DS DS5 2.0 BlueHDI 180 CV EAT6 Sport: Estético v/s práctico

por Equipo Rutamotor

A propósito de un día distintos para el Grupo PSA, ya que compró Opel en USD $2.300 millones, les quisimos mostrar el «buque insignia» de la marca de lujo de Citroen, DS Automobiles. Se trata del DS5 en la única versión disponible en Chile, la 2.0 BlueHDI de 180 caballos, la que tiene un precio de CLP $24.490.000. Además este DS5 ofrece también los nuevos motores BlueHDI, los motores diésel de Citroën y Peugeot que superan la normativa anticontaminación Euro VI. El motor que nos convoca, el 2.0L llega hasta los 180 CV, con un torque máximo de 400 Nm, alcanza los 220 km/h de punta y acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos. 

El DS5 es una de las alternativas más exóticas que actualmente comercializa a marca de lujo de Citroen, en donde participa dentro del segmento de los sedánes de lujo, siendo más bien un liftback. Recorrdemos que el DS5 no es un modelo nuevo, llegó al mercado mundial por 2011, comercializándose en Chile desde 2013, con un facelift en 2016, que es el que probaremos ahora en Rutamotor.

PERO, ¿QUÉ ES?

Mide 4.53 metros de largo, 1.87 metros de ancho y 1.51 metros de alto. Tiene uno de los diseños más particulares del mercado, que con sus líneas busca  “sorprender” y “atraer” las miradas. El DS5 se sigue viendo como una especie de nave espacial que destaca de sobremanera. En el frontal encontramos una imagen con mucha personalidad, siendo además la parte donde se concentran la mayoría de los cambios que ha sufrido con el restyling. La parrilla del DS5 destaca por una parrilla cuadrangular con el símbolo “DS” en el centro. El otro punto clave son los grupos ópticos, de generoso tamaño, con una firma lumínica diferente y con tecnología Full LED-xenón.

En la parte inferior del parachoques encontramos las luces antiniebla, que se mantienen en la misma posición que antes. Un detalle curioso son los intermitentes, situados en una barra horizontal,, las que están en combinación con las luces LED. Me gustó esa solución de la moldura alargada con terminación cromada que une el frontal con el pilar A, una licencia estética que hace parecer diferente al DS5 del resto del mundo.

La vista lateral tiene más de crossover que de un liftback. La superficie acristalada no es especialmente grande, aunque contamos con ventanillas tanto en el pilar A como en el pilar C. En las formas de la carrocería ayudan también las molduras cromadas de la parte inferior, así como las llantas de aleación, que en esta unidad son de 19″, con terminación bicolor. Las lunas traseras y superiores están pintadas negras. Atrás destaca por unos faros de gran tamaño situados en una posición relativamente alta. El portón del maletero es pequeño y al abrirlo encontramos un salto bastante grande hasta la superficie de carga. El parachoques trasero destaca por las molduras inferiores que simulan dos salidas de escape trapezoidales, pero son embellecedores, y solo la derecha es real.

UN INTERIOR AERONÁUTICO, LLENO DE BOTONES

Adentro realmente sorprende, hay novedades de diseño por todos lados, unas más prácticas que otras, pero acá el objetivo es llamar la atención. Cualquier detalle está pensado para sorprender tanto a conductor como a los pasajeros. Los asientos son muy cómodos, contando en la versión que llega a Chile con ajuste eléctrico, calefacción y masaje.

Todo el tablero tiene guiños «aeronáuticos», con un interior que es tan distinto que necesitará un periodo de adaptación. En genera veremos muchos polímeros blandos en la consola y puertas, además de varios detalles metálicos de muy buen calidad. La instrumentación, está conformada por un reloj digital, otro retroiluminado mediante LED y una pantalla a color, ofrece todo tipo de informaciones relativas al estado del auto. El equipo multimedia también se actualizó y ahora se maneja a través de una pantalla táctil de 7 pulgadas. El sistema cuenta además con lo último en conectividad, así como los sistemas Android Auto y Apple CarPlay, de muy buena calidad de sonido, con bajos y altos muy marcados.

