Hace pocas semanas estuvimos en el lanzamiento de esta nueva versión gasolina (puedes leer la nota aquí) del interesante modelo de la marca de los chevrones Citroën, el Cactus con motor 1.2 Turbo PureTech de 110 hp unido a una caja manual de 5 velocidades.
Precios Citroën C4 Cactus Febrero 2016:
- Citroen C4 Cactus 1.2 PureTech 110 S&S 5MT Feel: CLP $14.290.000 (versión probada)
- Citroen C4 Cactus 1.6 eHdi 92 S&S CMP Feel: CLP $15.290.000 (incluye bono de $400.000)
FICHA TÉCNICA CITROEN C4 CACTUS 2016
Este interesante modelo y bastante rompedor fue lanzado el año pasado en una única versión con motor diésel y caja mecánica robotizada, que ahora llega con un motor de gasolina turbo y que en unos meses va a llegar el mismo en versión atmosférica.
DISEÑO ROMPEDOR
Así que vamos con la prueba de este interesante modelo. Comenzando como es habitual por su diseño, no podemos quedar indiferentes. O gusta o no, pero claramente no pasa desapercibido en ningún lugar. Su tamaño es más compacto de lo que parece, con un largo de 4.157 mm, un ancho de 1.729 mm y un alto de 1.480 mm, con una distancia entre ejes de 2.595 mm. Su peso en orden de marcha es de unos bajos 1.095 kg.
El frontal es muy redondeado en la parte superior, con dos luces horizontales LED de posición, las que le dan un carácter especial. Bajo estás nos encontramos con las luces principales, que están protegidas por el primer AirBump que encontraremos en su carrocería. Ya hablaremos más en detalle de estos. En la parte baja, de color negro, los neblineros (con función cornering) y una toma de aire. Al centro se aprecian los chevrones para que los que no reconozcan la marca aun.
Su lateral mantiene las formas redondeadas, con un parabrisas no tan inclinado, pero amplio, el que deja paso a un techo largo, con barras longitudinales para la carga y un amplio techo panorámico fijo. La zona vidriada es amplia, que contrasta muy bien con su color blanco perlado (realmente bonito), con espejos retrovisores de color negro, y los AirBumps negros en las puertas delanteras y traseras.
Un detalle muy criticable, es el hecho de que las ventanas de la puerta trasera no se pueden bajar, solo abrir con un sistema tipo tijera, que no tiene una gran apertura y lógicamente no permite disfrutar de muchos lugares cuando estemos viajando. Las llantas son de 17 pulgadas, y un bonito diseño de 4 rayos principales, con mezcla de color aluminio y negro.
La parte trasera es quizás la de menos personalidad, donde se aprecia un alerón superior, luneta trasera, parte del portalón de plástico negro, dos AirBumps en los costados y dos focos sin mucho diseño, al menos cuando están apagados. Encendidos son algo más bonitos. La parte baja es nuevamente de color negro y esconde los sensores de retroceso, así como la cámara que se encuentra a un costado de la placa patente.
INTERIOR SIMPLE Y PRÁCTICO
Su interior por otro lado mantiene su estilo rompedor, llevado a un extremo de lo simple, con un tablero muy limpio y con pocos botones y controles. Comenzando por su volante forrado en cuero bicolor, que incluye controles de la radio, velocidad de crucero y limitador de velocidad. Tras este, vemos una pantalla digital que nos informa sobre la velocidad, nivel de combustible, odómetro y otras funciones, pero siempre muy minimalista.
Al centro predomina una pantalla táctil que maneja el sistema de climatización, computador a bordo, audio, navegación, configuración y teléfono manos libres. Su manejo es muy intuitivo, y desde ahí hasta se puede desconectar el sistema Start&stop. Bajo esta, hay solo 5 botones (desempañador delantero, trasero, cierre centralizado, desconexión de ESP y luces hazard) y un mando giratorio para el volumen del audio.
El resto se reparte en muchos espacios para guardar objetos, una guantera en el tablero, entradas USB y de 12V, chapa de encendido con llave, mandos de los espejos eléctricos, regulación de altura de luces y alza vidrios eléctricos delanteros. Los asientos son diferentes a los de la versión diésel, que tienen “espíritu sofá”, aunque igualmente se sienten como dos butacas.
El espacio interior es bueno, aunque tampoco es un modelo gigante. La verdad es que si bien se llama C4, su plataforma se basa en la del C3, pero gracias a su diseño, techo panorámico y formas, se siente más amplio que este último. El maletero de 358 litros es bueno para su tamaño, el que puede aumentar su capacidad al abatir el asiento completo (no se está dividido 40/60).
Su equipamiento es muy completo, y no extrañamos nada: cuenta con climatizador, pantalla táctil, bluetooth, navegador, sistema de audio surround, regulador y limitador de velocidad, sensor de luz y lluvia, limpiaparabrisas delantero “magic wash”, 6 airbags, techo panorámico, ABS con AFU, ESP, ASR, detector de presión de neumáticos, por mencionar lo principal. Sobresaliente para su tamaño y precio.
