Esta semana les traemos la prueba de un modelo muy particular. No es ni más ni menos que el buque insignia, junto con su hermana Suburban, de la familia Chevrolet, la completamente renovada Tahoe 2015, lanzada a fines del año pasado, gentileza por supuesto de General Motors Chile y su marca Chevrolet. Llega a nuestro país en una única versión, completamente equipada, con capacidad para 8 pasajeros, y su motor de 8 cilindros característico. Su precio es de CLP $39.190.000 para la versión LT 4wd Pck.
Para comenzar este test, debemos decir que aunque muchos no lo sepan, la historia de las SUV o Sport Utility Vehicle, por sus siglas en inglés, comenzó con la marca allá por el año 1935 cuando salió al mercado la primera generación de la Suburban Carryall, estrenando un concepto de vehículo capaz de transportar a una familia numerosa y su equipaje.
PRECIOS CHEVROLET TAHOE ABRIL DE 2015:
- TAHOE LT IV 5.3L 4WD PCK: CLP $39.190.000 (nuestro test)
Y a medida que pasaron los años y las generaciones de Suburban, en el año 1995 nació la primera Tahoe, una Suburban con menor largo total, pero que comparte casi todo su tren motriz y espacio interior, solo que disminuyendo su maletero. Desde su nacimiento, esta es ya la cuarta generación del modelo, que llega renovada por completo, desde su diseño exterior, interior, equipamiento y sobretodo novedades tecnológicas de última generación.
UN DISEÑO QUE SE MANTIENE
Pero como siempre, vayamos de a poco avanzando en este interesante test drive de la semana. Lo primero que notamos es que su diseño exterior ha mantenido las formas de siempre, muy cuadradas y monumentales, dejando claro que su estilo robusto no se degrada en el tiempo, algo que si le ha pasado a la mayoría de los SUV medianos y grandes.
Sus enormes dimensiones las podemos ver en sus 5.182 mm de largo, 2.045 mm de ancho y 1.890 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2.946 mm, con un peso bruto total de 3.311 kg cuando vamos con su carga máxima (778 kg). Su estanque de combustible tiene una capacidad de 98 litros.
Su frontal mantiene su estampa norteamericana que se distingue de lejos, con una gran mascara con dos rectángulos cromados, unidos por un gran corbatín de la marca, que prescinde su delantera. A ambos lados, nos encontramos con grupos ópticos que asemejan a un boomerang de lado, dándola más modernidad.
Bajo estos, incluye los neblineros, que van colocador en un embellecedor negro. Por último, hay un deflector (conocido comúnmente como “mataperros”), de plástico negro, que es bastante bajo a decir verdad, pero que está colocado pensando en mejorar su diseño aerodinámico y disminuir el coeficiente de roce frontal
Aquí un gran detalle y punto al debe de la marca, es que si bien monta unos focos de proyector, no incorpora tecnología LED ni Xenón para las bajas y altas. Si bien es sabido que los fabricantes norteamericanos no son muy asiduos a montar esta tecnología, podrían haberla incluido en un modelo de este precio y tamaño. Además, tampoco incorpora algún sistema de luces adaptativas o de altas automáticas, por lo que podríamos decir que su sistema de luces es lo que más queda al debe en equipamiento y modernidad.
Siguiendo por su lateral, vemos que las líneas cuadradas se mantienen, con una línea del techo casi horizontal, lo que demuestra que el objetivo siempre ha sido mantener un espacio interior tremendo, sin buscar la aerodinámica o look más deportivo de otros SUV. Su zona vidriada es muy amplia, sé que se agradece por sus pasajeros que tienen una sensación de amplitud interior enorme.
En su lateral vemos unas hermosas llantas de 20 pulgadas, de aluminio pulido, que calzan unos enormes neumáticos todo clima en medida 285/50 R20, aunque con un diseño mucho más pensado en la carretera y ciudad que en el todo terreno, que se confirma por su bajo perfil 50. El conjunto se complementa con unas pisaderas negras, obviamente pensadas en ayudar a sus pasajeros a subir al habitáculo.
