Hyundai i10 1.1 GLS 2009: Descubre la ciudad

por Equipo Rutamotor

Micros amarillas, micros blancas, grandes SUVs, grandes autos y camionetas. La ciudad está cada vez más saturada y se necesitan vehículos con mejores consumos y que sean una solución inmediata e inteligente a todos los problemas de los pocos espacios, el alto precio del combustible, los tacos y la contaminación. Bueno, estamos en frente de la respuesta coreana, el Hyundai «i10», un modelo entretenido y que sustituye al Atos tras varios años.

Este segmento de «citycars» está cada vez más competitivo. En Chile ya tenemos a modelos como el Chevolet Spark, Kia Morning (su primo hermano), Citroen C1, Peugeot 107, Fiat Panda, Suzuki Maruti, entre otros. La marca coreana Hyundai renovó su Atos para poner en las calles del mundo el i10 (comparte motor y plataforma con el Kia Morning), en una nueva generación de vehículos urbanos (pronto saldrá el i20) con la que aspira a competir por el espacio en la ciudad. De hecho, el i10 es un vehículo pensado y construido para moverse en ámbitos citadinos, donde destaca por su habitabilidad, poco consumo, agilidad y facilidad de manejo.

En esta oportunidad Automotores Gildemeister nos facilitó la versión full, del Hyundai i10 que trae: dirección asistida, alarma, cierre central, alzavidrios eléctricos, tacómetro y radio CD MP3. Ninguno de los modelos trae airbag. Parte en los $4.590.000 con la versión base 1.1 GL M/T. Luego viene la 1.1 GLS (que testeamos) con dirección servoasistida en $4.890.000 y termina en los $5.190.000 con el modelo con aire acondicionado.

Hyundai i10 1.1 GLS 2009 Retrotest Rutamotor-2

El i10 está dotado de un motor SOHC de gasolina de 1.1 litros, que ofrece una potencia máxima de 66 HP @ 5500 rpm y un torque máximo de 10 Kgm @ 2800 rpm, su estanque es de 35 litros y tiene una caja de cambio manual de 5 velocidades montada en una consola que da más espacio entre el conductor y el asiento del copiloto.

LÍNEAS MODERNAS, INTERIOR ESPACIOSO

Este nuevo integrante de la familia «i» de Hyundai hereda muchos de los rasgos del hatchback mediano i30. Tanto el diseño de las ópticas y la parrilla delantera son idénticas a las líneas de su hermano mayor y reflejan un aire de modernidad que llaman la atención. Destacan el corte elevado de su parachoques delantero, un parabrisas aerodinámico muy inclinado, sus elevadas líneas de los costados, que le dan una alta «cintura» y unas voluminosas ópticas traseras. Sus dimensiones son compactas y llegan a los 3,5 metros de longitud. Tiene una capacidad de carga con los asientos desplegados de 2.774 litros. En condiciones normales, el maletero presenta una capacidad de 225 litros.

Su habitáculo es moderno y desahogado. La postura de conducción es cómoda, alta, lo que facilita su excelente visibilidad hacia el exterior, lo que permite que el i10 pueda moverse en la ciudad como «pez en el agua». Atrás sorprende por su espacio, caben cómodos dos personas, más que tres. No hay problemas para estirar las piernas dado su generoso espacio disponible.

El tablero está compuesto por plásticos duros y, en general, predomina la sencillez y practicidad. Tiene marcadores analógicos en el tacómetro, bencina y velocidad. El velocímetro tiene un fondo blanco que hace que de día cueste leelo si no se tiene las luces prendidas. La palanca de cambios está integrada a la consola central y los pedales están a una distancia correcta y no cuesta acostumbrarse. La ubicación de la palanca de velocidades permite que hayan muchos espacios para guardar cosas en los asientos delanteros, hay bolsas de las puertas y su guantera tiene mucho espacio. Las puertas delanteras y traseras son grandes y amplias. Es fácil entrar al i10. El maletero, de 225 litros, es aprovechable y de formas regulares. En caso que necesite más espacio para la carga puede abatir los asientos traseros.

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ECONOMÍA Y SUAVIDAD DE MARCHA

Dinámimente el i10 se comporta sano, suave y versátil. Su andar es noble y equilibrado, muy enfocado en lograr comodidad para los pasajeros, más que eficacia dinámica o reacciones nerviosas. Las suspensiones son blandas, es un vehículo muy bien aislado y la alta carrocería acusa cierto balanceo. Su frenaje es correcto y permite mucha modulación por parte del conductor. La dirección servoasistida entrega un buen «feeling» y su asistencia en ciudad permite maniobras rápidas y con total seguridad.

La respuesta de su motor de 1.086 centímetros cúbicos es inmediata en ciudad, responde regular y silencioso y con una contundencia que no harían sospechar sus modestos 66 CV. A medio y alto régimen (sobre 3.700 RPM) pierde fuerza, algo lógico para la cilindrad, y ello se hace notable al salir a la carretera, donde se torna algo perezoso y pierde soltura, aunque no cuesta lograr promedios entre 100-120 km/h. Ahora sobre esta velocidad, sus consumos se disparan, ya que el motor es pequeño y no está diseñado para «correr». Es urbano por sobre todo. A modo de ejemplo, logra los 0-100 km/h en largos 15,6 segundos.

Si usted quiere economía de combustible, este vehículo no lo defraudará. Logra un consumo en ciudad de 16 km/l y cerca de 25 km/l en carretera. Su consumo mixto es de 18 km/l, siempre y cuando su andar sea tranquilo, como señalábamos antes.

En suma el el Hyundai i10 es ofrece una excelente alternativa. Un «ciudadano» ágil, entretenido, dinámico y cargado de vitaminas. No sólo es atractivo por su diseño y prestaciones, sino que otorga una verdadera suma de sensaciones agradables. Algo muy destacable en momentos que el mercado y la ciudad exigen vehículos cada vez más dinámicos, eficientes, económicos, idealmente pequeños y amigables con el medio ambiente.

Hyundai i10 1.1 GLS 2009 Retrotest Rutamotor-6

LO BUENO:

  • Diseño
  • Comodidad interior pese a sus dimensiones
  • Economía
  • Simpleza de uso
  • Precio
  • Motor

LO MALO:

  • Velocímetro poco legible
  • Falta de ABS y Airbag
  • Motor flojo sobre 4.000 RPM

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