PEQUEÑO Y SORPRENDENTE MOTOR
El motor de este Cactus es un tri cilíndrico, de 1.2 litros a gasolina con inyección directa, turbo e intercooler que entrega una potencia de 110 hp a 5.500 rpm y un excelente torque de 205 nm a solo 1.500 rpm, asociado a una transmisión manual de 5 velocidades, un sistema Start&stop y moviendo las ruedas delanteras. El consumo es realmente bueno, homologando 16.4 km/l en ciudad y 23,3 km/l en carretera, con unas bajas emisiones de 118 g/km de CO2. Si aceleración de 0 a 100 km/h es de 9,3 segundos y alcanza los 188 km/h.
Y como no era menos, llega el momento de disfrutarlo en marcha. Primero, encendemos su motor y curiosamente lo escuchamos un poco más de lo pensado, lo que se debe a su configuración de 3 cilindros, algo menos fina que la de 4, ya que debe equilibrar sus ciclos de combustión de manera irregular. La verdad es que suena un poco más que un motor a gasolina moderno, pero tampoco es molesto.
Salimos del estacionamiento sin problemas gracias a su suave dirección y sus cómodas dimensiones, y ayudado además de sus sensores traseros y cámara. La altura es buena y recuerda a un pequeño SUV, lo que se agradece además al transitar por la ciudad.
El motor, que antes de partir puede parecer pequeño y justo, es todo lo contrario. Sus 110 hp parecen más, y lo que realmente destaca es el empuje de sus 205 nm a bajísimas 1.500 rpm, casi como si se tratara de un buen motor diésel. La unión de este motor con su caja manual lo hacen muy ágil, maniobrable y hasta entretenido. Quizás el motor no entrega un sonido fino ni deportivo, especialmente arriba en rpm (no sabemos a cuentas vamos, ya que no tiene tacómetro), pero no es necesario subir mucho gracias al torque.
La suavidad de su suspensión se agradece en el tráfico urbano, y los neumáticos no transmiten tanto las imperfecciones como podríamos pensar de sus llantas aro 17. Probablemente se ayude por su contenido peso de menos de 1.100 kg. El sistema de pantalla táctil es muy simple de manejar y cuando nos acostumbramos, no extrañamos el resto de los controles, ya que los más necesarios (por ejemplo, el mando del volumen), están.
LISTO PARA VIAJES LARGOS
En autopistas se comporta muy bien, el motor mantiene su gran empuje, hay poco ruido aerodinámico y solamente extrañaremos un cambio más, ya que hay torque de sobra para moverlo, y un poco más de precisión de su caja, que tiene un tacto un poco plástico y recorrido algo mayor a lo esperado.
Su consumo es muy bajo, y apenas vemos moverse el indicador de combustible. No pudimos probar su consumo exacto o ideal, pero fácilmente logramos unos 15 km/l en ciudad, sin ser muy cuidadosos con el acelerador, y cerca de los 20 km/l en movimientos por autopista. La facilidad para moverse nos invitan a planear viajes largos.
Los que nos acompañen, disfrutaran de una agradable sensación de amplitud en los asientos delanteros y traseros, que se acentúa por la amplitud de sus ventanas y techo panorámico. Este último, no tiene cortina para los momentos de más sol, lo que tampoco está disponible ni como opción. Aunque cuenta con un filtro que disminuye los rayos y el calor que ingresa, hay momentos cuando igual se agradecería la opción de disminuir algo más el ingreso de luz solar.
De noche vemos que su habitáculo es realmente minimalista, y se aprecia en ese momento la falta de botones y mandos, pues fuera de la luz de su pantalla, apenas hay botones o iluminación interior cuando se circula. Esto disminuye el cansancio por luz en zonas muy oscuras, pero se siente extraño en comparación con otros autos que parecen un árbol de pascua por la noche.
Ya empezando a buscarle los puntos bajos, si bien no es barato, su precio se puede justificar gracias a la gran eficiencia, comparable a la de un motor diésel y alto equipamiento, por lo que será difícil sostener este punto. Probablemente el punto más criticable será el de sus ventanas traseras que no se pueden abrir en su totalidad, y que en ciertos momentos cuando queremos sentir el aire, simplemente no podremos.
Y de las cosas novedosas, nos falta hablar de los AirBumps, que simplemente son partes blandas de plástico y aire, ubicadas en las zonas donde generalmente sufren más daños por contacto los vehículos. Estos AirBumps además pueden reemplazarse fácilmente e incluso, cambiarse de color, lo que permitirá configurar a nuestro gusto el color y diseño del Cactus.
Como conclusión, nos encontramos con un modelo que si bien de look no será del gusto de todos, cumple mucho mejor de lo esperado en aspectos de manejo, diversión y practicidad, el que además complemente con un equipamiento realmente completo y que justifica su precio. Vale la pena probarlo.