Su trasera es nuevamente muy tradicional, de formas muy rectas, con un enorme portalón de apertura eléctrica, un alerón superior con tercera luz de freno y un parachoques con su correspondiente kit de remolque de trabajo pesado incorporado de fábrica.
El equipamiento exterior es bastante completo, e incluye sensores de estacionamiento delanteros y traseros, cámara de retroceso, espejos exteriores regulables eléctricamente, calefaccionados, abatibles eléctricamente y con testigo de punto ciego, sonroof eléctrico, por mencionar lo más destacado.
Entrando a su habitáculo, nos encontramos que es donde mayores cambios notamos frente a la generación anterior. Se ha rediseñado todo, e incorporado mucha tecnología en su tablero, pero siempre manteniendo su estilo y detalles únicos.
UN AVIÓN POR DENTRO
Comenzando por sus asientos, de cuero, eléctricos con memoria los delanteros, calefaccionados los de la primera y segunda corrida, permiten acomodar hasta 8 pasajeros adultos, distribuidos en sus tres corridas de asientos. La tercera en este caso se puede abatir eléctricamente desde unos comandos en el maletero, en caso de no utilizarse y así permitir aumentar su capacidad de carga al máximo, pasando de los 433 litros cuando están las 3 corridas operativas, los 1.461 litros cuando abatimos la tercera y a unos gigantescos 2.682 litros cuando abatimos la segunda y tercera.
Su tablero de instrumentos incluye mucha información, donde no solo destacan el tacómetro sin zona roja y que llega hasta las 6.000 rpm, velocímetro al lado derecho, que marca hasta 200 km/h, medidor de carga de batería, temperatura de líquido refrigerante, combustible y presión de aceite, todos análogos y con diseño tradicional. Al centro de estos, encontramos una moderna pantalla a color, que nos permite ver muchas cosas, desde el computador a bordo, ajustes del vehículo, información del sistema de entretención, por mencionar algunos.
El panel central es presidido por una gran pantalla de su sistema MyLink, la que es táctil y permite controlar diversas funciones del vehículo, incluyendo su sistema de sonido con audio BOSE, bluetooth, navegador por GPS, USB (4 entradas), streaming de audio, etc. Una de las curiosidades de esta pantalla, es que se puede subir y acceder a un interesante portaobjetos, que es casi secreto para el que no sabe que existe.
Bajo la pantalla vemos los comandos básicos de la radio (volumen, power, dial de la radio, menú, etc), y bajo estos, los comandos del sistema de climatizador de dos zonas, junto con la calefacción de los asientos delanteros, separado el respaldo del cojín. Tiene botón de encendido de motor, pedales ajustables eléctricamente, comando electrónico de sistema de tracción, memorias de los asientos y un sinnúmero de botones, incluidos los del volante de 4 radios, por cierto, calefaccionado también.
Su larga lista de equipamiento se complementa con regulación eléctrica del volante en altura y profundidad, sistema de entretención trasero con BlueRay/DVD y audífonos inalámbricos, climatizador trasero, 6 entradas USB, 5 tomas de corriente auxiliares, de 12V, lectores de tarjeta SD, encendido remoto de motor con activación de climatizador para preparar el habitáculo, salida eléctrica de 230V, por mencionar lo más relevante.
Y en materia de seguridad, aquí debemos destacar que se encuentra equipada con lo último de tecnología, como sus airbags frontales delanteros, laterales delanteros, de cortina para las 3 corridas de asientos y uno central para piloto y pasajero, control de estabilidad Stabilitrak, control de tracción, sistema de alerta de punto ciego, sistema de alerta de tráfico cruzado, sistema de alerta de cambio de carril involuntario, sistema de alerta de colisión frontal, y el infaltable ABS con EBD y discos en las 4 ruedas.
UNA MECÁNICA TRADICIONAL
Su mecánica es muy tradicional, optando por el conocido motor de 8 cilindros en V, 5.3 litros de cilindrada, que estreno la Silverado, llamado EcoTec3, con sistema de desconexión de cilindros (active fuel management), que entrega 355 hp a 5.600 rpm y un torque de 516 nm a 4.100 rpm. Este se acopla a una caja automática de 6 velocidades, sistema de enfriamiento de aceite de motor y caja para trabajo pesado, pensados para remolcar hasta 3.675 kg.