Ahora, lo que no me gustó, es su visibilidad, muy escasa hacia adelante -por la poca zona vidriada- algo mejor para los lados y mala hacia atrás, acá nuevamente se privilegio el diseño por sobre la practicidad. Algunos botones se encuentran en posiciones extrañas como los del la cortina del techo panorámico, ubicados en una especie de consola central entre las cabezas de conductor y acompañante, y, si, como los aviones. Otro punto mejorables es el volante, es excesivamente grande, el que tiene además los mandos para manejar los sistemas de control de crucero, limitador de velocidad, la radio y la velocidad crucero.

El espacio interior está diseñado para cuatro, y la amplitud no es de sus puntos fuertes, y más si consideramos lo grande que es fuera. Si llevamos el asiento delantero un poco arriba tocaremos rápidamente el techo y atrás las personas sobre 1.70m tocarán la parte superior, claro, acá el diseño manda. Si logra la posición exacta, los viajes serán siempre agradables, pero al moverse notarán que irán más bien justos. El maletero cuenta con una capacidad de 468 litros, ampliables hasta los 1288 litros si se abate la segunda fila de asientos.

LO MEJOR ESTÁ EN SU MOTOR DE 180 CV

Nuestra unidad de pruebas monta el propulsor diésel más potente disponible, un 2.0 de 180 CV. Este propulsor forma parte de la nueva familia de motores BlueHDi desarrollada por el fabricante PSA. Ofrece 180 CV a 3750 RPM y 400 NM a 2.000 revoluciones por minuto. Es un motor muy suave, con un buen nivel de sonoridad y vibraciones. Llega asociado a una caja automática tradicional que PSA denomina como  EAT6, de seis marchas. Con esta configuración logra los 0 a 100 km/h en 9.2 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 220 km/h. Tiene un consumo homologado por el 3CV (Consumo Vehícular) de 12,7 km/l en ciudad, de 19,9 km/l en carretera y un mixto de 16,5 km/l. En Rutamotor logramos un promedio de 17,7 km/l.

Integra un esquema de suspensión delantera tipo McPherson, la que más que rígida, siendo que está «seteada»  para que la carrocería se balancee poco sin afectar al confort, absorbiendo bien las irregularidades del camino, eso si, con cierta tendencia a «cabecear» en el tren delantero, que notamos al pasar los lomos de toro o en las frenas más bruscas.  Pero en general, la suspensión tiene un compromiso especialmente bueno entre comodidad y una excelente tenida de ruta en carretera.

Aplausos para la nueva caja automática AT6 III, de buena respuesta y con un paso de cambios bastante rápido (no existen en el grupo, de no echamos de menos una de doble embrague). La sonoridad desde el interior es bastante baja, solo se siente un leve «traqueteo» de los torbodiesel en ralenti y al acelerarlo fuerte, pero uno se acostumbra.  Desde bajas RPM el turbo responde de una manera muy líneal, sin perdidas de potencia (turbo LAG), todo de una manera más progresiva y menos violenta. Si lo manejamos en modo normal la caja se limita a pasar los cambios rápido, ayudando poco hacia una conducción deportiva. 

Sobre su dinámica de manejo, la suspensión copia todo, tiene una capacidad de absorción de todas las imperfecciones realmente notable, de las mejores que hemos probado. Más allá del tamaño del volante, la dirección la encontramos directa y comunicativa, Tiene un tacto «poco eléctrico» que denotan mejoras en este tipo de direcciones, tan de moda por estos días.

En suma, este DS DS5 es un modelo distinto, que no busca lo práctico, sino más bien lo estético, con un conjunto que responde bien, como su motor/caja, Su precio es muy alto y ello juega en contra de lo que ofrece hoy el mercado, orientado más bien a conceptos «tradicionalistas». ¿Qué te pareció el nuevo DS5 2017?, coméntanos.

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