Esta semana comenzaremos un interesante test de un modelo recientemente lanzado de la marca británica del felino, Jaguar, la que vuelve a ingresar a competir en un segmento muy importante, donde hace años que los alemanes tienen su posicionamiento indiscutido y este nuevo XE viene a moverles el piso.
Precios y versiones del nuevo Jaguar XE para febrero 2016
- Jaguar XE 2.0T 8AT Pure: US$44.900
- Jaguar XE 2.0T R-Sport 8AT: US$55.900 (modelo probado)
- Jaguar XE 3.0 SC S 8AT: US$66.900
La marca británica había dejado de competir en este reñido segmento, desde que dejo de venderse el X-Type, el que no tuvo mucho éxito comercial en su momento, terminando su vida comercial en el año 2009, dejándole el espacio libre a los alemanes Audi A4, Bmw serie 3 y Mercedes clase C. Su plataforma compartida con un modelo generalista, motores pequeños, tracción delantera y malas terminaciones, no le permitieron destacar.
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Pero eso pretende cambiar con la llegada del XE, un sedán pensado desde cero partiendo por un chasis modular completamente de aluminio, que además de su rigidez, entrega la posibilidad de contar con tracción trasera o total, entre otras cosas, junto con un alto equipamiento, terminaciones y diseño que se espera de un producto de la marca inglesa.
DISEÑO ATRACTIVO Y DISTINGUIDO
Así que vayamos de a poco, y comencemos con su exterior. Comenzando por una máscara realmente imponente, con malla tipo panal, y un logo central del Jaguar rugiendo con fondo rojo, muy provocador. A los lados vemos unos grandes focos con tecnología LED para las luces diurnas y un equipo de bi-xenón para las altas y bajas. Bajo estos no tenemos neblineros, pero si un detalle decorativo color gris, junto con varias tomas de aire con la misma malla de panal.
El frontal es realmente afilado y bien logrado, lo que le da un aire de deportividad apenas mirarlo. Su línea lateral recuerda a un coupe de 4 puertas por la alta cintura, pequeña zona vidriada y llantas de 19 pulgadas de 5 rayos dobles. En los tapabarros delanteros vemos una branquia donde podemos leer la terminación R-Sport deportiva. Los vidrios traseros son tinteados, dándoles más deportividad y sensación de menor tamaño.
La parte trasera es muy hermosa y estilizada, recordando a algún otro modelo de su segmento, como el Audi A5 sportback, lo que es muy bueno debido a lo bien logrado de este último. La caída del techo llega bien atrás, a mitad de camino entre un sedán tradicional y un liftback, con un maletero no exagerado, que termina con un pequeño alerón, muy discreto y elegante. Los focos traseros también incluyen tecnología LED, con una línea que cruza el foco y tiene una semi circunferencia en un momento para darle mayor personalidad.
Terminando el parachoques, cuenta con dos colas de escape, una a cada lado, pero sin tener una terminación muy bonita, ya que es simplemente los tubos que llegan hasta atrás, sin algún cromado o elemento que ensanche su diámetro. Sus dimensiones exteriores son bastante generosas, pero no tan exageradas, con un largo de 4.672 mm, un ancho de 2.075 mm, un alto de 1.416 mm y un peso de 1.535 kg.
Obviamente como se espera, incluye sensores de proximidad delanteros y traseros, cámara de retroceso, espejos eléctricos con intermitentes y abatimiento eléctrico, sunroof, antena de techo tipo aleta de tiburón, y kit de faldones deportivos, por mencionar lo más importante.
INTERIOR ELEGANTE Y DEPORTIVO
Su interior es muy elegante, comenzando por un bonito volante de tres rayos y centro circular, con controles del sistema multimedia, velocidad de crucero, y las paletas para el manejo secuencial de su caja de cambios. Tras este, vemos un tradicional, pero completo tablero de instrumentos. Un gran tacómetro al lado derecho, velocímetro al lado izquierdo y una pantalla a todo color para su computador a bordo al centro, con medidores digitales para la temperatura de motor y nivel de combustible.
Al centro del tablero vemos su pantalla central que maneja el sistema multimedia, navegador, cámara de retroceso, teléfono manos libres y audio, que además se complementa en esta versión con un sistema de sonido Premium MERIDIAN con 12 altavoces y 380 watts, que entrega un sonido realmente sobresaliente. Bajo esta pantalla, vemos los controles para el sistema de climatizador dual y el botón de encendido.
Entre los envolventes asientos deportivos, vemos el botón para ajustar los modos de manejo del Jaguar Drive Control, que cuenta con 4 modos: Nieve, Eco, Normal y Dynamic, el freno de mano eléctrico, la desconexión del control de estabilidad y del sistema Start&stop y el mando giratorio que controla su caja de cambios, todo en un elegante negro piano.
