibraciones en superficies e incrementando aún más la comodidad.
Hay muy buen espacio en las tres corridas de asientos, tanto en alto, ancho como largo, los de la tercera corrida pueden ser de cualquier edad y tamaño, lo que se agradece. Los asientos delanteros -muy cómodos- son calefaccionados y cuentan con ajuste eléctrico, mientras que la apertura y cierre de la quinta puerta es de accionamiento eléctrico. El acceso a la tercera fila es bastante simple, al correr los asientos de la segunda fila con total fluidez.
Además. incluye techo corredizo “sunroof” eléctrico, sistema inteligente de iluminación frontal, sensores de luz y lluvia que activan automáticamente las luces y los limpiaparabrisas, espejos laterales con desempañador, memorias de posición de la silla del conductor, sensores de estacionamiento y cámara de retroceso, entre otros.
UN NOTABLE SKYACTIV TURBO
La gran novedad en el apartado mecánico está en que la CX-9 integra el primer motor turbo de la familia Skyactiv, se vale de un ingenioso artilugio al que Mazda denomina Dynamic Pressure Turbo, que mediante un control de válvulas puede modificar la cantidad de gases de escape que ingresan a la turbina. A bajo régimen de rotación solo una válvula se abre para llenar la turbina más rápidamente. Cuando se incrementa el régimen de revoluciones se abren más válvulas para dejar pasar más gases y así entregar una curva de par plana y constante. Otro elemento importante es el recirculador de gases enfriado, que permite al motor trabajar con una compresión de 10.5:1, algo poco común tratándose de un motor turbo.
Nos sorprendió desde un inicio por su respuesta inmediata, acelera y mucho, sin la presencia del clásico «turbo lag», que fue solucionado de una manera realmente notable. Este nuevo motor de inyección directa SKYACTIV-G 2.5 litros turbocargado entrega 227 caballos a las 5.000 RPM y un torque de 420 NM desde apenas las 2.000 RPM. 2,000 rpm, además usa combustible de 93 Octanos. Ello permite que acelere de 0-100 km/h en 8.3 segundos y logre una velocidad máxima de casi 210 km/h. En Rutamotor logramos un consumo promedio de 9,3 km/l. Está homologado por el 3CV (Consumo Vehicular) con 7,8 km/l en ciudad, de 13,9 km/l en carretera, y un mixto de 10,8 km/l.
También me gustó la nueva transmisión automática Skyactiv Drive de seis velocidades que es más rápida que antes y entrega pasos de marcha muy suaves, teniendo la posibilidad de uso manual moviendo la palanca al lado izquierdo, lo que si echamos de menos son paletas al volante, pero entendemos que es netamente un vehículo familiar y sus clientes no lo exigirán tanto. Lo que si cuenta, es con un botón modo Sport, que proporciona una conducción más dinámica al optimizar la aceleración a altas revoluciones para entregar una respuesta más rápida, y se siente bastante, sobre todo al partir, es mucho más «agresivo» en las salidas, aunque cuidado, porque toma mucha velocidad rápido y apenas se siente en esta CX-9.
Esta CX-9 2017 incorpora el sistema de tracción integral «inteligente» i-Activ AWD de Mazda. Éste evalúa de manera continua las condiciones del camino, temperatura exterior y el agarre de las ruedas, ofreciendo una conducción segura sobre cualquier superficie, distribuyendo instantáneamente la potencia de manera óptima entra las ruedas delanteras y traseras. Gracias a sus 27 sensores, obtiene la máxima tracción en las cuatro ruedas en condiciones de manejo resbalosas. No la probamos fuera de camino, pero el sistema de tracción integral ayuda y mucho los días de lluvia, en donde encontramos posas y barro, la sentimos muy segura y en momentos de menos tracción se comportó excelente, sin perdidas.
En suma, la nueva Mazda CX-9 2017 se coloca un escalón por encima de competidores, básicamente por su tecnología aplicada en el tren motor (un notable 2.5L turbo), además por su calidad de ensamblaje y materiales. Un producto muy destacado dentro del portafolio actual de la marca en Chile.