Cuenta con una dirección asistida eléctricamente, una suspensión delantera independiente de doble horquilla y trasera de eje rígido con multilink y resortes helicoidales. Por último, cuenta con un tradicional y eficiente sistema de tracción a las 4 ruedas con 4 posiciones, que permite circular en condiciones normales solo con tracción trasera (2H), automática (auto), 4×4 con diferencial central bloqueado alta (4H) y 4×4 con diferencial central bloqueado y reductora (4Lo).
Pero luego de tanta información de equipamiento y detalles, mejor vamos a su prueba en movimiento. Basta acercarnos para poder abrir la puerta sin necesidad de la llave y solo apretando un pequeño botón en su manilla se abren los cierres de puerta. Incluso, podemos encender el motor antes de llegar, con lo que se comienza a preparar el habitáculo para recibirnos de mejor manera, activando el aire acondicionado en caso de estar por sobre la temperatura exterior (al sol en verano por ejemplo) o activando la calefacción de asientos y el climatizador en caso del invierno, y a una distancia bastante lejana. Personalmente yo lo active desde un cuarto piso, para probar el rango. Al hacer esto, es necesario apretar dos veces el botón de cierre de puertas, asegurándose así que no se abran hasta que el conductor se acerque al vehículo.
La maniobra de acomodarse es muy simple, con todo eléctrico, 10 diferentes ajustes de su asiento, y que además podemos dejar guardadas en dos memorias, pensando en que hay más de un conductor habitual de esta Tahoe. También podemos dejar grabados hasta 3 controles de portones eléctricos con su sistema Home remote, ubicado en el panel del techo, con los comandos del sunroof y del regulador del portalón trasero eléctrico.
MUY SILENCIOSO Y EFN
Para comenzar la marcha, basta colocar la palanca de cambio ubicada en la columna de dirección en D y comenzar a manejar. El motor V8 apenas se siente, y en cuando estamos detenidos, hay que mirar el tacómetro para chequear que este encendido por su bajísimo nivel sonoro y un ralentí muy suave a unas 500 rpm.
Comenzar a moverse es una experiencia muy especial, ya que por la altura y tamaño, parece que levitáramos. La suspensión copia de excelente manera y la aislación de la cabina está muy bien conseguida. Solo afecta un poco el tamaño de las llantas y su perfil “bajo” (si es que se puede llamar perfil bajo a 143 mm) hace que ciertos baches se transmitan levemente al habitáculo.
Al moverse por ciudad, claramente nos damos cuenta de que no fue diseñado para este entorno, menos en una ciudad como Santiago, con calles y estacionamientos no pensados para vehículos de sobre 4.8 metros. Por suerte cuenta con una altura que permite manejar desde una posición de control por todo lo que pasa, y sus ayudas nos alertan en todo momento para no pasar a llevar algún punto de su carrocería.
La cámara de retroceso, junto con los sensores de proximidad delanteros y traseros, nos permitirán estacionarnos y maniobrar en espacios donde parecería en un principio que no cabe, ayudado por un muy buen radio de giro. Ya en movimiento, el sistema de alerta de punto ciego y el de colisión frontal, nos apoyara en no “pasar por arriba” de un auto más pequeño.
Pero basta empezar a transitar por autopistas o calles más amplias para comenzar a disfrutar de su espectacular manejo y suavidad. Realmente los ingenieros de Chevrolet han logrado un excelente trabajo en mezclar la tradicional suavidad norteamericana, con una mejor sensación de control y estabilidad, el que se traduce en una mayor confianza para su conductor de lo que pueda hacer la Tahoe.
Otra de las novedades que mejoran mucho la experiencia de manejo es su sistema MyLink, el que funciona a las mil maravillas, con muchas posibilidades de entretención a bordo, fácil manejo y un sonido realmente bueno, que nos ayuda a aislarnos más del entorno exterior. Su navegador funciona de excelente manera y nos permitirá llegar a donde nunca antes hemos ido sin problemas.