El espacio no es tremendo, pero permite acomodar a 4 o 5 adultos con comodidad, siempre que estos no midan por sobre 1.80 mts, ya que tendrán algo de sensación de agobio por el espacio para la cabeza y las piernas. Su equipamiento es completo, como se esperaría de un Jaguar, con asientos mixtos de cuero y tela deportiva, asientos eléctricos con memoria y calefacción, climatizador bi-zona, kit eléctrico completo, botón de encendido, sensor de luz y lluvia, computador a bordo, entre lo más destacable.
MOTOR TURBO Y CAJA SECUENCIAL
A nivel mecánico cuenta con un chasis de nueva generación, completamente de aluminio, reparto de pesos de 50/50, tracción trasera, con un motor de 4 cilindros en línea, 2.0 litros, turbo y que entrega una potencia de 240 hp a 5.500 rpm y un torque de 340 nm entre 1.700 y 4.000 rpm, a través de una caja automática de 8 velocidades. Con esto, puede acelerar desde 0 hasta 100 km/h en 6.8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h, con un consumo medio de 13.3 km/l.
Pero para comprobar todas estas maravillas y saber si realmente cumple y llega al nivel necesario para enfrentar a las tradicionales berlinas alemanas, debemos manejarlo y saber cómo se comporta. Partiendo por encender su motor, cobra vida sin mucho ruido, y demuestra que este motor ésta pensado para los menos exigentes a nivel de potencia entre sus compradores, dejando para esta tarea la versión que incorpora el motor V6 de 3.0 litros super cargado, de 340 hp.
Giramos el mando de la caja de cambios, lo colocamos en posición D y comenzamos a movernos. Primero en modo normal, el auto se siente ágil, bien aislado del camino, aunque debemos reconocer que sin llantas de 19 pulgadas transmiten las imperfecciones del camino un poco más de lo que nos gustaría. Y aunque eso es culpa del camino, es el precio que debemos pagar para poder optar a un manejo más deportivo y directo.
La dirección eléctrica es muy directa, con menos de 3 vueltas entre topes y con un ajuste muy bueno entre suavidad y comunicación de lo que pasa bajo nuestro. El motor empuja bien y la caja va subiendo de cambios sin apenas darnos cuenta. Un detalle que notamos inmediatamente, es que si tratamos de enganchar o subir de cambios con las paletas mientras la caja está en posición D, vemos que esto no es posible y solo ocurre cuando llevamos la caja en posición S (Sport).
La verdad es que esta caja no está calibrada muy deportiva, buscando más el confort del paso, que la brusquedad de otras que emulan una caja manual o más deportiva. Tampoco se escuchan los pasos de cambio por el escape (como carraspeos), que si tienen otros modelos de su competencia, y que probablemente quedaron para la versión S (que aún no hemos probado).
El manejo en ciudad es simple, gracias a sus sensores de estacionamiento, cámara trasera y a su sistema Start&stop, pensado en los grandes atochamientos. El sistema multimedia con navegador es muy útil para llevarnos a nuestro destino y entretenernos en el camino, transmitiendo música desde el Smartphone o permitiéndonos llamadas en manos libres.
Ya utilizando autopistas, vemos que aquí de a poco permite liberar las garras del felino, con una sensación de suavidad y estabilidad que nos hacen creer que no vamos a la velocidad indicada. Su chasis demuestra su rigidez en las curvas y en lo bien calibrada suspensión. Con esto, los 240 hp de su motor parecen pocos, y nos hace imaginar lo bien que se movería con los 340 hp de la versión S, pero eso es algo que nosotros pensamos y que no será lo más importante para la mayoría de sus dueños.
CHASIS PREPARADO PARA MÁS
Llevándolo a sus límites, vemos que demuestra no solo un comportamiento neutro y estable, sino que es muy entretenido de llevar, gracias a su tracción trasera, motor que responde bien, caja de cambios ágil y un chasis pensado para más. En modo dynamic, mejora la respuesta y varios parámetros, incluido un color rojo de su tablero que nos llama a sacar partido de sus 240 hp.
El consumo no es exagerado, pero tampoco podemos esperar una alta eficiencia en un auto pensado en el rendimiento deportivo más que en el menor consumo. Para esto, si lo llevamos en modo Eco, y cuidamos el acelerador (tenemos unos diagramas en el computador a bordo que nos pueden ayudar con esto), podemos lograr cerca de 10 km/l en ciudad, pero apenas coloquemos en dynamic y exprimamos su motor, podremos bajar hasta los 8 o menos.
Como puntos bajos, se extraña como mencionamos antes un poco más potencia, lo que se soluciona fácilmente optando por la versión S (y extras US$11.000), pero al mismo tiempo, al equipar el kit R-Sport, el confort de marcha disminuye por sus llantas de 19 pulgadas y bajo perfil. También podrían ser más las ayudas electrónicas para la seguridad activa, algo que ya equipan modelos de marchas generalistas de menor valor.
Como conclusión, vemos que el nuevo XE ha logrado sorprender con un producto muy bien logrado, buen manejo, buenas terminaciones y equipamiento y un dejo de exclusividad para los que busquen un modelo diferente al que manejan casi todos en el segmento.
