El Maserati Levante tuvo un buen estreno tras una prometedora campaña previa a su lanzamiento, pero se desinfló rápidamente en cuanto a ventas tras mostrar algunas falencias y un nivel de atención a los detalles que no estaba acorde al precio que pedían.
Por eso es que la línea la renovaron corrigiendo varios errores y agregando nuevas tecnologías y elementos. Sin embargo el cambio más interesante (y necesario para aumentar las ventas) fue la presentación de la versión GTS, que lleva un motor 3.8 twinturbo de 542 hp y 730 Nm, el mismo que equipa el Quattroporte GTS, y que es fabricado en la planta de Ferrari en Maranello.
Junto al nuevo motor, el chasis tiene un nuevo ajuste, con mejoras en la suspensión, dirección y frenos, para mejorar la respuesta dinámica del vehículo. También tiene algunas mejoras estéticas por dentro y por fuera, destacando el nuevo diseño inferior del parachoques y una parrilla frontal, con un diseño exclusivo para las versiones GTS y que potencia una imagen más deportiva.