El motor empuja con potencia suficiente, no explosiva ni exagerada, pero siempre con una buena reserva de potencia. Basta con acelerar a fondo para sentir los 355 hp de puro V8 americano. La caja de cambios es muy suave, pero no rápida ni pensada para un manejo deportivo, esas cosas quedan relegadas a otros modelos sin el planteamiento general de la gran Tahoe.
Su objetivo es claro y se trata de mover a sus pasajeros con mucha comodidad, seguridad y entretenimiento, con la posibilidad además de remolcar algo grande para la familia, como un bote o casa rodante. Para estas cosas, no hay muchos competidores que puedan llevarlo a cabo con la serenidad de la Chevy.
Para poder llevar a cabo una mejor prueba de sus capacidades, tomamos rumbo a la cordillera, camino al cajón del Maipo, donde si pudimos disfrutar de su comodidad en carretera y de sus capacidades para salir a caminos malos. Una cosa que nos sorprendió gratamente, es que el consumo ha mejorado bastante a medida que avanzas las generaciones.
Lógicamente no estamos frente a un modelo que busque el mejor consumo (ni por aerodinámica ni por peso desde las 2.5 toneladas), pero gracias a una excelente gestión de la caja de cambios automática, el empuje del motor y su sistema active fuel management, podemos lograr sin problemas un consumo en ciudad de cerca de 5.5-6 km/l, bastante razonable pensando en sus características. E incluso llegar cerca de los 9.5 km/l en carretera de promedio no es difícil.
Tomando carreteras de una sola pista por sentido y con curvas como las que están camino al cajón, nos damos cuenta de que tiene una muy buena estabilidad y sensación de seguridad, siempre teniendo en cuenta que llevamos una enorme inercia de marcha. Los frenos detienen con tremenda facilidad y muy corta distancia en caso de alguna urgencia, lo que se agradece en caso de necesitarlo.
La verdad es que desplazándose por este tipo de caminos se encuentra a sus anchas, donde realmente pertenece, con una facilidad para devorar kilómetros que solo algunos pocos pueden decir. La visibilidad es excelente, podemos movernos con velocidad de crucero disfrutando de su música a bordo, mientras los pasajeros de atrás pueden ir viendo una película en Blue Ray o DVD.
Ya tomando caminos de tierra secundarios, vemos que mantiene su rudeza de siempre, gracias a un esquema de suspensión de toda la vida, chasis de verdad y buenos refuerzos de chasis. Lo único que quizás se nota más adaptado a los usos citadinos, son sus neumáticos, con un dibujo muy de carretera y un perfil bajo. Estas transmiten algo más las irregularidades, piedras y hacen perder un poco el agarre.
Esto se compensa sin problemas conectando la tracción en modo Auto o 4H, y apoyado por los sistemas de control de tracción y estabilidad. En caso de querer sacarle más partido a sus aptitudes 4×4, lo recomendable sería colocarle otro juego de llantas de un aro menor (18 por ejemplo), con un neumático más agresivo, lo que mejoraría su comportamiento en terrenos malos o extremos. Probablemente nunca o casi nunca va a buscar estos terrenos, pero es bueno saber que contamos con la resistencia y equipamiento motriz pensados para trabajo pesado y que ya cada vez menos SUV basadas en automóviles pueden ofrecer.
Si le buscamos los puntos bajos a este modelo, encontraremos que tiene algunos faltantes de equipamiento como los que hemos mencionado, desde su sistema de luces, quizás poniéndonos críticos también faltaron los asientos refrigerados delanteros, y un techo panorámico o un segundo sunroof (como en la Traverse de la misma marca), pero en general, vemos que el equipamiento es realmente completo.
Como conclusión, vemos que se trata de un modelo que ha renovado y actualizado su buque insignia, y que nos entrega prestaciones, comodidad, seguridad y atractivo actualizado, manteniendo sus capacidades de toda la vida en los distintos terrenos. Un gran agrado poder utilizar este imponente y fabuloso vehículo de la marca norteamericana.
